Megacausa Zona 5: Comenzó el último de los alegatos, a cargo de la defensa oficial

En el marco de la Megacausa Zona 5, el pasado jueves 26 de junio, concluidos los alegatos de las defensas particulares, dio comienzo el alegato a cargo de la Defensa Oficial. La misma, representada por el abogado Gustavo Rodríguez y la abogada Cintia Bonavento, se encamina a la culminación del juicio de Lesa Humanidad más grande de la Provincia de Buenos Aires.

La misma se llevó adelante de manera enteramente telemática, y fue la centésima trigésima séptima audiencia en el marco de la Megacausa Zona 5, que juzga delitos aberrantes de Lesa Humanidad y que lleva más de tres años de debate.

El turno de la defensa Oficial

Los abogados Rodríguez y Bonavento pertenecen a la defensa pública oficial, defensa que, como marca la constitución, el Estado le otorga a todo reo que no quiere o no puede pagar un abogado particular.

En este juicio tienen a su cargo la representación de catorce (14) de la totalidad de los imputados de esta Megacausa. Es decir, catorce imputados son representados gratuitamente por el Estado Nacional Argentino, como parte de los derechos que les asisten.

Ellos son: Andrés Raúl Esteban, Del Pino Enrique José, Ferreyra Carlos Alberto, Flores Vicente Alfredo, Gutiérrez Velasco Martín, Lavayén Arsenio, Maidana José Antonio, Masson Jorge Aníbal, Páez Osvaldo Bernardino, Rey Pardelas Alberto Daniel, Seghigi Antonio Miguel, Videla Eduardo Carlos, Villanueva Carlos Enrique y Brunello Roberto Carlos.

En este último tramo de alegatos, y a modo de esquema, la defensa pública comenzó sentando el lineamiento general que tendrá su exposición a lo largo de toda su intervención.

Para comenzar su alegato, realizaron un repaso general de lo acontecido en el juicio y sus antecedentes, según sus palabras, para proseguir luego con el planteamiento de extensión de la acción penal de los hechos, la prescripción y el agotamiento del plazo razonable.

Así mismo, plantearon la inaplicabilidad de la figura del crimen de genocidio para posteriormente avanzar en las defensas individuales de cada uno de los acusados.

Descalificaciones “respetuosas”

La introducción contó con solapadas descalificaciones hacia víctimas y testigos, algo habitual en las defensas, aunque en este caso aclarando que se hacía con el debido respeto que le merecían las mismas. Tampoco se ahorraron apelaciones negacionistas y la referencia a la consabida teoría de los dos demonios con el eufemismo de “los dos bandos” o las “víctimas de ambos lados”, e incluso apoyándose en fundamentación dada por las defensas particulares.

Al igual que la defensa particular, hicieron mención de supuestas pruebas “falsificadas o adulteradas”, siendo que dicha documentación es prueba perteneciente a las fuerzas militares. Tampoco faltaron los ataques y críticas al Ministerio Público Fiscal que cumplió con su acusación de manera precisa, detallada y con un amplio marco probatorio.

¿Qué es la Teoría de los dos demonios?

Ante la recurrente mención de la “teoría de los dos demonios” por parte de las defensas, es necesario aclarar a qué se refieren con dicha enunciación.

La “teoría de los dos demonios” es aquella que señala la supuesta existencia de dos violencias enfrentadas: la de la guerrilla por un lado y la de las Fuerzas Armadas del Estado por el otro, y ubicando a la guerrilla como quien inició dicha violencia a la cual las Fuerzas Armadas “respondieron”.

A estas “dos violencias” la teoría las equipara en responsabilidad histórica y sobre todo en simetría de métodos y fuerza represiva, y coloca a la sociedad como ajena e ignorante de lo que ocurría.

Lo primero que destruye el endeble argumento de la Teoría es la falacia de equiparar la fuerza represiva estatal con la guerrilla.

La primera contaba no solo con todo el armamento y estrategia militar que utilizó, sino también con todo el aparato comunicacional y judicial para llevar adelante el exterminio. Allí parte de la sociedad también se hallaba comprometida con el exterminio.

Además, para marzo de 1976, las guerrillas en nuestro país se hallaban claramente cercadas y disminuidas en su número, luego de diferentes operativos y masacres cometidos por las Fuerzas, siendo el más numeroso el Operativo Independencia de la Provincia de Tucumán.

Lo que quedaba de las organizaciones armadas como ERP y Montoneros fueron acorraladas y diezmadas en los primeros meses de producido el golpe, donde la mayoría de sus miembros fueron secuestrados, torturados salvajemente, violados, asesinados, desaparecidos y apropiados sus hijos.

Cintia Bonavento

Todos estos actos no encuadran ni en una “guerra interna” ni en “dos violencias enfrentadas”, sino más bien en un exterminio de parte de un solo demonio: el Terrorismo de Estado, cuando es el Estado precisamente quien tiene que velar por el resguardo y la seguridad de toda la ciudadanía, incluso de quienes podrían cometer delitos.

Luego de aniquilada la guerrilla, la mayoría de las víctimas que sufrieron igual suerte de secuestros, torturas y desapariciones eran militantes políticos, sociales, estudiantes universitarios, secundarios, académicos, gremialistas y obreros que se oponían al régimen sanguinario impuesto. No eran ningún demonio.

En cuanto al inicio de la violencia, claramente no fue en 1976 ni en los años previos. La historia es muy clara y contundente en su recorrido: desde la segunda mitad del siglo XX, la violencia y represión política en Argentina fueron una constante. Basta mencionar los bombardeos en la Plaza de Mayo en 1955 donde masacraron cientos de civiles, o los fusilamientos de José León Suárez durante la dictadura de Aramburu, el Plan Conintes del gobierno de Frondizi, el accionar represivo de la “Revolución Argentina”, entre otras.

Gustavo Rodriguez

También se puede ir más atrás en la historia y la encontramos plagada de violencia entre “dos bandos”, o más bien entre dos proyectos diferentes de país y de repartición de las riquezas, porque la finalidad siempre ha sido implementar planes económicos desfavorecedores para las grandes mayorías populares y enriquecedores para una selecta minoría. Casi siempre las Fuerzas Armadas fueron la mano de obra que realizó el trabajo sucio.

En los últimos años han encontrado, lamentablemente, otro método más persuasivo como es el voto para implementar los mismos planes económicos de miseria planificada.

En el último tramo de la audiencia, la abogada Cintia Bonavento planteó la inaplicabilidad, según esa defensa, de la figura del crimen de genocidio para posteriormente avanzar con el análisis defensivo del primero de los imputados, Carlos Alberto Ferreyra.

Carlos Alberto Ferreyra

Centésima trigésima séptima audiencia de la Megacausa Zona 5 (26 de junio de 2025)

¿Cuándo continúan las audiencias?

La próxima audiencia se realizará el día jueves 3 de julio, desde las 9:30 o 10 horas aproximadamente, de manera exclusivamente virtual, modalidad que se sostendrá hasta nuevo aviso, donde proseguirá el alegato de la defensa de los genocidas.

Las audiencias se pueden observar en el canal de YouTube del Poder Judicial, de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, y también en el micrositio de la Megacausa Zona 5 en El Ágora Digital.

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