En la que fue su primera entrevista formal como candidato, Luis “Luly” Calderaro, jefe de Gabinete de Bahía Blanca y candidato a diputado nacional por Fuerza Patria, dialogó con Juani Guarino en El Ágora 2025, y recorrió su trayectoria desde una infancia marcada por la vocación de servicio hasta su rol actual en la gestión de una ciudad atravesada por las catástrofes.
Con duras críticas al “abandono” del gobierno de Javier Milei y un llamado a construir políticas de Estado, Calderaro delineó su visión para representar en el Congreso a una ciudad que, asegura, debe recuperar su lugar en el ámbito nacional.
“En el aula como en la vida, se educa con el alma”
Consultado por sus inicios en la política, Calderaro retrocedió a su infancia en Chivilcoy, marcada por la figura de su madre, asistente social. “A mí me tocaba acompañarla a los barrios“, recordó, contando cómo esa experiencia de ver de cerca la necesidad y la vulnerabilidad fue forjando su vocación.
“Ella siempre me decía que en el aula como en la vida se educa y se enseña con el alma. Y un poco la docencia siempre fue el significante que ha llevado mi vida y la vocación de servicio”, confesó.
Tras estudiar en la universidad pública, a la que le atribuye ser la persona que es hoy, llegó a Bahía Blanca en la crisis de 2001. Allí, junto a un joven Federico Susbielles, dieron sus primeros pasos en la militancia social con la agrupación “Manos a la Obra”, organizando comedores y roperos comunitarios.
“Lo que decía Fede en esa época era que nosotros teníamos que animarnos a pasar a la política y dar la pelea en el lugar donde se tenían que dar las peleas”, rememoró, marcando el inicio de un camino que lo llevaría a ocupar roles clave en el Senado bonaerense, el Ministerio de Educación de la Nación y el Consejo de la Magistratura.
Gobernar en la catástrofe: “Bahía es una ciudad enormemente solidaria”
Calderaro definió su actual rol como jefe de Gabinete como “el cargo más importante” de su vida por la cercanía con los problemas cotidianos. Una tarea que se vio drásticamente redefinida por las dos catástrofes que golpearon a la ciudad.
“A los cuatro días de asumir pasó el temporal del 16 de diciembre y eso de alguna manera lo cambió todo”, afirmó. Relató cómo un gabinete que apenas se estaba conociendo tuvo que unirse “espalda con espalda” para afrontar la emergencia.
Recordando su experiencia durante la inundación de La Plata en 2013, donde hubo hasta tres comités de crisis y zonas sin control estatal, destacó la respuesta ordenada en Bahía. Atribuyó el mérito a la capacidad de liderazgo del intendente, a la coordinación institucional y, sobre todo, a la comunidad.
“Lo primero que manifestaron [desde la Cruz Roja] era que era la primera vez que veían una catástrofe de grado 1 donde no veían desborde social. Y eso de alguna manera es mérito de la ciudad y también de la cercanía del gobierno (…) mostrando que Bahía es una ciudad enormemente solidaria”.
“El compromiso es con Bahía Blanca”
El candidato de Fuerza Patria fue implacable al describir la relación del gobierno nacional con la ciudad. “Cuesta mucho ver cómo la nación se aleja o se retira de políticas que le son indelegables”, lamentó. Enumeró una larga lista de agravios: el recorte al subsidio al transporte, la promesa incumplida de ayuda a los comerciantes, el veto a la ley de emergencia, la paralización de obras clave como la del “Cholo” y la pérdida del proyecto de GNL.
“Nosotros acá seguimos pidiendo, le pedimos a la dirigencia que se comprometan con Bahía Blanca”, reclamó. Para Calderaro, la disyuntiva es clara:
“¿A quién defendemos? ¿A que cierren los números en la macro? o a que la gente tenga oportunidades, porque la verdad es tener un equilibrio fiscal a costa de déficit sociales, déficit familiares”.
Su crítica se centró en la contradicción de un gobierno que reivindica la libertad pero ataca sus bases, como la educación pública: “¿Uno es más libre o menos libre cuando accede a la educación, cuando accede a la alimentación, cuando accede a la salud?”.
Un diputado para Bahía Blanca
De cara a su posible llegada al Congreso, Calderaro planteó la necesidad de superar los personalismos y construir un consenso para que “Bahía pueda pedir como ciudad”. Su objetivo, explicó, es trabajar para que la ciudad recupere el peso institucional perdido y vuelva a ser esa “Liverpool del Sur que venía a ocupar un lugar en la escena nacional”.
Para lograrlo, cree fundamental diferenciar entre “administrar el municipio” y “gobernar la ciudad”, lo que implica escuchar a todos los sectores para crear políticas duraderas que trasciendan las gestiones. “Sería un honor poder representar a Bahía Blanca en el Congreso Nacional y llevar la voz de Bahía y la región a un lugar donde muchas veces está ausente”, concluyó, enmarcando su candidatura como una herramienta para reconstruir el futuro de la ciudad de cara a su bicentenario.
