María Eugenia Vidal ya avisó que quiere mantener su influencia en la provincia y desde allí convertirse en la líder de la oposición. Vidal quiere quedarse con la vicepresidencia de la Cámara de Diputados provincial, la cual posee poder de veto sobre importantes decisiones que realiza el presidente de la Cámara Baja.
Hasta hace unos pocos meses, la gobernadora saliente era ficha puesta por muchos para reemplazar a Mauricio Macri. Hoy, después de la contundente e inesperada derrota, María Eugenia Vidal se esperanza con imponer sus “casi 40 puntos” para ratificar su liderazgo y mantener la unidad de la variopinta alianza Cambiemos.
El escenario de mayor fortaleza política para Juntos por el Cambio en la Provincia es, sin lugar a dudas, el Senado provincial. Allí el oficialismo saliente poseerá 6 bancas más que el Frente de Todos, concretamente, Vidal tendría 26 senadores y Axel Kicillof 20 representantes.
Por el contrario, en la Cámara Baja, 46 diputados responden al Frente de Todos, mientras que Cambiemos por el momento se anota 43 legisladores, aunque ya esperan algunas fugas.
El interés de María Eugenia Vidal en la vicepresidencia de la Cámara de Diputados
Para que Vidal se pueda anotar ese capital como propio, deberá imponerse en la elección de las nuevas autoridades. Se trata de una negociación que ya comenzó y que debe estar cerrada para el momento que asuman diputados y senadores provinciales.
La estrategia de María Eugenia Vidal será la de ejercer un conntrapoder en la Legislatura para condicionar al gobierno de Axel Kicillof. Bajo el discurso de una “oposición constructiva” no condicionará el grueso de los actos de gobierno, sino que buscará condicionar la sanción de leyes claves a la negociación por lugares de poder en el gobierno provincial.
Existen una serie de organismos provinciales con cargos que corresponden a la oposición. Vidal buscará ejercer su poder para tener la lapicera de quiénes sean designados por la oposición. Con la chequera del Estado Provincial, la gobernadora saliente liderará la oposición a base de contratos.
Para lograr su cometido, como primer paso tiene en mente lograr la designación de alguien de su extrema confianza en la vicepresidencia de la Cámara de Diputados. La Cámara Baja provincial tiene un sistema de doble firma (presidente y vicepresidente) que en la práctica funciona como un sistema de veto por parte del vicepresidente a un sinnúmero de decisiones del presidente.
Con el control de la Cámara Alta con la fuerza de los números y de la Cámara Baja con el poder de la doble firma, desde el propio entorno de María Eugenia Vidal se entusiasman y dejan trascender que “sin nosotros no funciona la Legislatura”.
Por otra parte, el elegido de Vidal para ejercer la vicepresidencia de diputados es Alex Campbell, subsecretario de Asuntos Municipales de su gobierno, e inicialmente el elegido para ser presidente de la Cámara Baja en caso de una eventual reelección de la gobernadora, que nunca llegó.
No obstante, Campbell es resistido por el mismo bloque de Cambiemos por los ninguneos durante más de tres años de gestión. También por haber acumulado poder en el armado de listas, relegando la representación de los intendentes. Hay heridos de todos los colores, incluso Jorge Macri que no pudo anotar el nombre de César Torres para que renueve su cargo como diputado.
Ahí entra en juego la UCR, que aporta la mayor cantidad de intendentes a las filas de Juntos por el Cambio. Hoy por hoy parece ser poco más que un partido sin candidatos de proyección provincial que está decidido a apoyar a Vidal a cambio de espacios de poder en la legislatura, así como en los organismos provinciales con asientos para la oposición.
Vidal preferiría que ese lugar fuera para Campbell pero lo más probable es que vuelva a ceder ante la UCR como sucedió en el cierre de listas de senadores provinciales en la sexta sección electoral.
La UCR buscará imponerse hacia dentro de Juntos por el Cambio
En la sección que engloba al sudoeste boanerense, la senadora Nidia Moirano buscaba encabezar la lista secundada por Andrés de Leo, de la Coalición Cívica. No obstante, eso dejaba al candidato de la UCR, David Hirtz, en un cuarto lugar, con expectativas de no llegar a ingresar a la Cámara Alta.
Los radicales manifestaron que ese lugar les pertenecía, dado que lo ejercía Horacio López, senador y ex intendente de Puan, y efectivamente, tras su retiro, el partido radical lo propuso a Hirtz, intendente de Adolfo Alsina.
La cuestión finalmente se zanjó ya que terminó encabezando De Leo, seguido por Moirano, para que respetando la paridad en las listas, David Hirtz quedara tercero. Como consecuencia, la senadora PRO Julieta Centeno quedó en cuarto lugar.
Finalmente, Juntos por el Cambio triunfó holgadamente en la sexta sección pero el Frente de Todos acortó fuertemente una distancia histórica mayor y en consecuencia sólo ingresaron tres legisladores por Cambiemos, lo mismo que por el peronismo. De este modo, la UCR conservó su lugar, mientras que Centeno quedó fuera de la Legislatura.