La feroz interna que desató Elisa Carrió en Juntos por el Cambio no parece poder detenerse. A pesar que la cúpula dirigente del PRO se reunió el viernes pasado para ponerle un freno a la exdiputada, la líder de la Coalición Cívica redobló la apuesta este domingo y trató de "imbéciles" a los dirigentes de Juntos que la cuestionaron, luego de que se filtraran unos explosivos mensajes enviados del gobernador jujeño Gerardo Morales, que podrían complicar su relación con el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
El cónclave amarillo
El viernes de la semana pasada la cúpula dirigente del PRO se reunió en el restaurante Happening de la Costanera porteña. Allí se dieron cita el expresidente Mauricio Macri, el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la presidenta del partido, Patricia Bullrich, los diputados Diego Santilli y Federico Angelini, el titular del bloque macrista en la Cámara Baja, Cristian Ritondo, el senador Humberto Schiavoni, su excompañero de la Cámara Alta Federico Pindeo, el ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri y el exsecretario general de la Presidencia Fernando De Andreis .
La única ausente fue María Eugenia Vidal, de campaña en Mar del Plata.
El cónclave ya estaba pactado desde hacía tres semanas para tratar temas de agenda, pero el huracán interno que desató Carrió cambió el temario de la reunión. La semana pasada, la cofundadora de Cambiemos realizó un raid mediático donde pidió "reglas decentes" en Juntos por el Cambio, y cuestionó a dirigentes como Gerardo Morales, Emilio Monzó, Rogelio Frigerio, Gerardo Milman y Cristian Ritondo, entre otros.
En sus cuestionamientos hacia sus propios pares de la coalición, Carrió dijo que Juntos por el Cambio "tiene que estar conformada por decentes" y señaló que "no puede haber más negocios", al criticar a los dirigentes que podrían alcanzar acuerdos con Sergio Massa o el peronismo.
Casi de inmediato y ante el pedido de Bullrich, hubo un acuerdo en el almuerzo PRO en plantear el “Basta, Carrió” como una regla para cuando Lilita saliera con los tapones de punta contra cualquier integrante del partido. Durante la comida, el ambiente estuvo tenso debido a los recelos hacia Macri, a quien algunos amarillos consideran como uno de los instigadores de la actitud de Carrió después de que la propia exdiputada blanqueara que todo estuvo consensuado con el expresidente.
Efectivamente Macri se había encontrado con Carrió antes del operativo en los medios. Ambos retomaron sus contactos luego de la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía. Cuando Sergio Massa reemplazó a Silvina Batakis, tanto Macri como "Lilita" coincidieron en el recambio en el gobierno era un golpe duro para JxC.
Estuvieron de acuerdo en ponerle un límite a la creciente porosidad de algunos miembros de la coalición opositora con el sector más liberal del peronismo, liderado por Massa. Así se originaron las críticas de Lilita, pero según insistió Macri, nunca pactaron los castigos públicos.
La aclaración del magnate aumentó las intrigas silenciosas. “Primero dijo que se juntó con Lilita para ponerle un límite a los peronistas y después explicó que ella se descontroló e hizo lo que quiso”, retrató un participante del encuentro.
La fragilidad de la unidad opositora también se reflejó en los recelos contra el sector de Rodríguez Larreta: “Todos en esa mesa dudamos de las explicaciones de Horacio. Tuvo que hacer demasiadas volteretas para no quedar pegado y la sospecha está”, contaron en el PRO sobre el encuentro que lideró Macri.
Sin embargo, los ojos volvieron a ponerse sobre Macri cuando el expresidente afirmó: "No se preocupen, a Lilita la arreglo con un café", dijo, sin darse cuenta que con esa frase confirmaba las sospechas que los ataques internos de Lilita de alguna manera están coordinados con él.
El chat de Morales
Tras la reunión PRO en Happening, las aguas en JxC siguieron turbulentas luego de que se filtrara un chat del gobernador jujeño y líder del radicalismo, Gerardo Morales, quien envió explosivos mensajes a Carrió.
"Hola Lilita. Vos no Sos mas decente que yo. Vivo en la casa de mi mujer. Te invito que que los dos demostremos lo que tenemos y cómo lo hicimos", comienza el texto de Gerardo Morales, que luego de enumerar todas las empresas con concesiones mineras en Jujuy, le advierte: "No vas a manchar mi nombre ni mi gestión que es transparente y transformadora. No te lo permito".
Para luego pasar al párrafo más duro:
"Queres romper juntos por el cambio. Sos la Cristina Kirchner de JxC. Por qué no hablas del Paseo del Bajo y de los negocios de la Ciudad? Por qué no hablas del tema del Correo de Macri? O de cómo manejaron durante nuestra gestión el crédito tomado al FMI y cómo se fugaron las divisas y quienes se hicieron ricos?".
"Es bastante unilateral tu mirada sobre la honestidad y sabes que esa actitud tuya no es honesta", concluye el radical.
El nuevo escándalo que abrió la filtración de ese chat privado en Juntos lo atribuían este domingo a Patricia Bullrich, ya que lograba meter ruido en la relación entre Morales y Rodríguez Larreta, que vienen en un proceso de acercamiento que si se consolida en un acuerdo electoral plantearía a Bullrich un desafío importante.
La respuesta de Carrió
A pesar de los múltiples intentos de "Palomas", "Halcones" y radicales de frenar a la ex diputada, la respuesta de Carrió al cónclave amarillo y a los mensajes de Morales no se hizo esperar demasiado, y el domingo por la tarde publicó un tweet donde redobló la apuesta y trató de imbéciles a quienes la cuestionan:
"La imbecilidad según la Real Academia es la absoluta falta de entendimiento. Lo que causa escándalo no es el mensajero ni su tono, es su estilo 'poco patriarcal'. Lo que causa escándalo es la verdad. Besos", escribió.
La imbecilidad según la Real Academia es la absoluta falta de entendimiento. Lo que causa escándalo no es el mensajero ni su tono, es su estilo “poco patriarcal”. Lo que causa escándalo es la verdad. Besos.
— Elisa Lilita Carrió (@elisacarrio) August 14, 2022