Megacausa Zona 5: “Los guardias eran quienes aseguraban el cautiverio en extremas condiciones”

Se llevó adelante una nueva audiencia en la Megacausa Zona 5, en la que la fiscalía detalló las responsabilidades de los imputados que funcionaron como guardias en el Centro Clandestino “La Escuelita”.

El pasado jueves 5 de septiembre se llevó adelante una nueva jornada de alegatos por parte del Ministerio Público Fiscal en el marco de la Megacausa Zona 5. En la centésima sexta audiencia, la fiscalía comenzó a detallar las responsabilidades de los imputados que oficiaron de guardias en el Centro Clandestino La Escuelita.

El juicio en el que se juzga a 36 imputados por los crímenes contra 320 víctimas en la ciudad de Bahía Blanca tendrá su próxima ornada de alegatos, por excepción, el día martes 10 de septiembre en lugar del jueves, como es habitual.

Las audiencias anteriores los fiscales habían desarrollado las responsabilidades de los acusados que revistaban en el ámbito del Estado Mayor del Comando, en el área de Inteligencia, Operaciones, de la Agrupación Tropa (que eran el grupo de Tareas de la subzona 51) y las responsabilidades de oficiales y suboficiales del destacamento de Inteligencia 181.

Paralelamente, se desarrolló la implicancia de todas estas áreas en relación al Centro Clandestino “La Escuelita”, y en esa línea los fiscales evaluaron la responsabilidad de las personas que se desempeñaron como “Guardias en el CCDT y E.

Consideraciones Comunes

El mantenimiento en cautiverio de las víctimas en los Centros Clandestinos era uno de los principales rasgos sistemáticos, como ya se ha probado en numerosas oportunidades. En la región de Bahía Blanca se destacó el CCDT y E La Escuelita, perteneciente al Comando de Ejercito, ya que por allí pasaron la mayor cantidad de personas secuestradas.

El núcleo común del centro clandestino era la extracción compulsiva de información mediante la tortura y el quiebre moral de las victimas por las condiciones inhumanas de permanencia en el espacio.

La etapa siguiente era el destino final de las personas, que podía ser: la liberación, la liberación mediante el blanqueo (es decir, pasar a prisión legal), la muerte a través de los falsos enfrentamientos, o -en los casos más crueles- la muerte y la desaparición de los cuerpos.

El quiebre moral como parte del Plan Sistemático

Durante la audiencia, la fiscalía destacó que por lo escuchado durante los diferentes relatos de los sobrevivientes, la tortura es el tema sobre el que más les cuesta hablar, y que ello tiene que ver con el estrés post traumático del que aun persisten sus secuelas.

Las condiciones de permanencia en los Centros del horror también constituyeron una tortura en sí misma debido a los padecimientos que debían soportar las víctimas, quienes eran atados, tabicados, expuestos al frio extremo, al calor extremo, a los insectos, al hambre, a la falta de agua y de higiene.

A esto se suma el hecho de estar a merced de los genocidas que allí se encontraban, como era el caso de los guardias, quienes propinaban maltratos y abusos sobre los cautivos.

“Debemos tener en cuenta que estas condiciones extremas e inhumanas de cautiverio no fueron producto de una saña irracional, o de la depredación de los sujetos que actuaban en este espacio, sino que formaba parte del Plan Criminal de Inteligencia y acción psicológica: tenía que haber un quiebre moral para extraer la información” detalló el fiscal Pablo Fermento.

Los Guardias del Centro La Escuelita

Al caracterizar a los guardias, los sobrevivientes remarcaron que estos tenían baja graduación, escasa cultura, eran ajenos a Bahía Blanca, tenían diferente preparación con los interrogadores, usaban alias para cubrir su clandestinidad, rotaban periódicamente, eran enviados en “comisión” desde su lugar de origen y tomaban diversos roles.

Cabe señalar que algunos asumían el rol de “buenos” y otros de “malos” para manipular las víctimas.

Además, eran los guardias quienes llevaban a las víctimas a las sesiones de tortura, cuidaban que no se desataran ni pudieran ver, las golpeaban, las llevaban al baño, permanecían dentro del baño con las mujeres y también abusaban de ellas.

“Los guardias aseguraban el cautiverio en extremas condiciones”, destacó el fiscal, quien indicó que “también fueron quienes presenciaron los partos de las criaturas nacidas en cautiverio y tenían vía libre de sus superiores para cometer cualquier acto sobre las personas cautivas”. “Los trataban como si no fuesen humanos”, completó.

Con posterioridad, la fiscalía comenzó a detallar las responsabilidades y los elementos probatorios existentes para cada uno de los imputados de este juicio que accionaron como guardias en el Centro Clandestino.

Se trata de Bernardo Artemio Cabezón, quien ya posee una condena a perpetua en una causa anterior de Bahía Blanca; Raúl Artemio Domínguez (alias “El Abuelo”), con dos perpetuas previas; Arsenio Lavayen (alias “Zorzal”), con una condena a perpetua previa; Desiderio Andrés González (alias “Perro”), con una perpetua anterior; y José Marcelino Casanovas, quien llega a juicio por primera vez.

José Marcelino Casanovas

Además, la fiscalía recordó otros guardias del Centro Clandestino ya juzgados en juicios anteriores, como el caso de Fernando Videla, Felipe Ayala, Gabriel Cañicul y José María Martínez, todos ellos condenados y fallecidos.

Cabe señalar que sin condena fallecieron también otros guardias, como es el caso de Armando Barrera, Alias Pato, Verdun, Contreras y Panguilef.

Todos estos acusados fueron traídos a Bahía Blanca exclusivamente para actuar como guardias del Centro Clandestino La Escuelita. Nunca tuvieron ninguna otra función y la fiscalía demostró sin lugar a dudas que cometieron los delitos de Lesa Humanidad que se les endilgan y por lo cual muchos de ellos ya fueron debidamente condenados en juicios anteriores.

Centésima sexta audiencia de la Megacausa Zona 5 (5 de septiembre de 2024)

¿Cuándo continúan las audiencias?

La próxima audiencia se realizará el día martes 10 de septiembre, en la sede del Tribunal Oral Federal en Chiclana y Lavalle, cuando se continuará con el alegato del Ministerio Público Fiscal. Esta vez, por excepción, desde las 10 horas.

Cabe recordar que los juicios son orales y públicos, y puede concurrir cualquier persona que así lo desee presentando su DNI.

Además, las audiencias se pueden observar en el canal de YouTube del Poder Judicial, de la subsecretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, y también en el micrositio de la Megacausa Zona 5 en el Ágora Digital.

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