Entre la larga lista de personajes polémicos que acompañan al diputado Javier Milei se encuentra Lilia Lemoine, la estilista del "libertario", quien tiene un contrato con la Legislatura porteña y fue la autora de un escrache a periodistas movileros en una manifestación.
Lilia Adela Bolukalo Lemoine tiene 42 años y además de ser militante de la fuerza de ultraderecha, es una "celebridad" en el mundo del cosplay, es amante de los personajes de Marvel y los comics
El 25 de abril de este año Javier Milei dijo en una entrevista que el "éxito" detrás de su pelo era gracias a Lilia. "Quien me corta el pelo, además de maquillarme y sacarme fotos, es Lilia". reveló.
En este sentido, el diputado agregó: "Yo creo que mi look lo acomoda al look de Wolverine" (sic), en referencia al famoso personaje de cómics y películas de Marvel.
En 2019 fue cuarta precandidata a diputada nacional por el Frente Despertar, de José Luis Espert. Pero muchos medios la descubrieron recién en agosto de 2020 cuando, en una marcha organizada por los libertarios, le tiró tres huevazos al móvil de C5N.
Desde entonces, se dedica a ser la asistente de imagen de Milei, y suele ser parte del grupo que idea las diferentes campañas políticas del partido libertario.
Pero a pesar de su duro discurso contra el Estado y denostar a la "casta política" y a los trabajadores estatales, Lilia vive de un contrato que tiene con la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde hace más de seis meses. De hecho, antes de que la llamara Espert para formar parte de su partido, allá por el 2015, Lemoine era empleada directa del Gobierno de la Ciudad de Buenos.
Como frutilla del postre, Lemoine está denunciada por promocionar un tratamiento para "aclarar el color de los ojos" que le genero graves problemas en la visión a un par de pacientes. Por esta presentación, la Justicia comenzó una investigación en los consultorios médicos ubicados en avenida del Libertador al 900.
En este contexto, una de las denunciantes acusó a Lemoine de administrar un grupo de Facebook para promocionar el tratamiento y también captar pacientes para Pedro Garrott, el hombre que llevaba adelante la práctica de láser. De hecho, la acusada de 42 años asegura que ella misma se sometió a este polémico tratamiento para aclarar el color de sus ojos.