Tras las elecciones legislativas de medio término, se transita un momento de tensiones internas dentro del Frente de Todos, fundamentalmente entre sectores del kirchnerismo y un espacio que se ha autodenominado como “el peronismo territorial”, conformado por sectores más ligados al “albertismo”: más puntualmente se trataría de un grupo de intendentes del conurbano, gobernadores y la CGT. Todos estos espacios encaran la larga carrera hacia una gran PASO oficialista en 2023.
Si bien una ruptura del Frente no está dentro de las opciones sobre la mesa, y ponderan la unidad, se trata de espacios que leen que la derrota en las PASO se debió a la obturación de candidaturas para competir en las internas dentro del Frente de Todos.
Creen que deberían existir “sí o sí” en 2023 y que hasta ahora no ocurrieron porque “a La Cámpora no le conviene”, ya que –según ellos– con esta metodología perderían espacios. No obstante, la falta de internas también le impidió al kirchnerismo consolidarse, a base de una mayor fuerza electoral.
Referentes de este grupo, que está reclamando más lugar, piden que exista una mesa de discusión dentro del FdT en la que todos tengan la misma voz y voto. Desde el kirchnerismo sostienen que el debate se tiene que dar hacia adentro y “no en los medios” de comunicación.
Referentes cercanos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ya habían puntualizado que “hay que volver a analizar la génesis del FdT” porque “desconocer que el Frente se conformó con la convocatoria de Cristina es una tontería”. Al mismo tiempo, jefes comunales del oficialismo bonaerense le piden al Presidente que impulse la modificación de la ley que impide las reelecciones indefinidas en PBA.
Las tensiones comenzaron a verse más claramente luego del acto del Día de la Militancia, el 17 de noviembre, cuando Fernández encabezó el mitín en Plaza de Mayo y debajo del escenario se encontraban el Movimiento Evita y el sindicato de Camioneros, mientras que La Cámpora y su líder más importante y presidente del bloque oficialista en la Cámara de Diputados, Máximo Kirchner, quedaron alejados.
Desde “el peronismo territorial”, como se autodenominan los voceros de ese espacio que pretende disputarle poder a La Cámpora, especifican que la agrupación que conduce Máximo Kirchner “no es lo mismo que la vicepresidenta” y que “el kirchnerismo tiene un proceso de acumulación limitado”, por eso ellos serían necesarios. “Una cosa es La Cámpora y otra Cristina”, repiten.
En esa línea, destacan que en la actualidad CFK está cerca del Presidente y que el jefe de Estado no tiene ninguna intención de discutir o romper con ella. Además, ponderan que la vicepresidenta está de acuerdo con las negociaciones que viene llevando adelante el ministro de Economía, Martín Guzmán, de cara al acuerdo con el FMI.
También vaticinan que “no va a haber más cartas porque La Cámpora y todo el kirchnerismo quedaron muy marcados de forma negativa luego de ese suceso”, en referencia al mensaje de la vicepresidenta después de las PASO.
Los sectores ligados a Cristina, sin embargo, consideran que la famosa carta fue de mucha utilidad porque propició un cambio de actitud en el Gobierno que permitió “endurecer el discurso” ante distintos actores, como los formadores de precios, y frente a la negociación con el FMI. También analizan como positivas las modificaciones en el gabinete de ministros que se realizaron luego de la derrota en las PASO y señalan que eso sirvió para remontar en las elecciones generales, tal como sucedió.
Sin embargo, para un sector de intendentes y gobernadores, en cambio, la remontada, lejos de tener que ver con la misiva –que consideran como algo negativo así como la mediáticamente difundida foto del Presidente en Olivos durante la cuarentena–, fue mérito exclusivamente del trabajo territorial que ellos realizaron.
“La elección se ganó por el cuerpo a cuerpo, algo que hicieron los intendentes y gobernadores”, destacan. Ahora, con eso en mente, los intendentes están dispuestos a “pasar factura” por el trabajo realizado y uno de los pedidos que llevan como bandera –además de exigir que en 2023 haya PASO– es la posibilidad de volver a ser reelectos.
Desde el “peronismo territorial” aseguran –al igual que lo dijo Fernández en el acto por el día de la militancia– que quieren que en 2023 haya internas para todos los cargos, desde concejales hasta el Presidente.
“En estas elecciones eso no se permitió y generó muchos problemas. El cierre de listas fue muy complicado. Antes de la veda, uno siempre se junta a comer y celebrar con los compañeros, pero este año nada de eso sucedió. Hasta último momento te llamaban desde las intendencias para quejarse”, explican cerca del Presidente.
En esa línea, otros dos sectores que reclaman más lugar en la alianza oficialista son los gobernadores, que se ven fortalecidos con la figura de Juan Manzur ocupando el cargo de jefe de Gabinete, y la CGT.
Los gobernadores, incluso, no descartan que en unas internas alguno de ellos pueda disputar puestos importantes, hasta quizás alguno como Sergio Uñac, de San Juan, o Jorge Capitanich, de Chaco, podría llegar a querer pelear por la candidatura presidencial. Si bien falta mucho para 2023 los nombres ya comienzan a circular. Lo mismo querrían realizar los intendentes con la gobernación bonaerense: poner como candidato a un referente de su espacio para competir en las PASO.
Otros que también quieren reclaman espacio son los líderes de la CGT. El martes, representantes de la Confederación se reunieron con el Presidente en Olivos y compartieron una cena. “Están haciendo política para que su espacio esté más representado y lo están trabajando desde ahora, no dos semanas antes de que cierren las listas”, detallan sobre el encuentro cerca del mandatario.
En medio de la tensión, muchos jefes comunales no quieren perderse la posibilidad de continuar sus mandatos en los municipios. Por eso le están pidiendo al Gobierno cambiar la ley que fue impulsada por la exgobernadora María Eugenia Vidal en 2016, que limita a los intendentes bonaerenses a una sola reelección.
“La elección se dio vuelta desde abajo y ahora los intendentes piden reconocimiento”, aseguran cerca del Presidente. Fernández está de acuerdo con apoyar el reclamo para modificar la ley vigente y que puedan volver a reelegir los jefes municipales, pero hay otros sectores dentro del FdT que no lo acompañan.
Uno de los que ya se manifestó públicamente en contra es el massismo. Sucede que el actual presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, apoyó en su momento la sanción de la norma y ahora no puede, ni quiere, contradecirse.
La Cámpora tampoco estaría de acuerdo. El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en cambio, acompaña el reclamo de los jefes comunales. Los intendentes habrían conversado de este asunto en la cena que sostuvieron con el Presidente en Olivos, tras el acto del día de la militancia. “Sería un mandato más, no la reelección indefinida”, indican cerca de Fernández sobre este tema.