Primera parte de la entrevista con el estudiante Jonathan Machuca, de la Coordinadora de Escuelas Artísticas de nuestra ciudad. En esta parte de la entrevista conversamos sobre su ilegal detención, la violencia ejercida por agentes de la policía y qué vivió hasta ser liberado.
Jonathan Machuca es oriundo de Ingeniero White, estudia en el Conservatorio de Música de nuestra ciudad e incluso fue presidente del Centro de Estudiantes. Su nombre tomó relevancia en los medios nacionales cuando el 9 de julio pasado, fue ilegalmente detenido -junto con otre compañere- por la policía en inmediaciones del acto institucional por el Día de la Independencia.
Al momento de su detención se encontraba reclamando por la implementación de la ley de Boleto estudiantil gratuito en nuestra ciudad, y desde la policía se argumentó que habían agredido a los agentes. No obstante, en el registro audiovisual del momento en que ocurrió la detención, no hay margen para fundamentar lo manifestado desde las fuerzas de seguridad.
Los sucesos en torno a la detención de los estudiantes
Jonathan contó que en una asamblea interclaustros habían definido movilizar al acto oficial por el Día de la Independencia portando una bandera con el reclamo por la implementación del boleto estudiantil gratuito.
Al momento de concentrar frente al Palacio Municipal cuenta que “empezamos a ver cosas raras, gente que nos vigilaba”. Posteriormente descubrieron que se trataban de agentes de policía vestidos de civil.
Finamente se trasladaron a Sarmiento y 12 de octubre, donde se encontraba un vallado realizado por el gobierno municipal en tanto el acto se realizaba a dos cuadras, sobre Av. Alem. Policías uniformados les explicaron que no podían pasar porque se trataba de un acto “cívico-militar” y no “político”.
Si bien en un principio les manifestaron que podían permanecer allí, al momento de desplegar la bandera y comenzar a tocar los bombos, fueron abordados por detrás por agentes de policía. El otre estudiante que se encontraba tocando el bombo era menor de edad y fue el que se llevó los peores tratos.
Entonces fue que la policía los abordó masivamente, participando de la detención tanto uniformados como los agentes de civil que antes habían visto en inmediaciones del Palacio Municipal.
La violencia de la policía durante el traslado y en la Comisaría Nº2
Tanto Jonathan como el joven menor de edad fueron trasladados a la Comisaría Nº2 situada en Roca 557. Durante el traslado en el patrullero, Jonatan cuenta que fue golpeado: “me pegan una piña y me aflojan un diente”.
Además narró cómo le doblaron los brazos haciéndole una llave, a pesar de que no ofrecía resistencia. También contó que al menor de edad lo metieron al patrullero agarrándole de los pelos y que también fue golpeado en el interior del vehículo.
Ya en tránsito hacia la Comisaría segunda relató que les decían que los iban a “cagar a palos” y que al bajar los vuelven a reducir a pesar de que en ningún momento ofrecen resistencia. No obstante, en este momento, algunos de los agentes ejercieron su autoridad de manera innecesaria y violenta.
“Acá mando yo, me cojo a los putitos y a los zurdito como vos” cuenta Jonathan que le dijo uno de ellos y reiteró lo que denunciaron al ser liberados, en el sentido de que uno los oficiales le apoyó el pene en la cola al estudiante menor de edad. “Nos decían que nos iban a coger” repitió Machuca y también que les decían “zurdito putito”.
“Cuando entramos a una especie de patiecito dentro del a comisaría, nos empezaron a pechear y a decir ‘dale, dale’ incitándonos a que nosotros les peguemos… para que nos re caguen a palos, para que les demás una excusa… estábamos sólos dentro de la institución”.
El traslado a la Comisaría Nº1 y su liberación sin cargos
“Yo me siento más fuerte que nunca. En ese momento lo que sentí… estaba desorientado” contó, ya que en un principio el abogado del menor logró su liberación pero no la de Jonathan.
“Me dijeron que me iba a quedar toda la noche y que me iban a abrir cargos” explicó y contó que “estaba re triste y estaba asustado, pero en ese momento” escuchó el ruido de la calle de los manifestantes que reclamaban su liberación.
“Yo no estaba sólo, nunca estuve sólo… me daban ganas de llorar pero no de la tristeza sino de la alegría… de decir… estoy acompañado y lo voy a estar siempre… nunca voy a estar sólo… jamás”
Unas horas después se presentó Leandro Aparició que ofició como su abogado y logró que cambie el trato de la policía. “La policía cambió mucho la forma de tratarme” explicó y contó que si bien logró que un médico constate los malos tratos “no me revisaron, solo escribieron lo que yo les decía”.
Posteriormente fue trasladado a la Comisaría primera ubicada en Berutti 650 y de allí lo llevan al “buzón” (léase, donde se encuentran los detenidos). “Me trataron bastante bien, obviamente me gritaban cosas… era el chetito del buzón que estaba vestido distinto” pero contó que la mayoría se solidarizó y que hasta llegaron a cantar la marcha peronista cuando les contó por qué fue detenido.
De allí fue trasladado a la Fiscalía de Gorriti y Vieytes donde la instructora decidió que no correspondía tomarle declaración en tanto no había mérito suficiente para encuadrar su acción en un tipo delictivo. Al poco tiempo Jonathan fue liberado, casi casi, como si nada hubiera pasado.
La denuncia contra la policía por violencia institucional
Tras ser liberado Jonathan, la taba se dio vuelta y Machuca pasó de ser detenido e informalmente imputado, a ser denunciante:
“Con mis compañeres de la Coordinadora Estudiantil Artística y una chica del Centro de Estudiantes de Humanidades hicimos una denuncia institucional… una denuncia contra el comisario (Claudio) Petrizan y contra el comisario de la 2da, hicimos una denuncia contra los policías de civil y un uniformad… por todos estos delitos de abuso de autoridad, de abuso sexual, de detención ilegal… no había porqué detenerme mucho menos pegarme… fue muy extraño todo… por eso decidimos hacer esa denuncia en la Fiscalía”
Sobre el estado de la denuncia contó que “por ahora no hay mucha información” y que según su abogado “va a tardar entre dos y cuatro años” pero igualmente señaló que “queremos que dejen sus cargos los que nosotros denunciamos y se les de algún tipo de condena”.
