En siete días, Fernán Quirós y Soledad Acuña ganaron centralidad en la agenda porteña. El ministro de Salud y su par de Educación son dos de los muchos nombres que tiene anotados Horacio Rodríguez Larreta para intentar garantizar la continuidad PRO en la Capital Federal.
La decisión de eliminar la obligatoriedad del barbijo en lugares cerrados y la prohibición del lenguaje inclusivo en las escuelas fueron las dos medidas elegidas para posicionarse y volcar el discurso hacia una perspectiva más liberal y conservadora, para así evitar la fuga de votos por derecha a las opciones “libertarias”.
La instalación de Quirós como una figura visible vino de la mano de medidas para la tribuna y una comunicación de alcance nacional. El ministro todavía no decidió si será candidato el año que viene pero su nombre empezó a sonar en 2021, para las elecciones legislativas. Si se hubiera postulado, “hoy sería jefe de Gobierno”, se dijo en Uspallata.
Si hubiera aprovechado la imagen positiva que arrastró desde la pandemia, el camino para él estaría allanado. Pero aún no hay definiciones aunque él forma parte de los sondeos que tiene a todos bastante parejos.
La gestión de la pandemia fue muy utilizada por la CABA para avanzar con instalaciones a nivel país. Las 12 conferencias de prensa que Larreta compartió con Alberto Fernández y con Axel Kicillof le permitieron un nivel de instalación importante en las provincias y, en su momento, hasta se sondeó que los anuncios porteños – exclusivos para la CABA – fueron más vistos que los nacionales o bonaerenses.
El caso de Acuña, ministra de Educación, tendría las mismas características -ventajas y contras- el de Quirós. El problema que tienen ambos es que están muy emparentados con las áreas que manejan.
Por lo tanto, en caso de avanzar en una candidatura, deberían generar autonomía. Acuña se encargó, principalmente, de ser la persona de confrontación, sobre todo contra los docentes y la educación pública. Es el ala más “dura” que tiene Larreta para mostrar.
La prohibición del uso del lenguaje inclusivo en las escuelas estuvo, a diferencia de los barbijos, más inclinado hacia el conservadurismo, por el otro lado, la cuestión de los barbijos se promocionó más como una “liberación” o “liberalización” de la responsabilidad individual.
La prohibición del lenguaje inclusivo hasta generó algunas críticas en simpatizantes libertarios justamente por la regulación estatal, porque el gobierno determina cómo se puede y no se puede hablar en ámbitos educativos.
Los otros posibles candidatos
Por fuera de los dos principales nombres, aparecen Jorge Macri, quien se sumó al gabinete Rodríguez Larreta y le sumó volumen político ante la salida de Diego Santilli –que desembarcó como diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. El intendente de Vicente López en uso de licencia, parecería haber abandonado las pretensiones de ir por la gobernación para instalarse como una opción porteña.
María Eugenia Vidal es otra de las cartas barajadas para la CABA. Como el año pasado, su decisión se demorará y todavía no definió nada pero es posible que podría preferir un cargo nacional en lugar de la cabeza porteña.
Finalmente, aparece la titular del partido amarillo, Patricia Bullrich, hoy contrincante directa de Larreta. Ella, como Vidal, todavía está en carrera por la presidencia pero también fue sondeada por los equipos porteños.
