El intendente Facundo Castelli envío cartas documento a vecinos que le imputaron haber participado en una violación

Marilina Tolon tenía 25 años cuando fue violada y torturada por 4 hombres en octubre de 2001. Aunque se realizó la denuncia, la causa se archivo en pocos meses. Con denuncias de aprietes a periodistas, familiares de Marilina y vecinos de a pie, el caso marcó la localidad dejando poco más que miedo y el silencio de los cómplices.

A principios de octubre de este año, 17 años después de su violación, Marilina falleció sin que le llegue la justicia.

Sin embargo, recientemente algo cambio en Puan. Dos días después de su muerte por cáncer y por secuelas de su violación y tortura, en una localidad de poco más de 6.000 habitantes se dio un hecho inédito: a pesar de las amenazas, más de 500 personas se movilizaron en repudio del encubrimiento.

Durante la marcha, algunas mujeres también denunciaron que recibieron amenazas: “No saben lo que es paralizarse por el miedo. No fue fácil, estábamos solos. El miedo que nos hizo callar, hoy nos hace gritar”, manifestaron.

Después de la movilización, el intendente Facundo Castelli dió una conferencia de prensa ya que varios vecinos se animaron a expresar en redes sociales, algo que Marilina en su momento habría relatado a varios de ellos, a saber la participación del mismo intendente en el terrífico episodio que marcó la vida de la jóven puanense.

“Se dejó entrever que hubo un encubrimiento político por ser yo amigo o conocido de los que en su momento fueron denunciados, pero en 2001 hacía seis o siete meses que había regresado a Puan de estudiar (en otra ciudad) y trabajaba en un estudio particular. Entré a trabajar (en la comuna) en junio de 2002, por lo que (antes) no había ninguna relación con la política de ese momento”, señaló el intendente de Cambiemos.

Además de ser señalado como encubridor, algunos vecinos de Puan relataron lo que Marilina les había referido, a saber, la participación de Castelli en el episodio que tuvo a la mujer puanense como víctima. Sobre esto, Castelli afirmó que “Por esto quiero ser claro y decirle a todos aquellos que me han nombrado en las redes sociales (como presunto violador de Tolón) que a cada uno les llegará la correspondiente carta documento para que ratifiquen o rectifiquen sus dichos. Si están tan seguros de mi participación, seguramente tendrán pruebas y estaría bueno que las aporten a la Justicia”.

Además, en una entrevista para La Nueva Provincia manifestó que “No sé de qué miedo hablan. Si alguien fue amenazado debe hacer la denuncia”.

Castelli asumió en 2011 apadrinado por Horacio López, actual senador de Cambiemos y quien fuera jefe comunal de Puan desde el año 1999. Ni López ni Castelli jamás se preocuparon siquiera por ofrecer contención a Marilina.

Sin embargo, cuando sucedió la violación de Marilina, la periodista Irene Cortés, que trabajaba en FM del Lago, contó lo que había ocurrido. “Callate la boca o te vamos a reventar” le dijeron por teléfono. La periodista realizó la denuncia y el rastro llevó hacia uno de los acusados, pero la justicia no tomó cartas en el asunto.

También el periodista Oscar Luján Romero fue apretado para que no hable del  tema. “Me dijeron que todo bien con que diga que Marilina fue violada, pero que no insista con el tema”, manifestó hace poco tiempo, en referencia a los sucesos de 2001.

Hace unos pocos días,  se inauguró un nuevo capítulo en la historia de Marilina, su violación y encubrimiento. Es que el intendente Castelli envió al menos una docena de cartas documento a varios vecinos que participaron de la marcha y que vertieron sus críticas por redes sociales.

Habrá que esperar con el paso de los días para ver cómo evoluciona la situación en la vecina localidad. Por lo pronto, es difícil recordar una actitud de este estilo por parte de un intendente.

 

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