Juntos tendrá primarias en las ocho provincias que eligen senadores y, con los candidatos definidos, desde el lunes empezará una feroz compulsa entre sus máximos referentes por el dominio de los bloques PRO y UCR.
La disputa sumará voltaje si se cumplen los pronósticos de la consultora CB, que con encuestas en las ocho contiendas vaticinó que el Frente de Todos perdería el quórum si los frentes electorales repiten en noviembre los posibles resultados del domingo.
La sorpresa de ese sondeo fueron los triunfos que, sumadas, las listas que compiten en las primarias de Juntos obtendrían sobre el Frente de Todos en Tucumán y La Pampa, provincias con pronósticos favorables para el peronismo.
De cumplirse esa proyección, aun con sus dos aliados fijos (el rionegrino Alberto Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana) el Frente de Todos quedaría con 36 votos, a uno del quórum. 35 serían de Juntos y aliados y Alejandra Vigo, la esposa del gobernador Juan Schiaretti, sería el voto de oro para abrir una sesión. O sea, el Senado quedarían virtualmente paralizado.
En cualquier caso, los líderes de Juntos quieren tener presencia en el recinto de mayor peso del Congreso, por donde pasan los pliegos de los jueces y las sesiones son presididas nada menos que por Cristina Kirchner.
La puja de poder retoma la disputa del tándem Mauricio Macri-Patricia Bullrich contra Horacio Rodríguez Larreta en el PRO; y de Gerardo Morales con Enrique “Coti” Nosiglia en la UCR. Esa bancada sumaría figuras de relieve como Alfredo Cornejo o Mario Negri, si supera la dura interna que enfrenta con Luis Juez en Córdoba.
Las primarias arrojarán una proyección inicial sobre qué sector quedará mejor parado para dominar su bloque, porque definirán los binomios que competirán en noviembre, cuando se repartirán dos bancas para el ganador y una para el derrotado. O sea, perder una interna para senador es quedarse sin nada; ganarla permite ir por todo.
Juntos tiene 25 senadores propios, 15 UCR, 8 del PRO y 2 aliados (el puntano Claudio Poggi y el sanjuanino Roberto Basualdo). Los primeros ponen en juego 5 los segundos 3.
Pero estos dos años jugaron de aliados a Juntos los 4 del interbloque federal, coordinados por el salteño Juan Carlos Romero. Lo completan la riojana Clara Vega, la neuquina Lucila Crexell y la santafesina Alejandra Vucasovich, reemplazo del fallecido Carlos Reutemann y la única de este cuarteto que abandona su banca en diciembre.
Se cree que el Juntos crecerá, aun si no se cumplieran los pronósticos de la consultora CB y el FdT sigue con mayoría propia. Tienen expectativas de ganar en Corrientes y Santa Fe, donde sólo renuevan una banca y Chubut, sin ninguna en juego.
Además de sostener las duplas de Mendoza, Corrientes y Córdoba. No ponen una ficha en triunfar en Catamarca, mientras que La Pampa y Tucumán serían el premio mayor, del que por ahora sólo hablan algunas encuestas.
El domingo, la pelea en cada provincia es por quién se lleva cada candidato y quien puede dominar cada bloque en diciembre. Será difícil que la UCR sea el más numeroso, porque sus gobiernos de Mendoza y Corrientes anotaron duplas propias y no tendrían problemas en ganar. En el resto de los distritos, la disputa es palo y palo.
Horacio Rodríguez Larreta no se involucró demasiado en las listas del Senado, donde tiene como referentes a Guadalupe Tagliaferri y puede sumar a Gladys González. Esteban Bullrich mantiene línea abierta con todos los sectores, mientras que Humberto Schiavoni, jefe de la bancada, sigue siendo confidente de Macri.
El ex presidente y la jefa del PRO hacen cuentas para apoderase del bloque y digitar cada una de sus acciones sin resistencia. Apuestan a una victoria de Federico Angelini y Amalia Granata en la interna de Santa Fe.
Y a sumar en Córdoba. Si Negri gana la interna le aseguraría una banca a la macrista Soher el Sukaria; mientras que Bullrich puso fichas en Luis Juez, que de triunfar llegaría con Carmen Álvarez, vecinalista y cercana al PRO. Además, el ex intendente de Córdoba suele jugar contra la UCR cada vez que hay una contienda interna.
Tanta es la urgencia de Bullrich por dominar el bloque que rompió Cambiemos en San Luis para que el actual senador Claudio Poggi compita por afuera. Si en noviembre gana una banca como diputado, lo reemplazará en la Cámara alta Gabriela González Riollo, ex secretaria de Gabriela Michetti.
Con menos expectativa, Bullrich juega la interna de Chubut con el diputado Ignacio Torres, quien tendrá una pelea difícil contra el radical Mario Cimadevila. Y puso fichas en el peronista Germán Alfaro en Tucumán, donde enfrentará al radical José Cano.
Tanto, que fue celebrar la reconversión a Juntos de la esposa Beatriz Ávila, una diputada nacional que en diciembre de 2019 dejó el PRO para ser aliada del Gobierno, pero luego declinó.
Cano es un comodín raro en esta historia porque mantiene diálogo con Macri y con Morales, por que si gana el domingo ya tiene equipo definido para la interna radical de diciembre, cuando se definirán las nuevas autoridades del comité nacional.
En 2019, Morales le ganó el duelo a Nosiglia, que tuvo como aliado a Cornejo, aun presidente del Comité nacional. Fue así que se mantuvo en la presidencia del bloque del Senado Luis Naidenoff, protegido del jujeño, y como premio consuelo Martín Lousteau aceptó la vicepresidencia primera de la Cámara.
Esta vez, el duelo comenzará en las primarias, donde habrá cruces directos en varias provincias. El más ruidoso es el de Córdoba, con Negri como posible aliado de Morales y aspiraciones a disputarle a Naidenoff la jefatura del bloque. Desde marzo que tiene un interminable duelo verbal con Lousteau y cuesta imaginarlos juntos, hasta en un zoom.
En La Pampa, Morales y Nosiglia van mano a mano. Abandona su banca Juan Carlos Marino, el histórico amigo de Nosiglia en el Senado; pero promueve en su reemplazo a Hipólito “Poli” Altolaguirre. Antes deberá superar en la interna a Daniel Kroneberguer, respaldado por el gobernador jujeño.
El otro “nosiglista” histórico que deja el Senado es el catamarqueño Oscar Castillo, un radical que siempre tuvo monobloque pero votó junto a sus correligionarios. Promovió como sucesor a Daniel Ríos, pero deberá enfrentar una interna contra el rector de la Universidad local Flavio Fama, de buenas migas con Lousteau.
El ganador del duelo dependerá y mucho de las primarias del domingo y de la relación de Morales con los otros dos radicales que controlan provincias y les va muy bien: su colega correntino Gustavo Valdés y Cornejo, jefe de Rodolfo Suárez en Mendoza y candidato a sustituirlo en 2023, tanto que lo puso como su suplente en el Senado.
No quiere perder peso si se va. Sabe que en ese recinto será protagonista de la interna de Juntos. Por un buen tiempo.