Mauricio Macri intenta mediar en las internas del PRO, pero lejos de calmarlas, sólo expuso un recrudecimiento del enfrentamiento. Bullrich y Larreta rechazaron la convocatoria del expresidente para bajar la intensidad del conflicto; mientras Jorge Macri aspira a emular los pasos de la mesa bonaerense del PRO, que llegó a un principio de acuerdo de cara a 2023 para aplicar el “Plan Y”. ¿De qué se trata?
Larreta y Bullrich vs Macri
El liderazgo de Mauricio Macri frente al PRO nunca fue tan cuestionado como en estos momentos, a raíz del enfrentamiento entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
El Jefe de Gobierno porteño y la titular del partido rechazaron la idea de asistir al desayuno que quiere convocar el ex presidente para el martes con el fin de alcanzar una tregua que evite la profundización del conflicto entre ambos.
“Nadie me va a disciplinar”, advirtió anoche la ex ministra de Seguridad de Cambiemos a sus colaboradores más cercanos, rechazando de plano cualquier intento de Macri de tomar una postura de liderazgo en el partido.
A su círculo cercano, Bullrich les dice que todos en el PRO contribuyeron a las discusiones internas, incluso el propio Macri con sus enfrentamientos con la UCR.
La presidenta del PRO confronta cada vez más con su (¿ex?) jefe político y, a la vez, posible competidor para las elecciones presidenciales de 2023. Macri afirma que “no está anotado” para la carrera presidencial, pero de hacerlo sería la neutralización de las aspiraciones de Bullrich.
Tanto Macri como la ex ministra tienen como base política el mismo electorado duro, y la figura simbólica del fundador del PRO pesa más que la de la actual titular del partido.
Del otro lado de la interna amarilla, Larreta tampoco está convencido de asistir a la convocatoria del ex mandatario.
En una entrevista en LN+ relativizó el liderazgo de Macri. Al ser consultado por el periodista Eduardo Feinmann sobre si Macri era el líder del PRO, contestó:
“Hoy tenemos una mesa que conduce Juntos por el Cambio, de la que participamos Mauricio Macri como ex presidente, los presidentes de los partidos, todos los líderes parlamentarios y los gobernadores, que somos 4″.
“¿Hoy no tiene un líder? “, fue la repregunta. “Hoy tenemos una mesa de conducción de Juntos por el Cambio”, respondió. “¿Son todos iguales?”, interrogó Feinmann. “Sí, tenemos una mesa en la que todos participamos”, sostuvo el jefe de Gobierno, a forma de relativizar el liderazgo de Macri.
En la misma entrevista, cuando el periodista le dijo a Larreta que “Macri promueve a Bullrich y a Jorge Macri”, la respuesta del Jefe de Gobierno fue contundente:
“Macri tiene todo el derecho de promover a quien le parezca. Hoy no veo que promueva a uno u otro. Acá somos un equipo y, más allá de lo que promueva Macri, lo que importa es lo que elija la gente, no lo que diga Macri. Vamos a una PASO”.
Una interna sin límites
En la intimidad, Macri habló con la máxima dirigencia del PRO, preocupado por la virulencia que adquirió la pelea entre Rodríguez Larreta y Bullrich.
“No me crucés más por la tele porque la próxima te rompo la cara; conmigo no se jode, te lo aviso”, le dijo la titular del PRO al jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel cuando éste la saludó en La Rural, el pasado 24 de octubre.
Bullrich se molestó porque Miguel la había calificado de “funcional al kirchnerismo” a fines de agosto por los cuestionamientos de ella al operativo del larretismo ante el domicilio de la Vicepresidenta.
En el PRO hay versiones encontradas sobre qué sector dejó trascender la filmación. Mientas los duros creen que el video favoreció a Bullrich por mostrarla como una dirigente “valiente”, el larretismo cree que puertas afuera del partido la violencia bullrichista acota su imagen positiva.
En el resto de Juntos por el Cambio (JxC) también hay expresiones de enfrentamientos, aunque no con el nivel de violencia expresado en el PRO.
Tal es el grado de enfrentamiento, que un grupo de dirigentes de la UCR y de la Coalición Cívica impulsan una reunión de los integrantes de la Mesa Nacional para tratar de apaciguar los ánimos.
Además del video de la amenaza de Bullrich, se sumaron las nuevas críticas de Gerardo Morales contra Macri y la advertencia de Elisa Carrió de que se postularía en 2023 si en JxC no garantizan “una lista honesta”.
Jorge Macri, el equilibrista
El ministro de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, se encuentra en una delicada e incómoda situación en la interna amarilla, en su camino por ser el único candidato del PRO a la sucesión del gobierno porteño.
Por un lado, su candidatura cuenta con el respaldado de ala dura del partido, desde su primo, y Bullrich hasta Cristian Ritondo y, por el otro, sigue integrando el gabinete larretista.
El ex intendente de Vicente López aspira a poder aplicar en territorio porteño lo mismo que ya es casi seguro se aplique en la provincia de Buenos Aires: el “Plan Y”.
La mesa bonaerense del PRO celebró una reunión el pasado lunes en la que llegó a un principio de acuerdo para habilitar la “Y”. Esto es: que los candidatos locales puedan llevar a todos los candidatos presidenciales en sus boletas, y no dejarse arrastrar así por las internas nacionales.
Con este plan buscan “blindar” las intendencias amarillas y darle un mayor impulso a aquellos candidatos “sin tierra” que hayan ganado las elecciones legislativas de 2021 o al menos sacado un 35% de votos.
Intentando lanzarle un salvavidas a su otrora colega intendente, el jefe comunal platense del PRO, Julio Garro, sostuvo este miércoles que si Jorge Macri avanza con su idea de convertirse en candidato a jefe de Gobierno, debería llevar en su boleta tanto a Rodríguez Larreta y como a Bullrich. Aplicar el “Plan Y” en CABA.
“Si Jorge Macri es candidato en Ciudad de Buenos Aires, debe ir con la boleta de Horacio Rodríguez Larreta y de Patricia Bullrich. Hay territorios en donde tenés que garantizar la elección y para eso tenés que unir“, remarcó el jefe comunal de la capital bonaerense en diálogo con 221Radio.
De concretarse este plan, los principales beneficiados serían Jorge Macri y Bullrich. La ex ministra no cuenta con un armado propio en la Capital, y el ex intendente bonaerense es el funcionario porteño con mejor imagen positiva.
Esto iría en detrimento del armado del alcalde en la ciudad, que juega a varias puntas: por un lado, aún no se bajaron de la carrera los postulantes “larretistas puros”, como Fernán Quirós y Soledad Acuña.
Y además, por otro lado, Larreta mantiene una delicada alianza con la Unión Cívica Radical (UCR), para poder asegurar el apoyo de su aparato partidario para su candidatura presidencial. Sin embargo, el partido centenario tiene exigencias: la Ciudad para Martín Lousteau y la vicepresidencia para Gerado Morales.