Un decreto que lleva la firma del presidente Mauricio Macri, el Jefe de Gabinete Marcos Peña y el Ministro del Interior Rogelio Frigerio, prohíbe que fórmulas de distinta denominación partidaria compartan lista en diferentes rangos, poniendole fin a la posibilidad de presentar listas de adhesión (vulgarmente conocidas como “colectoras”) y listas espejo.
Con esto, la gobernadora María Eugenia Vidal busca impedir que una fórmula única para gobernador acompañe el cuerpo de diversas candidaturas nacionales, mediante la utilización de una “lista espejo”, en la que los candidatos a gobernador se “reflejen”. También se eliminan las listas de adhesión o colectoras, que permitía que una lista pudiera “engancharse” de otra de distinta denominación.
Estas modalidades fueron utilizadas tanto por el kirchnerismo, como por ejemplo lo que fuera la lista de adhesión en Buenos Aires en 2011 que le permitió a Martín Sabbatella competir con la denominación “Nuevo Encuentro” cuyo tramo nacional era el del Frente para la Victoria. También Cambiemos y el massismo utilizó estos ingenios, más concretamente la “lista espejo” como la que utilizó el actual gobernadora Gerardo Morales, quien aparecía como candidato de Cambiemos y el massismo simultáneamente.
El decreto de Macri, a poco más de 60 días del cierre de listas, viene a desarticular el acercamiento del massismo a la unidad del peronisno y el kirchnerismo, y no es más que un acto de supervivencia política y una devolución de favores a la gobernadora que supo ceder el desdoblamiento electoral para acompañar al presidente.
