En medio del clamor por su eventual candidatura presidencial, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner volverá a encabezar un acto masivo en La Plata el 17 de noviembre, a 50 años del regreso de Perón a la Argentina.
En ese marco, el kirchnerismo dará una demostración de fuerza para reafirmar su centralidad política en miras del debate por las candidaturas 2023 bajo el propio lema expresado por la vicepresidenta: “hacer lo necesario” para que el pueblo vuelva a ser feliz.
El acto por el Día de la Militancia
Luego del intento de magnicidio que sufriera el pasado 1 de septiembre, Cristina Kirchner volverá a ser la protagonista de un masivo acto político abierto con motivo de los “50 años de la vuelta de Perón” del exilio.
Varios referentes del Frente de Todos (FdT) confirmaron el acto de CFK a través de sus redes sociales, como la senadora de la provincia de Buenos Aires, María Teresa García; el ministro bonaerense Andrés Larroque, y el titular de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, entre otros, quienes viralizaron un flyer con la imagen de la titular del Senado que dice “Habla Cristina“.
La primera aparición pública de CFK tras el atentado fue el viernes pasado, cuando se presentó en un plenario de la UOM en Pilar, ante miles de trabajadores y delegados gremiales. Sin embargo, aquel mitín fue cerrado exclusivamente al ámbito sindical.
En esta oportunidad, el acto en el “Diego Armando Maradona” tendrá un carácter más político y abierto al público y la militancia.
Tomar la “lapicera”
Ante los traspiés del frente gobernante y la crisis económica, Cristina había comenzado una serie de exposiciones públicas que la ubicaron en el centro de la escena política nacional. Situación reforzada por la persecución judicial que sufre en el marco de la causa Vialidad.
Sin embargo, el atentado que casi acaba con su vida puso en pausa sus apariciones en público durante un tiempo. Ahora, CFK y el kirchnerismo buscan reactivar ese lugar de centralidad con una serie de actos políticos, que además buscan poner fin a las internas en el Frente de Todos.
Las discusiones en la coalición gobernante están íntimamente ligadas a la negativa del presidente Alberto Fernández de convocar a una mesa política del FdT -donde se sienten CFK y Sergio Massa con él- y también a su decisión individual de forzar una competencia interna en las PASO 2023 en las que él o un delegado competiría con otros eventuales precandidatos y precandidatas del peronismo.
En ese sentido, el sábado pasado durante el Congreso del PJ bonaerense, el diputado nacional Máximo Kirchner le sugirió al presidente que desista de su intención de ir a Primarias afirmando que “para aventureros está el turismo“.
“A pesar de que a veces hay compañeros y compañeras que están más interesados en las aventuras personales, todavía tengo la esperanza de que se den cuenta y que, así como Cristina hizo todo lo que tenía que hacer en el 2019 para que la Argentina pudiera salir del oprobio macrista, hagan lo mismo y dejen de jugar a los ofendidos y a los tristes“, señaló Kirchner.
Y luego completó: “Triste está nuestra gente, que no llega a fin de mes. Ofendidos están los compañeros que quieren un gobierno que trabaje más todos los días“.
La discusión por “la lapicera” -como CFK titulara a principios de este año para referirse a las decisiones ejecutivas- ya no sólo pasa por la gestión, que urgentemente debe mostrar resultados de recuperación del bolsillo de la población.
También ahora se trata del rol que ocuparán cada socio del FdT a la hora de confeccionar las listas en 2023. Y Alberto cree que, de convocar a la múltiples veces reclamada Mesa Política, perdería su silla de influencia para la carrera por el año que viene.
En este sentido, la presidenta del bloque de senadores bonaerenses del FdT, María Teresa García, graficó el asiento protagónico de CFK: “Es la dirigente que aglutina más adhesión para armar el proyecto electoral“.
Desde el sector del gobierno más cercano a Alberto responden con virulencia a las críticas del kirchnerismo y defienden las intenciones del Jefe de Estado de competir en las PASO.
En ese sentido, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández respondió duramente a los comentarios de Máximo Kirchner.
“No participan del Gobierno, hace rato que no toman una decisión sobre lo que nos importa a todos”, sostuvo el funcionario. “Estaría estupendo que se sumaran a hacer algo positivo para el país”, manifestó el ministro cercano a Alberto.
Teresa García, también cuestionó las intenciones internistas del presidente: “Me parece absurdo que en ejercicio anuncie que se va a presentar en las PASO a dirimir la candidatura con alguien“.
“Comparto que, cuando uno es parte de construcciones colectivas, no puede jugar aventuras individuales. Claramente, la declaraciones de Alberto, y de otros compañeros que lanzan candidaturas locales, las tienen que discutir dentro del espacio“, resaltó García, coincidiendo con el análisis de Máximo.
En declaraciones radiales, la ex ministra bonaerense sostuvo que Fernández “tiene todo el derecho de querer presentarse como candidato, de hacer una línea interna”. Sin embargo:
“Lo que me parece es que el pueblo ya opinó el año pasado (en las elecciones legislativas de medio término).
No tengo la mínima autoridad de invalidar cualquier candidato, pero hay que reflexionar sobre qué está esperando la sociedad. A mí me gustaría que el presidente de la Nación discutiera hacia dónde orientamos el barco, qué vamos a discutir, mitigar las consecuencias del acuerdo con el Fondo, qué vamos a hacer con los salarios”, evaluó la senadora bonaerense.
Consultada sobre la posibilidad de que la vicepresidenta sea candidata el año que viene, García afirmó:
“Ella definirá si es candidata o no. No lo ha dicho taxativamente. A muchos de nosotros nos encantaría y vamos a hacer los posible para convencerla“.
Los actos de Cristina suceden en medio del clamor surgido desde la militancia -y luego tomado por la dirigencia peronista– para que la ex presidenta vuelva a ser la candidata del peronismo en 2023.
“Tengo un proyecto de país para recuperar la alegría. Voy a hacer lo que tenga que hacer para que nuestro pueblo vuelva a recuperar sus sueños”, expresó la ex mandataria el viernes pasado, dejando la puerta abierta a una posible candidatura.
Lo concreto es que ningún referente del peronismo puede competir electoralmente contra una eventual postulación presidencial de CFK, y hacerlo sería forzar que la hoy vicepresidenta tenga que gastar una campaña (la de las PASO) en un debate interno y estéril, en vez de poner ese tiempo y energía en convocar al voto a los desencantados o a los propios votantes de la oposición.
Y aunque la definición de “hacer lo que tenga que hacer” pueda parecer ambigua, lo cierto es que, así sea como candidata a presidenta, a senadora o como armadora electoral, la dos veces presidenta tiene un protagonismo central en el armado electoral del peronismo en 2023.
La oposición en apuros
La eventual candidatura de Cristina no sólo ordena las internas en el oficialismo, sino que, indirectamente, reperfila también a algunos sectores de la oposición. Algunos dirigentes del “ala dura” del PRO consideran que la única figura de Juntos que podría disputar contra CFK es el propio Mauricio Macri.
Esta estrategia causa varias incomodidades en la alianza opositora, ya que la UCR abiertamente reconoce que una nueva candidatura del ex presidente sería un límite que su militancia no aceptaría, y además podría frustrar las ambiciones presidenciales de los otros dos contendientes amarillos: Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
El acto de Cristina se enmarca en el Día de la Militancia peronista, establecido el 17 de noviembre, en conmemoración al regreso definitivo del expresidente Juan Domingo Perón al país en 1972, tras 17 años de exilio, luego del golpe de Estado de 1955.
