Presentaron imágenes de las cámaras de Aeroparque que confirman que Aduana no controló el equipaje del avión de Leonardo Scatturice que llegó desde Miami, que desmienten las primeras justificaciones de Manuel Adorni y obligaron al Gobierno de Javier Milei a presentar una versión alternativa.
Un nuevo escándalo de corrupción salpica al gobierno de Javier Milei y se suma al caso de la criptomoneda $LIBRA, que aún está siendo investigado. Se trata del ingreso de diez valijas al país sin los controles aduaneros correspondientes en febrero pasado.
El equipaje llegó en un vuelo privado desde Miami perteneciente a Leonardo Scatturice, empresario cercano al círculo presidencial y comprador de la aerolínea Flybondi, quien mantiene vínculos estrechos con el entorno de Donald Trump y fue clave en la organización de la cumbre CPAC en Buenos Aires.
La situación ya había quedado en el ojo de los medios hace varias semanas, aunque cuando se le había preguntado al respecto el vocero presidencial Manuel Adorni había negado categóricamente las irregularidades, llegando a calificar de “operador o imbécil” al periodista Carlos Pagni, quien reveló el episodio.
Sin embargo, un dictamen fiscal de 47 páginas respaldado por imágenes de las cámaras de Aeroparque desmiente las versiones de Casa Rosada y confirma que el equipaje eludió los controles de rutina. Tras las nuevas revelaciones, Adorni debió llamarse al silencio, evitando responder preguntas en su más reciente conferencia de prensa.
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El escándalo de las valijas que salpica a Milei
El 26 de febrero de 2025, un avión privado Bombardier Global 5000 con matrícula estadounidense N18RU aterrizó en Aeroparque Jorge Newbery Airfield procedente de Miami. A bordo viajaba únicamente Laura Belén Arrieta, una argentina de 32 años que trabaja para OCP TECH, empresa de Scatturice, y que se desempeñó como directiva de CPAC Argentina.
Arrieta, ex azafata convertida en organizadora de eventos conservadores, tiene vínculos familiares con el armado político de Karina Milei en la Provincia de Buenos Aires. Es que su hermano es uno de los armadores libertarios en territorio bonaerense.
La aeronave permaneció en situación de tránsito en un hangar del aeropuerto hasta el 5 de marzo, cuando partió con destino a París, haciendo escala en Tenerife. Sin embargo, Arrieta había declarado en Migraciones que su destino final era Estados Unidos, lo que constituye una de las inconsistencias señaladas por los fiscales.
Las cámaras de seguridad de Aeroparque captaron la secuencia completa del arribo y registraron cómo se descargaron las diez valijas del lujoso avión. Las imágenes muestran que la tripulación trasladó los bultos hasta el área de control aduanero, donde se produce el hecho irregular que investiga la Justicia.
En las filmaciones se observa cómo Arrieta se acerca a una oficial de Aduana y le muestra su teléfono celular. Aunque no se conoce el contenido del diálogo entre ambas, la funcionaria le facilita el paso sin revisar su equipaje, evitando los escáneres y controles de rutina que sí aplicaron a otros pasajeros que arribaron en el mismo momento.
Los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez, titular de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), presentaron un dictamen de 47 páginas que considera “acreditado” que las valijas no fueron controladas. El documento incluye análisis de material fílmico y testimonios que evidencian múltiples irregularidades. El dictamen señala que:
“Del material fílmico aportado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria se constata que el punto operativo contaba con tecnología de control no intrusivo (escáner) y con un dispositivo tipo ‘semáforo’ destinado a activar el mecanismo de revisión selectiva. No obstante, se observa que, mientras el área se encontraba libre de aglomeraciones, los tripulantes y la pasajera del vuelo N18RU fueron reconducidos por personal aduanero (…) hacia una vía secundaria, sin atravesar los escáneres ni ser sometidos a revisión de equipaje”.
El contraste con otros pasajeros resulta revelador según los fiscales. “Durante el mismo lapso -entre las 08:56 y las 09:20 horas-, comenzaron a ingresar otros pasajeros al mismo sector, todos los cuales, sin excepción, fueron sometidos al control de equipajes mediante escáner”, indican, para más adelante indicar que:
“Esta diferencia en el tratamiento resulta particularmente significativa, ya que no obedeció a una situación de congestión ni a una saturación operativa que justificara una alteración en la dinámica de control. Tampoco se trató de un procedimiento aleatorio accionado por el semáforo u otro dispositivo automatizado, sino que, tal como se aprecia en las imágenes, el desvío fue una decisión expresa y directa del personal aduanero, adoptada a pesar de la disponibilidad de medios tecnológicos para llevar a cabo la inspección”.
Un testimonio incorporado al expediente revela detalles sobre el “comportamiento inusual” de Arrieta durante el procedimiento. Según relató un agente citado en el dictamen, “el traslado de la pasajera hacia la zona de arribos internacionales y la descarga del equipaje demoraron más de lo habitual, aproximadamente entre 15 y 20 minutos“.
El testimonio continúa: “vio descender a la pasajera de la aeronave portando un teléfono celular -sin poder precisar si era propio o ajeno-, el cual fue entregado a una agente de Aduana”. La secuencia se completa cuando “Esta última, según describió [el agente], realizó un gesto de ‘okey’, tras lo cual se llevaron a la pasajera hacia la zona de arribos internacionales”.
Los fiscales solicitaron medidas para identificar a la agente involucrada y acceder a los registros telefónicos de ambas personas entre las 8:15 y 9:00 horas del 26 de febrero, “con el objeto de determinar si existió algún tipo de contacto o intercambio de información que pudiera revestir relevancia para la presente investigación”.
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El dictamen identifica múltiples “inconsistencias significativas” en el manejo del caso:
- Omisiones en los controles de equipaje al momento del arribo
- Ausencia de registros que acrediten la trazabilidad del equipaje
- Deficiencias en el registro migratorio de tripulantes y pasajeros
- Falta de documentación que acredite la inmovilización del contenido del avión
- Ausencia del registro del vuelo en las bases de datos estatales correspondientes
- Dudas respecto del aeropuerto de procedencia declarado
Además, los fiscales cuestionaron el supuesto “sellado” del avión durante su permanencia en el hangar: “Se revelan filmaciones parciales con huecos temporales donde no es posible observar ni monitorear de manera continua el estado ni la posición de la aeronave durante el lapso comprendido entre su ‘sellado'”, explicaron.
Silencio del Gobierno ante el escándalo
Cuando Carlos Pagni reveló el caso en su programa “Odisea Argentina” de LN+, el vocero presidencial Manuel Adorni respondió con una desmentida categórica que incluía ataques personales al periodista.
“Pensar que uno puede salir de Estados Unidos con un montón de valijas sin que nadie pregunte nada infiere dos alternativas: o que sos un imbécil o que estás operando. Entiendo que imbéciles no son“, declaró Adorni.
El vocero fue específico en su negación: “Por cómo es el procedimiento, no se bajan estas valijas o estas supuestas famosas diez valijas. Es fácticamente imposible que hayan visto a alguien con diez valijas porque las valijas no bajaron del avión“.
También afirmó que “Es fácticamente imposible que alguien haya visto a alguien con diez valijas” y que “todo el equipaje fue debidamente chequeado”. Respecto a la relación con Arrieta, Adorni minimizó los vínculos: “no tenemos relación, más allá de episodios fortuitos“, como un encuentro durante la cumbre CPAC en Buenos Aires.
La Aduana emitió un comunicado oficial tras la revelación del caso, negando cualquier irregularidad: “tanto a la aeronave como a la tripulación y a los pasajeros se les realizaron los controles de rutina, conforme a la normativa vigente al momento del arribo del medio de transporte, sin detectarse ninguna irregularidad o novedad en el proceso“.
El organismo explicó que “el avión quedó en situación de tránsito en un hangar del aeropuerto hasta el día 5 de marzo, cuando partió con destino final a París, donde también se efectuaron los trámites de rutina sin que se registraran novedades”.
Sin embargo, el comunicado incluyó una salvedad significativa. “Ante las versiones periodísticas que sugieren la posibilidad de fallas en el control aduanero, las autoridades competentes han iniciado un sumario interno con el objetivo de investigar los hechos“, señalaron, “si el resultado confirmase cualquier irregularidad, el personal responsable será desafectado“.
Cabe recordar que el presidente Javier Milei también se había referido al episodio durante una entrevista correspondiente al 20 de mayo, enmarcándolo en sus críticas e insultos habituales a la prensa.
Sin mencionar específicamente el caso de las valijas, Milei incluyó el episodio entre lo que calificó como “mentiras” periodísticas: “la mentira, digamos, que tiene que ver con por ejemplo cuando inventan el problema de la aduana. Digo, entonces digo, ‘Ey, entonces los grandes generadores de fake news son los periodistas’“.
Con la difusión de las imágenes y el dictamen fiscal, el gobierno cambió radicalmente su estrategia comunicacional. “Hay una causa judicial en curso, no la queremos entorpecer. Dejaremos que se expida la Justicia“, comentan cuando se les consulta al respecto.
Otras fuentes oficiales intentaron sembrar dudas sobre el informe fiscal. “No queda claro si fueron revisadas o no, sólo hay fotos de momentos de su traslado”, dijeron desde el Gobierno, aunque esta versión contradice las conclusiones del dictamen.
Por su parte, Adorni cambio su postura y evitó responder las preguntas sobre el hecho. Tras una batería de anuncios de cierre y desguace de organismos nacionales, se fue rápidamente evitando que le hagan preguntas.
Para colmo, luego el director de la agencia aduanera, Juan Pazo, dio una versión distinta, asegurando que el personal “no escanea el 100% de las valijas y del equipaje que viene a la República Argentina”, y deslizó que las valijas no se escanearon en Argentina porque ya habían sido revisadas en Estados Unidos.
