A poco más de dos meses para las elecciones PASO, el gobierno se encuentra en un estado de desesperación ante las candidaturas de Roberto Lavagna y José Luis Espert, que seducen a votantes desencantados de Cambiemos y que dificultan aun más la futura performance de Mauricio Macri.

Desde Casa Rosada evalúan cómo sacar de la carrera electoral a candidatos que interpelen a sectores afines a Cambiemos, en un escenario electoral en el que el oficialismo necesita cada voto posible para que Mauricio Macri sea reelecto.
Según los análisis del equipo político que conduce Marcos Peña, la candidatura de Espert y Gómez Centurión le “robarían” 3 puntos a Macri, al tiempo que Lavagna podría sacarle entre 4 y 6 puntos. En total, son 9 puntos que, para un Macri sumamente golpeado por la caída de su imagen, resultan fundamentales.

Si bien analizan que es un voto que Macri de seguro recuperaría en un ballotage, desde el oficialismo analizan la posibilidad de que la diferencia evite la necesidad de un ballotage y la fórmula Fernández-Fernández triunfe en primera vuelta.
Gómez Centurión, se presenta como un “nacionalista” y admirador del presidente brasileño Jair Bolsonaro, con un fuerte rechazo a la problemática del aborto y la educación sexual. Espert por su parte, dispara contra Cambiemos en sus recorridas manifestando que no pudieron ajustar y recortar derechos laborales.

El caso de Lavagna es aún más problemático, ya que analizan que podría canalizar el apoyo de radicales díscolos, por lo que una opción sería que Macri lleve un vicepresidente radical y que esto logre “encausar” a los díscolos boina blanca.
Cabe recordar que en la Convención radical, se impuso una resolución que si bien garantiza la continuidad de Cambiemos, deja abierta la posilidad de adherir listas legislativas “a todas las listas de precandidatas/os a presidente y vicepresidente de la Nación de acuerdo con la legislación y jurisprudencia aplicable”.