Antes de comenzar con su columna, Nicolás se refirió se sobre la presentación de un petitorio al rector de la UNS, Daniel Vega, para que la universidad brinde transporte gratuito a las y los estudiantes que deseen participar del acto organizado por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, en el predio donde funcionara el Centro de Detención Clandestina “La Escuelita”, en el camino de la carrindanga.
“Es algo que nos gustaría mucho ya que la Universidad ha mantenido un determinado compromiso con los Derechos Humanos y desde 2011 los Juicios por Delitos de Lesa Humanidad se realizan en su sede principal y tiene una Subsecretaría de DDHH para generar políticas universitarias” en esa materia.
La nota fue presentada con su rúbrica junto a la de Nahuel Blanco (estudiante de Derecho) aunque representa el saldo organizativo de las acciones llevadas en conjunto durante 2018.
En su columna se refirió a los hitos del movimiento estudiantil durante 2018, remarcando que junto con el movimiento feminista le “marcaron la cancha a la oposición” y “fueron dos grandes pilares de esperanza”.
“Desde 2001 no se tomaba una institución educativa en Bahía Blanca” y eso sucedió el pasado 28 de agosto cuando ocurrió la toma de las Escuelas Medias de la Universidad Nacional del Sur (EMUNS). La decisión fue tomada por una asamblea interclaustros e interestudiantil a raíz de que las entidades gremiales universitarias reclamaban mejoras salariales, el cumplimiento de las partidas presupuestarias y también la mejora de la infraestructura de las escuelas de Provincia.
De la asamblea participaron más de 200 personas y tras la toma se organizó una marcha en sintonía con la movilización nacional organizada por los gremios de docentes universitarios, tema que quedó pendiente para la próxima columna.