Hasta el momento, María Eugenia Vidal no hizo ningún tipo de comentario sobre la fórmula Kicillof-Magario, sus principales contendientes en la carrera para la reelección al frente del principal distrito electoral del país, la provincia de Buenos Aires. En el plano público intenta mostrar que competir mano a mano contra Axel no la afecta, aún así quienes la tratan asiduamente comentan que la oficialización de la candidatura de Kicillof le cayó como un baldazo de agua fría.
Si bien la fórmula no es una sorpresa y ya hace tiempo que se barajaba una posible candidatura del diputado nacional, desde la gobernación daban por descontado que la presión de los intendentes del PJ daría por tierra con una opción “más kirchnerista que peronista”.
A la mandataria bonaerense todavía la separa de la línea de la desesperación la provisión de encuestas que aún la muestran bien posicionada y competitiva. No obstante, sabe que Macri será un pesado lastre en la campaña, en especial en el conurbano y más específicamente en la tercera sección electoral, donde entre la figura presidencial oscila entre los 10 y 15 puntos, dependiendo el distrito.
Como si fuera poco, la usina electoral de Cambiemos viene realizando “focus groups” que arrojan un dato revelador: entre los más jóvenes se da un fuerte rechazo de la política tradicional, pero miran con buenos ojos a Axel Kicillof y muchos de ellos lo ven como alguien “propio”. Concretamente, se trata de la franja etaria que va desde los 16 a los 24 años.
La mejor síntesis que permite vislumbrar la supuesta visión “anti política” de estos jóvenes, se puede analizar la frase de una de las jóvenes que participó de uno de los sondeos. “No me dice nada un gil con globos o tomando un mate. Prefiero que me digan qué van a hacer y que me expliquen como. Basta de frases vacías”.
A modo de cierre, cabe recordar que en las elecciones de octubre, más de un millón de argentinos votará por primera vez.
