Forzados por las derrotas electorales, Larreta y Bullrich pactaron ordenar la interna en Ciudad y Provincia de Buenos Aires

Los magros resultados electorales de Juntos por el Cambio, y particularmente del PRO, en las elecciones provinciales forzaron a Patricia Bullrich y a Horacio Rodríguez Larreta a alcanzar un acuerdo sobre cómo dirimir las internas en la Ciudad y Provincia de Buenos Aires: Encuesta para CABA y “Plan V” en PBA.

Tras las elecciones en Neuquén, Río Negro, La Rioja, Misiones, Salta y –parcialmente– San Juan, quedó en evidencia que JxC no está teniendo el desempeño electoral esperado, y que su relato de la inevitabilidad del “cambio” quizás no se condice con la realidad.

Mientras los oficialismos reeligen, mostrando una implacable hegemonía del peronismo y sus aliados regionales, el posmacrismo no despega.

La excepción fue Jujuy –el único triunfo de JxC– y, en menor medida La Pampa, donde el desempeño fue destacable aunque no alcanzó para hacerse con la victoria. El detalle es que en ambos territorios el protagonismo se lo llevó la UCR, dejando al PRO relegado a un rol secundario. Y si en su bastión histórico, la Capital Federal, el partido amarillo sigue dividido, prácticamente la entrega en bandeja al socio-rival radical.

Este alarmante escenario para los amarillos los obligó a dejar de lado su belicosidad imperante y forzó un incómodo desayuno de casi dos horas en el departamento de María Eugenia Vidal en el barrio porteño de Recoleta.

Allí, el Jefe de Gobierno porteño, la titular del PRO en uso de licencia, la diputada nacional y el expresidente Mauricio Macri se dieron cita para resolver de una vez por todas la metodología para dirimir las internas en los dos distritos principales de estos comicios: la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.

En el encuentro, los dos precandidatos presidenciales -Larreta y Bullrich- debieron ceder y cada uno se anotó una victoria parcial: el PRO tendrá un único precandidato en CABA y los dos presidenciales tendrán su propio precandidato a gobernador bonaerense. Una de cal y una de arena.

Encuesta para CABA

El punto donde el alcalde porteño debió ceder fue en su terruño, la Capital Federal. Allí la cúpula amarilla resolvió que habrá un solo precandidato a jefe de Gobierno del espacio, que surgirá de encuestas. “De acá a fin de mes vamos a hacer encuestas y con esa información vamos a tomar la decisión”, afirmó Rodríguez Larreta ante la prensa este martes por la mañana.

La consulta medirá al ministro de Gobierno y primo del expresidente, Jorge Macri, y su colega de Salud, Fernán Quirós. De esta forma, también se descarta finalmente la posible candidatura de Vidal en CABA, algo que la exgobernadora siempre rechazó.

Los dos candidatos que están en carrera en la Ciudad son Jorge Macri y Fernán Quirós”, aseguró el alcalde porteño, ante la pregunta de si Vidal estaría entre los potenciales precandidatos.

La idea es no dividir el voto amarillo ante el candidato radical, Martín Lousteau. Y en el entorno de Bullrich ya dan por hecho que Larreta deberá bajar a Quirós, ya que varias consultas favorecen al intendente de Vicente López en uso de licencia.

Como prenda de paz, el alcalde se mostró junto a Macri y Quirós, para dar una foto “de unidad” de cara a los vecinos de la Capital.

La lógica de “encuesta mata interna” es calcada de la forma que encontró JxC para dirimir la competencia en Córdoba entre Luis Juez y Rodrigo de Loredo.

“Plan V” en Provincia

“Entregar la capital” -según lo califican en el entorno de Bullrich- fue el precio que debió pagar Larreta para anotarse una victoria personal en territorio bonaerense, madre de todas las batallas en las citas electorales.

En la cumbre Larreta-Bullrich se acordó que “en la provincia de Buenos Aires, cada precandidato a presidente del PRO tendrá su propio precandidato a gobernador, por lo que habrá PASO en esta categoría“.

La decisión termina con las discusiones sobre cómo irían los candidatos a gobernadores y si podrían colgarse de más de un candidato a presidente. Larreta -y Bullrich- defendía la hipótesis opuesta: que cada presidente llevara su candidato a gobernador.

Santilli no estaba convencido de esa estrategia, a él le hubiera convenido ser el “candidato de consenso” de todas las boletas presidenciales del PRO.

Finalmente, esta pulseada la ganó el Jefe de gobierno: el acuerdo implica que el intendente de la Capital mantendrá la exclusividad sobre la boleta de Santilli que según las encuestas es la que mejor mide para ganar las PASO.

Mientras tanto, Bullrich deberá definir cuál es su candidato a gobernador en un extenso menú: Javier Iguacel, Néstor Grindetti y Joaquín de la Torre, y el recientemente incorporado Cristian Ritondo, alfil de Vidal. Los primeros tres no ven con buenos ojos que se elija al cuarto.

Bullrich tendrá que tomar una decisión y sin importar a quien bendiga habrá disconformes. Incluso, se rumorea que algunos –De la Torre e Iguacel- podrían sellar un acuerdo con Javier Milei en caso de no ser los elegidos por la ex ministra.

En tanto, en el tramo bajo de la boleta, el “Plan V” parece ratificarse finalmente. Esto significa que, mientras que habrá dos candidatos presidenciales con sus respectivos alfiles para la gobernación, se evitarán las internas en los 22 municipios bonaerenses donde gobierna el PRO.

Los jefes comunales pulsearon con la dirigencia nacional y bonaerense para que sólo haya competencia en las PASO en aquellos distritos en lo que gobierna el peronismo o sus rivales-socios de la UCR.

De esta forma, queda descartado el “Plan Y” (dos presidenciables y candidaturas de unidad para la gobernación e intendencias) porque -especulan desde la cúpula nacional- aparejaría un “relajamiento” de la tropa territorial.

El único asunto que resta resolver en PBA es saber las condiciones en las que se llevará adelante la campaña en los pagos chicos del interior a condición de favorecer a las dos figuras presidenciables por igual, algo que a priori presenta dificultades.

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