El Banco Central se niega a dar respuestas sobre el paradero del oro de las reservas que envió al exterior sin dar explicaciones y, a un año de la operación, el titular de la entidad Santiago Bausili mantiene frenada la auditoría de la AGN.
Juan Manuel Olmos, presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN), reveló que se encuentra imposibilitado de concluir una auditoría sobre las 37 toneladas de oro que el Banco Central (BCRA) trasladó a Londres hace poco más de un año.
Según explicó, el motivo es que Santiago Bausili, titular de la entidad monetaria, se niega a proporcionar información alegando confidencialidad de las operaciones. Cabe recordar que el Gobierno de Javier Milei ni siquiera reveló que había trasladado el oro de las reservas hasta que Sergio Palazzo (diputado de Unión por la Patria) denunció las operaciones.
La situación genera un creciente malestar en el Congreso, donde la Comisión Mixta Revisora de Cuentas, presidida por Miguel Pichetto de Encuentro Federal, analiza medidas concretas que incluyen citar a Bausili o intimarlo formalmente para que responda las requisitorias del organismo de control.
Una auditoría frenada por falta de respuestas
El intercambio de notas entre la AGN y el Banco Central se ha agotado sin resultados, según explicó Olmos ante la Comisión Mixta hace unas semanas. “No podemos avanzar con la auditoría, no podemos saber dónde está específicamente el oro, qué interés está rindiendo, si es que está rindiendo algún interés”, señaló el funcionario.
Las preguntas sin respuesta se acumulan: no hay datos sobre seguros de traslado, tampoco sobre comisiones pagadas ni sobre los rendimientos financieros que estas reservas pudieran estar generando. El BCRA, según Olmos, “nunca dejó de contestar, pero sí interpone excusas para no contestar“.
Desde la AGN subrayaron que el proceso técnico está detenido. El último que se refirió a la situación fue el ministro de Economía, Luis Caputo, quien aseguró que el traslado se había realizado para que el oro “genere rendimientos”.
Entre tanto, la única alternativa que ofreció el Banco Central fue revisar documentación desde sus computadoras, sin posibilidad de fotografiar, copiar o tomar notas. “Solo se podía retener con la memoria. Eso hace que técnicamente hacer la auditoría sea imposible en los hechos“, explicaron desde la AGN.
El BCRA fundamenta su negativa en razones de seguridad del sistema financiero. En un informe enviado al Congreso por la Jefatura de Gabinete, la entidad señaló que no puede brindar detalles sobre operaciones de administración de reservas porque:
“Permitirían dar a conocer, entre otros aspectos sensibles, los movimientos y la ubicación de estos activos y comprometer su seguridad, poniendo en riesgo la seguridad y la estabilidad del sistema financiero”.
Sin embargo, Olmos rechaza este planteo. “Nadie discute el carácter reservado y confidencial de algunas cuestiones que se manejan en el Banco Central pero esto no alcanza al órgano auditor, que es la AGN. No es la primera vez que auditamos esta entidad y en situaciones análogas siempre se ha respetado la confidencialidad solicitada”, replicó.
La AGN resaltó que tiene experiencia trabajando con documentación confidencial y sensible, citando como ejemplo el caso de las vacunas durante la pandemia de Covid-19, donde se manejó información reservada sin inconvenientes.
Incertidumbre sobre el paradero del oro argentino
La falta de información genera especulaciones sobre el destino real de las reservas y existe incertidumbre sobre si el oro está en Suiza o en Londres. Incluso surgieron versiones sobre una posible conversión de parte de las reservas en liquidez.
En el último informe oficial, el BCRA indicó que el valor de las reservas en oro alojadas en el exterior ascendía a U$S 5.206 millones al 31 de diciembre de 2024 y alcanzaba los U$S 6.733 millones según cotización de mercado al 7 de agosto último. Sin embargo, no se especificó la ubicación exacta ni los términos operativos.
Recién el 2 de septiembre de 2024, el Banco Central había comunicado que completó “exitosamente transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas”, asegurando que la AGN tendría a su disposición la información necesaria. Un año después, esa promesa no se concretó.
La opacidad del BCRA no se limita al oro. Olmos advirtió que tampoco puede concluir la auditoría sobre el préstamo REPO que el Banco Central firmó con bancos internacionales, utilizando como garantía los bonos BOPREAL emitidos por el gobierno de Javier Milei para cancelar deudas con importadores por aproximadamente U$S 5.000 millones.
“Queremos saber, por caso, a qué tasas se pactó ese préstamo REPO, qué comisiones se pagan. El Banco Central nos dice que es información reservada, que son actas de directorios secretas”, sostuvo el presidente de la AGN.
Otro hallazgo relevante surge del análisis de créditos otorgados por organismos multilaterales. El año pasado, la AGN auditó el 22% de los préstamos activos y detectó “demoras en las operaciones en materia de recambios, absorciones, eliminaciones y reconducción de préstamos”, según informó Olmos.
Además, las auditorías revelaron baja ejecución financiera en numerosos préstamos, lo que “impacta en los costos operativos y financieros”. También se identificaron contrataciones irregulares de servicios de consultoría.
Por este motivo, Pichetto anticipó que se citará a Miguel Braun, representante argentino ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “Nos interesa saber qué está pasando con el financiamiento del BID en la Argentina”, dijo.
“Si los fondos de este organismo van al Tesoro como garantía para tapar el agujero negro del sistema cambiario o si tienen el destino específico por el cual fueron otorgados, en su mayoría para obras públicas”, explicó el diputado, advirtiendo que si Braun no comparece será pasible de denuncia por incumplimiento de funcionario público.
El Congreso evalúa las próximas medidas
Ante la imposibilidad de avanzar, la Comisión Mixta Revisora de Cuentas estudia los pasos a seguir. Pichetto reconoció la complejidad del tema: “Nadie quiere lesionar el interés nacional, pero lógicamente que tiene que haber información por parte del Banco Central, la cual deberá utilizarse de la manera más responsable posible”.
Olmos enfrenta una limitación adicional: la demora en la conformación del nuevo colegio de auditores por falta de acuerdo en el Congreso le impide realizar una presentación judicial sobre el caso. Por eso, la decisión queda en manos de los legisladores.
Las opciones incluyen citar formalmente a Bausili para que rinda explicaciones ante el Congreso o iniciar una acción judicial por incumplimiento de la normativa. El artículo 119, inciso b) de la Ley N° 24.156 establece que la AGN:
“Podrá exigir la colaboración de todas las entidades del sector público, las que estarán obligadas a suministrar los datos, documentos, antecedentes e informes relacionados con el ejercicio de sus funciones”.
Por ahora, el paradero exacto del oro argentino, los beneficios financieros obtenidos y las condiciones operativas de su traslado permanecen en la incertidumbre. La AGN, organismo constitucional dependiente del Poder Legislativo, aguarda que el Congreso haga sonar la alarma más pronto que tarde.
