Quedan pocos días para la asunción de Alberto Fernández como Presidente y quizá como nunca, las especulaciones sobre quiénes tendrán lugar en el Gabinete configuran un proceso parecido a cómo se desarrolla un cierre de listas. El asunto se divide en tres cuestiones principales, a saber, quién decide los nombres, quiénes son las personas que más se nombran y quiénes son los que no se nombran que pero podrían recalar en algún Ministerio Nacional.
En última instancia quien decidirá los nombres es justamente Alberto Fernández, en tanto el Poder Ejecutivo Nacional es unipersonal. Esto no lo exime de las vicisutudes de la política real y la necesidad de generar consensos entre las fuerzas que impulsaron su candidatura, y como ya adelantó, construir una unidad aún más amplia, necesaria para gobernar.
Además, sobre esta cuestión, Alberto explicó que “Cristina tendrá cero injerencia el armado del gabinete”, una frase para una audiencia antikirchnerista aunque trivialmente verdadera. De este modo, el Presidente electo ratificó que él es el dueño de la lapicera de su gabinete.
Se trata de un gesto que busca mostrar una amplitud política mayor que la del kirchnerismo, y que se produce en conjunción con una danza de nombres de posibles ministros. Muchos de ellos, referentes de espacios que no se habían mostrado cercanos al peronismo en sus diversas expresiones.
En esa cuestión también entra la figura de Sergio Massa, cuya inclusión en el Frente de Todos, junto al kirchnerismo, se entendió como certificado de defunción política de la aventura “peronista antikirchnerista” que le allanó a Muricio Macri la llegada a Casa Rosada.
La foto de la transición en la Cámara de Diputados de Sergio Massa junto Emilio Monzó parece avalar que el tigrense será el próximo Presidente de la Cámara Baja. No se trata de una novedad, sino que el cierre de listas con Massa como primer diputado por la Provincia de Buenos Aires ya lo orientaba en ese rumbo.
Por su parte, Máximo Kirchner parece ser quien se quede con la presidencia del bloque de diputados del Frente de Todos. El actual jefe de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi, tiene todos los números para ir al Ministerio de Defensa, con un plan antidestabilización, algo imprescindible luego de lo sucedido en Bolivia.
La Cámara Alta será presidida por Cristina en su calidad de Vicepresidenta y la cuestión es si habrá uno o dos bloques de senadores. Por ahora, Carlos Caserio, jefe de la bancada justicialista, mantiene la posición de mantener la división de bloques.
Por su parte, desde el kirchnerismo impulsan a Anabel Fernández Sagasti como jefa de un bloque unificado bajo el liderazgo de Cristina. Caserio podría recalar en el gabinete y facilitar el camino a la unidad.
Volviendo al Gabinete, Alberto Fernández quiere a Santiago Cafiero como jefe de gabinete. Se trata del cargo mas importante luego de la presidencia misma, porque es justamente, el brazo ejecutor del Presidente. Además, en el manejo inmediato de Casa Rosada, quedarían dos personas de confianza y trayectoria compartida: la Secretaría General de Presidencia sería para Julio Vitobello y en Legal y Técnica estaría Vilma Ibarra.
El Ministerio del Interior es otro rol fundamental dentro del gabinete porque atañe a la articulación con los gobernadores. Allí iría Wado de Pedro, hombre de extrema confianza tanto del kirchnerismo como del peronismo más tradicional. A su vez, Felipe Solá ocuparía la Cancillería junto a Cecilia Nahón o Felipe Argüello.
En Economía todo indica que el diseño del gabinete buscará equilibrar la mirada del mudo financiero con la figura de Guillermo Nielsen con el trabajo sobre la economía productiva a través de Matías Kulfas.
La cuestión pasa por ver justamente cómo será equilibrio en el manejo de las cuentas del Estado Nacional especialmente como en áreas como la petrolera donde los intereses productivos se contraponen con la posibilidad de garantizar dólares frescos para deshacerse de la herencia de endeudamiento del macrismo. Quien figura para el cargo de Energía es Sergio Lanziani y resta ver quién será el titular de YPF. Además. el Banco Central estaría encabezado por Miguel Pesce y Mercedes Marcó del Pont sería titular de la AFIP.
Daniel Arroyo ya fue formalmente anunciado como ministro de Desarrollo Social y se ha ocupado en empezar a coordinar los programas que impulsará en breve. La concejal platense Victoria Tolosa Paz lo secundará como titular del programa Argentina contra el Hambre.
El intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, será ministro de Obras Públicas y María Eugenia Bielsa tendrá a su cargo una nueva cartera de Vivienda y Hábitat.
Se creará un ministerio de Mujer, Igualdad y Diversidad y para encabezar suenan los nombres de Malena Galmarini, Cristina Álvarez Rodríguez y Victoria Donda.
Claudio Moroni ya tiene programada una reunión con la CGT como futuro Ministro de Trabajo, mientras que a Educación iría Nicolás Trotta, rector de la UMET, posiblemente secundado por Adriana Puigróss.
En Seguridad suena Diego Gorgal al tiempo que nos se sabe si será formalmente Ministro o Director de una Agencia de Seguridad que buscará rediseñar la conducción de las Fuerza de Seguridad.
Para Cultura suena Tristán Bauer y Turismo habría sido ofrecida a Matías Lammens. En Salud podrían estar Pablo Yedlin o el vicerrector de la UNAJ, Arnaldo Medina. En Ciencia podría encabezar Roberto Salvarezza o Fernando Peirano.
Roberto Lavagna parece que aceptaría encabezar .el Consejo Económico y Social. Entre los tapados están Juan Cabandié y el “Chino” Navarro que trabajan de cerca con Alberto Fernández desde que asumió la candidatura.