Desde que terminaron las elecciones legislativas de 2017, desde Unidad Ciudadana se había trazado como objetivo lograr la unidad de la oposición para las elecciones de este año. Ese fue el designio que el senador provincial Federico Susbielles señalaba tanto en declaraciones públicas como en charlas con la ciudadanía y reuniones con la militancia. Finalmente, el esfuerzo dio sus frutos y en Bahía Blanca se logró la unidad.
Se trata de uno de los mejores escenarios posibles para la oposición, que llevará a Federico Susbielles como candidato de unidad para ocupar el Sillón de Bordeu. No sólo se evitó una contienda con Marcelo Feliú, sino otros candidatos mucho menos competitivos depusieron sus candidaturas, al tiempo que la “tercera vía” no se consolidó con una candidatura de peso en espacio de Lavagna.
Unidad con Marcelo Feliú
Marcelo Feliú fue el último candidato a intendente del peronismo bahiense, en 2015, y luego en 2017 participó de la aventura randazzista. Si bien la lista del Frente Cumplir del ex ministro del interior fue un fracaso, en Bahía Blanca, Marcelo pudo salvar la ropa y logró colocar 3 concejales, a pesar de salir tercero.
Su regreso al Concejo Deliberante se orientaba, en teoría, a que sea el paso previo a su candidatura a intendente en estas elecciones. Desde entonces, tanto desde su espacio como desde Unidad Ciudadana, comenzó un acercamiento muy fuerte con la finalidad de lograr la unidad y la fuerza necesaria para derrotar a Héctor Gay en las urnas.
Sin embargo, desde el macrismo bahiense pronosticaban que Feliú finalmente privilegiaria su posición personal por sobre la unidad del peronismo, en un contexto que el actual candidato a senador provincial era bombardeado con operaciones mediáticas que lo proponían como el candidato de la “ancha avenida del medio”, yendo por la intendencia en la boleta de Roberto Lavagna.
Nada de esto pasó y Marcelo privilegió la unidad. De ocho concejales de su espacio que renuevan su banca, no tuvo reparos en conformarse con colocar sólo dos nombres en la lista que encabeza Federico Susbielles y el propio en el tercer lugar de la lista de senadores provinciales.
El enojo de los amarillos
La fantasía de que Marcelo Feliú destruiría en unas pocas horas la unidad que venía tejiendo con el resto del peronismo sedujo a más de un funcionario de Héctor Gay. Cuando la realidad finalmente se impuso, no hubo otra reacción que tirar piñas al aire en respuesta a un golpe de realidad que no vieron ni quisieron ver.
Cuatro elecciones representando al kirchnerismo, y se ofenden cuando le dicen “k”, van por la quinta…venian a pensar bahía y aportar su experiencia y en menos de dos años se quieren rajar. Que difícil me resulta comprenderlos…
— Nicolas Vitalini (@nicovitalini) 23 de junio de 2019
Uno de los más llamativos mensajes fue el del presidente del Concejo Deliberante, el macrista Nicolás Vitalini, que a todas luces se refirió al hecho en un claro arrebato pasional. “venian a pensar bahía y aportar su experiencia y en menos de dos años se quieren rajar” escribió en su cuenta de Twitter, contrastando con su estilo calmo, por no señalar la falta de preposiciones y la sintaxis desprolija.
Respeto a todo aquel que banca y sostiene una idea,un modelo, por más que se encuentre en las antípodas de mi pensamiento. Me cuesta mucho hacerlo, los que sostienen un discurso y actúan totalmente diferente, que venden algo opuesto a lo que son. Gran Ordenador el tiempo…
— Nicolas Vitalini (@nicovitalini) 23 de junio de 2019
También se mostró indignado por la elección de Feliú, luego de haber dado cuenta que llevaba “cuatro elecciones representando al kirchnerismo”. Aunque Feliú difícilmente sea un kirchnerista puro (si es que esa construcción mediática tiene algun referente claro y distinto), el actual concejal siempre evitó realizar críticas destructivas al peronismo kirchnerista.
Algunos venían de La Plata a construir el futuro de Bahía y terminaron arreglando de nuevo con el pasado K por un cargo. Ahora con qué excusa? Eso es lo que son.
— José López (@joseiglopez) 23 de junio de 2019
Otro que se refirió a esta situación fue su compañero de bloque, el concejal homónimo del ex Secretario de Obras Públicas, quien aparentemente tuiteó con el manual de estilo de Durán Barba en manos, haciendo un burdo contraste entre el “pasado K” y el “futuro de Bahía”, sin obviar la referencia a los cargos.
Es que en el relato macrista ya no figura la promesa de campaña de “pobreza cero” y hoy el presidente de bloque de concejales de Cambiemos se ufana de que “tenemos la misma pobreza que en 2015” aunque el INDEC haya indicado que durante el último año la cantidad de personas en situación se pobreza se duplicó en nuestra ciudad.
Una sola opción opositora, amplia y plural
El otro gran temor que se generó entre las filas de Cambiemos luego del cierre de listas fue a raíz de que virtualmente no hay una tercera opción.
El intendente Héctor Gay competirá por su reelección, a pesar de haber manifestado que preferiría buscar un lugar más tranquilo como una banca en la legislatura provincial. Con mayor seguridad y con un objetivo contrapuesto, el senador provincial Federico Susbielles lanzó su candidatura formalmente en febrero y la ratificó en mayo, tras el lanzamiento de la fórmula Fernández-Fernández y buscará llegar a ser el próximo intendente de Bahía Blanca.
La esperanza que abrigaban en el Municipio de Bahía Blanca era que Feliú compitiera por el espacio de Lavagna, o -que en su defecto- lo hiciera algún otro peronista con votos y nivel de conocimiento público. De este modo, se abriría una tercera vía, un “avenida del medio” lo suficientemente “ancha” para restarle al peronismo de Susbielles, pero más angosta que la cosecha electoral del oficialismo.
Ni siquiera pudieron conformarse algunas protocandidaturas que sonaban más en las redes sociales que entre las y los vecinos, como la de Luciano Martos, más ávido en criticar a los propios que a los ajenos, o espacios marginales como Barrios Populares, luego rebautizado como “Comunidad Organizada” tras el fallido intento de apropiarse de las movilizaciones contra los tarifazos, generando por el contrario, la desmovilización vecinal que había logrado un conjunto de vecinas y vecinos de la ciudad. Tampoco la del científico y ex Secretario de Ciencia y Técnica, Alejandro Curino, un cuadro técnico de gran relevancia para la ciudad, que no obstante, su candidatura era fogoneada por sectores periféricos del kirchnerismo para presionar por lugares en las listas.
Después de una larga novela de encuentros y desencuentros entre Roberto Lavagna y Margarita Stolibzer, el frente conformado localmente por Integración Ciudadana y el GEN decidió bajar la candidatura de la abogada María de los Ángeles Rosón y Consenso Federal improvisó a María Rosa Cuadro como candidata. Al parecer, ninguno de los dos mueve el amperímetro, pero podría llevarse algunos puntos porcentuales que saldrían de los desencantados de Cambiemos.
También competirá por la intendencia el ultraizquierdista Néstor Conte, tradicional candidato del Partido Obrero, que participará por el FITU junto al PTS y otras fuerzas de izquierda liberal, en lo que se espera que sea una elección que les dejará un caudal relativamente más magro que a lo que acostumbran, debido a la fuerte polarización del electorado y más aún, a partir de la inclusión de sectores de izquierda en el Frente de Todos.
Como candidatura espejo aparece la del espacio ultraderechista “Frente Patrióta” referenciado en el filonazi Alejandro Biondini en el plano nacional y localmente por Guillermo Rául Álvarez. Biondini participó de reuniones en Casa Rosada sobre el inicio del gobierno de Macri y podría llevarse una porción de su electorado más derechoso y desencantado con la gestión Cambiemos.