Larreta se acerca a Facundo Manes quien tensiona la interna radical contra Gerardo Morales

En Juntos por el Cambio nadie cede un centímetro en sus posiciones. Larreta mantiene las candidaturas de Quirós y Acuña en CABA pese a las protestas del macrismo, al tiempo que abre negociaciones con el radical Facundo Manes, quien a su vez mantiene su propia interna contra Gerardo Morales.

Guerra de trincheras en CABA

La ciudad de Buenos Aires es el epicentro de la explosión del vínculo político entre Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri. El expresidente presionaba desde el año pasado al Jefe de Gobierno porque no aceptaba el acuerdo político con el radicalismo de Martín Lousteau. Está convencido de que ese pacto implica “entregarle” a la UCR la cuna del PRO.

El economista se enfrentará en las PASO con el postulante ungido por el PRO: Jorge Macri, Fernán Quirós o Soledad Acuña. Macri respalda la candidatura de su primo y pretende que sea el único para enfrentar a Lousteau.

Lo único que el larretismo confiesa haber acordado con Macri es que el partido amarillo tenga un candidato de unidad para las primarias, pero no reconocen haber aceptado la candidatura del ex intendente bonaernese.

Además, tras los abiertos ataques del ex Jefe de Estado al alcalde por el “desdoblamiento concurrente” de las elecciones, Larreta decidió que por el momento no bajará las candidaturas de sus ministros más cercanos.

Allegados tanto al Jefe de Gobierno como al primo del ex presidente reconocen que Jorge Macri necesita más a Larreta, que a la inversa. Por ese motivo, y ante la falta de apoyo explícito de la autoridad política del distrito, desde el entorno del ministro de Gobierno comienzan a aceptar la posibilidad de disputar una PASO en CABA con 3 postulantes amarillos.

En torno a eso versó la breve y tensa conversación entre Larreta y Jorge Macri en el Teatro Colón el 10 de abril, luego de anunciar que CABA votaría con Boleta Única.

“¿Por qué te tengo que apoyar a vos para que seas el candidato a jefe de Gobierno sin que vos me respaldes a mí como candidato a presidente?”, lo interpeló el alcalde a su funcionario. Larreta no olvida la foto que Jorge Macri se sacó con Patricia Bullrich en octubre de 2022.

¿De regreso al “palomar”?

Además de tensionar con el macrismo en CABA por sus vínculos con Lousteau, Larreta retomó el diálogo político con el diputado también radical Facundo Manes y ambos pusieron a trabajar a algunos de sus principales operadores para avanzar en un acuerdo para enfrentar a “los duros” de Juntos por el Cambio que coquetean con la idea de aliarse a Javier Milei.

Del lado del alcalde porteño, la intención es formar alianzas allí donde el partido amarillo no hace pie y ya está instalado el centenario partido radical. Además, tanto él como Manes “comen” del mismo electorado “moderado“, por lo que un acuerdo ampliaría la base electoral del espacio de centro.

Compartiendo esas mismas razones, a Manes se le suma que tiene su propia interna con la conducción radical de Gerardo Morales.

Pese a que ninguno de los sectores confirman el acuerdo ni hablan aún de “fórmulas mixtas”, una primera señal del acercamiento fue la charla de Manes junto a Diego Valenzuela en el distrito de Tres de Febrero con la excusa de la presentación del libro del neurocientífico “Decir Presente, hacer futuro”. Valenzuela es integrante de la mesa bonaerenses de Larreta y jefe de campaña de Diego Santilli, el alfil larretista en territorio provincial.

El acercamiento de Manes a Larreta representa un giro en las alianzas del diputado, quien -enfrentado con Morales, cercano al alcalde- tuvo un breve acercamiento a Patricia Bullrich e incluso con Mauricio Macri.

Manes participó de la foto “anti-larretista” que Bullrich orquestó con radicales díscolos en Mendoza, e incluso se especuló con una posible fórmula Bullrich-Manes. Y tiempo después se reunió en privado con el expresidente, quien lo alentó a persistir en su precandidatura presidencial.

Morales en la mira

Dentro de las filas radicales, al neurocientífico lo escoltan su hermano Gastón Manes, presidente de la Convención Nacional de la UCR, y el titular del Comité bonaerense, Maximiliano Abad.

Los tres compartieron este martes un encuentro con los 15 diputados provinciales de la UCR, en el que se mostraron unidos detrás del neurocientífico. Allí, los boina blanca los unió el espanto que generan los coqueteos de Macri y Bullrich con Javier Milei, al tiempo que se acordó encolumnar esfuerzos en fortalecer a los referentes radicales, independientemente de lo que hagan otras fuerzas de Juntos.

En materia de la interna radical, los bonaerense y el neurocientífico recordaron un dato que preocupa al jujeño Morales: Manes sacó más votos en Buenos Aires que los tres gobernadores que tiene el radicalismo con Morales en Jujuy, Rodolfo Suárez en Mendoza y Gustavo Valdés en Corrientes.

Además, el gobernador de Jujuy está en el foco de críticas ajenas y propias, luego de su exposición en el Foro Llao Llao ante el Círculo Rojo. Allí en Bariloche, Morales apuntó contra Macri y la administración de Cambiemos, al tiempo que prometió un ajuste “gradualista“, el mismo que -supuestamente- fue el motivo del fracaso del gobierno macrista.

“Vamos a bajar el costo laboral y la presión fiscal a la micro y pequeña empresa porque a partir de allí ellas van a ser el ancla para blanquear la economía formal”, indicó.

Asimismo, Morales afirmó que va a tomar “medidas duras en lo inmediato“, que tienen que ver con:

Restablecer el orden: orden en la economía, en las cuentas públicas, hay que ordenar de inmediato, tenemos programa monetario, financiero, hay allí un camino, y allí están las medidas más impactantes que hay que tomar“.

La dinamita y la sangre de Morales

Pese a decir que la salida del país es “sin sangre ni dinaminta“, en clara alusión a los dichos de Macri, Morales puso como ejemplo a seguir su gobierno en Jujuy:

Yo ordené Jujuy sin derramar una gota de sangre. No hay cortes de ruta, terminé con el Estado paralelo, la corrupción está presa y lo hicimos con la ley y la constitución”.

Curiosamente, el boina blanca omitió algunos hechos, como el cambio repentino de la Corte Suprema provincial, la persecución política a dirigentes opositores o las denuncias por el aumento de la violencia institucional, entre otras cuestiones que se le critican.

Morales es cuestionado por buena parte del arco político nacional por ser el perseguidor de la dirigenta social Milagro Sala, a quien tiene irregularmente presa desde enero de 2016 a la fecha. Además, el radical dinamitó toda la obra social de la agrupación de Sala, la Tupac Amaru, donde avanzó privatizando planes de viviendas, complejos turísticos y desguazando servicios de salud impulsados por la Tupac.

Los polideportivos públicos que construyó la Tupac fueron semiprivatizados por Morales y entregados a clubes privados.
Antes que Morales subiera al poder, el gobierno jujeño había cedido tierras de los Blaquier para que la Tupac construya viviendas.

En cuanto a que “no derramó sangre”, su prontuario no lo acompaña. Morales fue secretario de Desarrollo Social de la Nación durante el gobierno de La Alianza, en 2001, cuyo saldo fue 39 muertos producto de la represión de las fuerzas de seguridad durante las protestas por la continuidad de las políticas económicas que culminaron con un 50% de pobreza y 20% de desocupación.

De hecho, el pasado lunes entrevistaron a Morales, donde le recordaron el prontuario de su gestión pública, y el jujeño notablemente ofuscado decidió cortar intempestivamente la llamada.

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