Vidal está muy molesta con el presidente Mauricio Macri y su entorno, especialmente con Marcos Peña, responsable de la estrategia electoral de Cambiemos. El enojo de la gobernadora es tal que ya comienza a evidenciarlo a través de la comunicación oficial, con fotos donde se la ve molesta al estar sentada junto a Macri.
Después del fracaso de la interna del PRO en la Pampa y el magro desempeño en las elecciones de Neuquen, Marcos Peña no tuvo reparos en dinamitar Cambiemos en Córdoba al enfrentar a Mario Negri contra el radicalismo cordobés representado por Ramón Mestre. El intendente de la capital cordobesa hace campaña con el slogan “Mestre es Córdoba, Negri es Macri”, sin disimular su distancia con quien debería ser el líder de su espacio.
En el encuentro reciente que mantuvo el PRO en Parque Norte, Vidal no tuvo reparos en dar un discurso político, casi probándose el traje de candidata a presidenta. Señaló que “muchos argentinos no llegan a fin de mes”, pidió “humildad para debatir” y señaló “si no escuchamos lo que nos falta hacer, no vamos a ser escuchados sobre lo que hicimos”.
Mientras que Marcos Peña ratifica antes los medios que Mauricio Macri intentará ser reelecto y que “valora” que la gobernadora haya cumplido su palabra de que “no iba a usar la provincia como trampolín”, Vidal comienza a mostrarse como una eventual candidata de recambio que sirva para reemplazar a Macri.
Mientras que Vidal no tiene reparos en aplicar tarifazos ni retacear hasta el último centavo posible en las paritarias con estatales, Clarín cubrió la reunión de Parque Norte indicando que “Vidal reconoció que la gente ‘no llega a fin de mes’ y pidió ‘humildad’ en la campaña”, intentando mostrar diferencia con el tono triunfalista que el mismo Mauricio Macri tuvo en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.