El “impuestazo” que los medios masivos de comunicación le achacan al gobernador Axel Kicillof solamente alcanzaría a 200 terratenientes de la Provincia de Buenos Aires. Se trata de familias con apellido de tradición y billetera holgada. Con ese dinero, Kicillof propone redistribuir la riqueza de la provincia, para ponerla de pie.
Algunos son apellidos que se asocian con empresas como Bunge y Borg. Pueyrredon. Fortabat, otros que remiten a la geografía provincial como Anchorena o Pereyra Iraola, y otros directamente son nombres de la política como Bullrich o Larreta.
Estos son algunos de los apellidos de los 200 terratenientes que deberían pagar un aumento del 75% en el impuesto inmobiliario con la Ley Impositiva que impulsa en Frente de Todos y que usaron sus influencias para evitarlo, llegando al punto de poner al país en riesgo de default.
Axel Kicillof recibió una provincia quebrada y necesita dinero para poder pagar los sueldos de docentes, médicos y policías. Para esto decidió sacar el dinero de los sectores más pudientes y que fueron beneficiados en los últimos 4 años a costa del resto de la población.
En 2019, la inflacion estuvo por encima del 50% y Axel decidió que el impuesto inmobiliario se actualice con el mismo margen, para que los ingresos reales de la provincia no caigan.
Además, determinó un sesgo progresivo, para que los que menos tienen paguen menos, y aquellos sectores más pudientes sean los que más entreguen.
Concretamente, el gobernador Kicillof pretende que 200 terratenientes bonaerenses sean quienes “pongan el hombro” pagando un aumento del 75%. De esos 200 terratenientes, 35 familias tienen más de 20 mil hectáreas. Contrariamente, los sectores más humildes sólo pagarán un 15% más, muy por debajo de la inflación.
En promedio, dos de cada tres habitantes de la provincia pagarán máximo 120 pesos por mes. A todas luces, se trata de un monto mucho menor que los 350 pesos que hubiera aumentado el servicio de electricidad, si Axel no hubiera anulado el último tarifazo de María Eugenia Vidal.
Además, en 2018, la entonces gobernadora María Eugenia Vidal actualizó el impuesto inmobiliario según la inflación de 2017 que era sólo del 27%.
Entonces, dispuso un revalúo de todas las propiedades por igual y en un 900%. Esto significó un aumento del impuesto inmboliario de un 100% para las propiedades de valores más bajos y sólo un 60% para las de mayor valuación.