La excarcelación del esposo de Píparo quedó en suspenso. La defensa de los motociclistas atropellados apeló el fallo de la jueza Marcela Garmendia.
La excarcelación de Juan Ignacio Buzali, el esposo de la legisladora macrista Carolina Píparo, fue apelada y la prisión domiciliaria no se podrá concretar hasta que la Cámara defina el recurso presentado por el abogado defensor de los motociclistas atropellados, informaron fuentes judiciales.
El letrado Martín de Vargas apeló en las últimas horas, tal como lo había anticipado, la concesión del arresto domiciliario y ahora la Cámara dispondrá de diez días para analizar el incidente.
Martín de Vargas objetó judicialmente la decisión de la jueza de Garantías de La Plata Marcela Garmendia, la que le había concedido la prisión domiciliaria a Juan Ignacio Buzali controlada por una tobillera por el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
La causa investiga el atropello en las calles del barrio La Loma de La Plata por parte del marido de Carolina Píparo a dos jóvenes que resultaron heridos en las primeras horas de 2021, en un confuso episodio, en el que Buzali explicó que supuestamente habían sufrido un violento robo minutos antes.
Por esta razón Buzali pasa sus días desde el 9 de enero en la Alcaidía de Olmos, acusado de doble intento de homicidio.
Sin embargo, el jueves pasado, la magistrada Marcela Garmendia le había concedido la prisión domiciliaria, que cumpliría en una casa en el country Grand Bell, donde Juan Ignacio Buzali presentó una serie de certificados y recibos de sueldo de la empresa YPF, donde trabaja hace 15 años, para demostrar arraigo.
La decisión de la jueza incluyó “la prohibición de conducir vehículos automotores” y obliga a Buzali a “la realización de tratamiento psicológico por vía remota”.
No obstante, la jueza Garmendia, en el párrafo final de su resolución, aclaró que la prisión domiciliaria “se hará efectiva una vez que adquiera firmeza”.
El hecho por el que está detenido Buzali ocurrió la madrugada del 1 de enero de 2021 cuando su esposa denunció que fue asaltada por tres parejas de “motochorros” en la calle 47, entre 15 y 16, en momentos en que su marido estacionó para dejar a su padre en su casa.
Según la legisladora, cuando se dirigía con su esposo a realizar la denuncia a bordo de su Fiat 500L negro con techo blanco, volvieron a ser interceptados por motociclistas y creyeron que eran los mismos que los habían asaltado.
En la calle 21 y 40, Buzali chocó por detrás a una de las motos en la que viajaban dos jóvenes a los que dejó tirados en el piso pese a las lesiones que habían sufrido.
Buzali y su esposa continuaron con la fuga y comenzaron a ser perseguidos por otros jóvenes en moto, hasta que finalmente detuvieron su marcha frente a varios móviles que participaban de un control de tránsito.