Con la tregua entre el kirchnerismo y el Movimiento Evita -uno de los últimos sostenes de las aspiraciones de reelección de Alberto Fernández- la interna del Frente de Todos parece haber llegado a su fin. El debate que se viene: posponer las PASO.
Los traspiés de la Casa Rosada, sumados al agotamiento por el enfrentamiento interno, produjo que varios referentes oficialistas que otrora intentaran conformar el "albertismo" se terminaran por acercar o "reconciliar" con el kirchnerismo, el socio mayoritario del Frente de Todos (FdT).
Tal es el caso del ministro de Obras Púbicas, Gabriel Katopodis; y los exintegrantes del gabinete que retornaron a sus distritos municipales, Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Juan Zabaleta (Hurlingham).
En el tablero interno del FdT, el principal sostén del espacio referenciado en el presidente fue hasta hace poco el Movimiento Evita, liderado por Emilio Pérsico y Fernando "Chino" Navarro. Sin embargo, con el correr de las últimas semanas, una serie de guiños entre el kirchnerismo y el Evita dieron por finalizadas las internas oficialistas.
Primero fue el diputado nacional y titular del PJ bonaernse, Máximo Kirchner, quien en una extensa charla en El Método Rebord afirmó que no le interesaba participar de una eventual convocatoria por conformar la Mesa Política del FdT.
En aquella ocasión, el diputado afirmó "que esté (Emilio) Pérsico", haciendo un claro guiño al líder del Evita.
Pérsico y Kirchner se reunieron luego en privado para asegurarse que le habiliten la boleta a su esposa, la diputada Patricia Cubría, para que enfrente a Fernando Espinoza en las primarias del año que viene por la candidatura a intendenta de La Matanza.
Esos acercamientos se vieron cristalizados con la presencia del movimiento social en el multitudinario acto que protagonizó Cristina en el Estadio Diego Armando Maradona de La Plata, con motivo del 50º aniversario del regreso de Juan Domingo Perón del exilio.
Luego del masivo evento, y tras las denuncia del Evita de haber recibido agresiones en La Matanza, CFK recibió a Pérsico en su despacho en el Senado. La confirmación del acercamiento es el golpe de gracia para cualquier aspiración reelecionista de Alberto al perder su base de apoyo territorial.
La interna subterránea entre Alberto y Cristina también mermó luego del llamado que ésta le hiciera al Jefe de Estado luego de que una gastritis erosiva con signos de sangrado lo dejara en reposo en medio del G20, en Indonesia. La salud del presidente es también uno de los motivos por los que algunos excolaboradores no creen que pueda afrontar un nuevo mandato.
Trascendió que en esa llamada telefónica reinó un tono afectuoso que calmó al primer mandatario. Cabe destacar en este punto que durante su discurso en La Plata, Cristina evitó hacer mayores menciones a Alberto, a diferencia de otras ocasiones en que dedicó varias críticas a la gestión presidencial.
Con el peronismo bonaernse ordenado y encolumnado tras su figura, Cristina puso fin a las tensiones internas en el frente gobernante por las candidaturas del 2023.
Posponer las PASO
El debate que se mantiene vigente en el FdT ronda al rededor de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
De cara al próximo año, los gobernadores provinciales impulsaban la eliminación de las Primarias, algo que, por los tiempos parlamentarios, ya resulta imposible.
De hecho, si no fuera por el decreto del presidente Alberto Fernández, que extendió el período de sesiones ordinarias hasta el 30 de diciembre, la semana próxima habría sido la clausura del año legislativo.
Además, desde un primer momento, la alianza opositora Juntos por el Cambio (JxC) aseguró su rechazo categórico a cualquier intento de eliminar la única herramienta que tienen para poder dirimir sus duras internas.
Sin embargo, aunque la cruzada provincial por derogar las PASO parece naufragar, todavía se baraja una carta que podría satisfacer a oficialistas y opositores: posponer las primarias.
El primero en lanzar la propuesta fue Máximo Kirchner, quien en una entrevista en El Destape Sin Fin dijo: “Entendemos que el plazo entre las PASO y las generales tiene que ser más corto”.
Actualmente el plazo entre primarias y generales es de 80 días, y resulta un período poco conveniente para todos: achicar el plazo a cuatro semanas -como propone un sector del gobierno- le daría más tiempo al gobierno para mejorar aún más los indicadores económico-sociales.
Por su parte, desde la oposición también ven con buenos ojos la idea, ya que ante un eventual triunfo electoral de JxC, evitaría un potencial período de inestabilidad política entre agosto y diciembre.