Ya desde su anuncio, resultaba extraño que una fiesta en celebración de la llegada de la Primavera se relizara en pleno centro y en invierno. Desde el Municipio no escatimaron en gastos de organización y publicidad, anunciándose con bombos y platillos la celebración que se realizaría frente al Teatro Municipal.
Sin embargo, llegó el día del festejo y la calle frente al teatro se encontraba prácticamente vacía, a excepción del escenario y los “food trucks”, neologismo utilizado para referirse a los clásicos “carritos”.
Sólo el gasto del escenario móvil rodante, costó a la comuna que gobierna Héctor Gay casi 400.000 pesos.
Mientras que para los gastos de sonido se desembolsaron más de 1.200.000 pesos.
El generoso desembolso realizado por el Instituto Cultural a cargo de Ricardo Margo se contrapone con sus dichos y acciones durante el verano pasado, cuando unilateralmente le comunicó a la Asociación de Murgas Bahienses que no se realizarían los corsos céntricos por falta de fondos en la comuna, y dado que las prioridades eran otras.
En ese entonces, sin financiamiento y a puro pulmón, un grupo de murgueros y murgueras junto con actores culturales, políticos y sociales de nuestra ciudad organizaron el “Carnaval en Desguace” para visibilizar el ajuste en el sector y celebrar el carnaval como fiesta popular y crítica del poder instituido.
Ese día más de 4.500 personas pasaron por la Plaza Rivadavia para divertirse y festejar el Carnaval, aún sin el apoyo del municipio.