Aunque Federico Sturzenegger asegura que la “Ley Hojarasca” tiene por objetivo eliminar normativas desactualizadas, desde la oposición advierten que el funcionario pretende desviar la atención con ejemplos de menor relevancia y sospechan que con el proyecto también impulsará la eliminación de leyes sensibles.
Tras la aprobación de la Ley Bases y la firma del Pacto de Mayo, el Gobierno de Javier Milei se dispone a avanzar con su agenda legislativa, y ya adelantó que presentará una ley de “limpieza” que denomina “Ley Hojarasca”, con la que pretende eliminar numerosas normativas.
El ideólogo del proyecto es el flamantes Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien antes de su nombramiento ya había colaborado en la redacción del mega DNU 70/2023 y en la Ley Ómnibus.
Para defender la iniciativa, el funcionario hizo énfasis en las leyes desactualizadas u obsoletas que pretende quitar, como la ley del Mochilero y el control de las palomas. Sin embargo, en la oposición sospechan que su verdadero plan es quitar regulaciones para las actividades económicas.
Lo que Sturzenegger no cuenta sobre el proyecto
Milei ya había adelantado que tenía pensar un proyecto de este tipo cuando anunció el inicio de la segunda fase de su programa, pero hasta ahora es Sturzenegger quien se ha encargado de explicarlo ante los medios de comunicación.
En diálogo con Radio Mitre, comentó que “se hizo un trabajo de revisión de todas las leyes y te encontrás con cada cosa que no podés creer, sobre todo porque en la época de los militares sacar una ley era fácil”.
Al respecto, comentó que “se acumularon una serie de leyes que no son muy operativas“, y apeló a ejemplos como la ley del control de palomas, cuya denominación oficial es “Fiscalización de palomas que sean aptas para los fines de defensa nacional” y que fue sancionada en septiembre de 1944.
“Para los militares era muy importante el manejo de las palomas porque eran mensajeras”, reconoció, pero indicó: “La Argentina todavía tiene una ley que regula el control de las palomas“.
Por otro lado, apuntó a la ley del Mochilero, sancionada en septiembre de 1974. Dicha normativa propone en su primer artículo la creación del “carné de mochilero, cuyo uso será obligatorio para todos aquellos que, con fines turísticos, soliciten la colaboración de terceros para desplazarse dentro del territorio del país con los elementos necesarios para acampar”.
En su artículo 2, establece que “los titulares del carné de mochilero tendrán preferencia para acampar en los lugares destinados a tal efecto en las zonas de turismo nacional, provincial y/o municipal”, y en el tercer apartado designa como autoridad de aplicación al Ministerio de Turismo.
Sin embargo, la oposición en la Cámara de Diputados considera que Sturzenegger pretende despistar con ejemplos simpáticos en un intento restarle importancia al proyecto. Sobre el tema, el Ministro había dicho que “no es una cosa muy relevante” e insistió en que es “casi una limpieza“.
Más allá de la intención de suprimir reglamentaciones que datan de otras épocas y no resultarían operativas, desde el bloque de Unión por la Patria alertan: “Detrás de la eliminación del carnet de mochilero, que parece algo gracioso, qué más quiere eliminar“.
Uno de los puntos que generó sospechas es la pretensión de eliminar una ley que “le permite al Estado mover tu fábrica de un lado a otro“, que había sido creada por la Junta Militar de la última dictadura en el marco de la Guerra de Malvinas.
Desde un bloque aliado comentaron que “van a apuntar a recortar todo lo que puedan las herramientas estatales para intervenir“, aunque lo cierto es que el oficialismo aún no presentó formalmente el texto.
Lo que sí se sabe al respecto es que Sturzenegger cuenta con un equipo de jóvenes sub-30 que utilizan la tecnología para seleccionar las leyes que pretende eliminar, y trabaja junto a Demian Reidel, su jefe de asesores.
Sería Reidel quien convenció a Milei de que el uso de la Inteligencia Artificial lo ayudará a salir de la crisis económica. Por su parte, el Ministro de Desregulación utiliza los consejos de la I.A. para evaluar la utilidad de las leyes.
El funcionario se jacta del trabajo de su equipo -especializado en el tema- en reuniones privadas con empresarios.
