La petrolera malaya Petronas anunció que se retira de la megainversión que había sido cerrada en 2023 para realizase junto a YPF en el Puerto de Bahía Blanca y que el presidente Javier Milei bloqueó para perjudicar a Axel Kicillof, gobernador bonaerense y su principal opositor político.
En julio de este año YPF confirmó que Punta Colorada (en Río Negro) sería la ubicación de la Planta de Gas Natural Licuado (GNL) que la empresa encabezada por Horacio Marín impulsaba junto a Petronas, desestimando el Puerto de Bahía Blanca para la inversión.
La decisión de la petrolera argentina respondió a una maniobra del Presidente Javier Milei para castigar al Gobernador Axel Kicillof por su rechazo al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) y, en contrapartida, premiar al mandatario rionegrino Alberto Weretilneck por su apoyo a la Ley Bases.
Sin embargo, según la información del periodista Marcelo Bonelli, la decisión no fue bien recibida por la firma malaya. Petronas ya no aportaría el financiamiento para que se lleve adelante la obra, sino que se limitaría a aportar solo el “know how”, aunque hay versiones sobre su salida definitiva del proyecto.
El viernes pasado el diario Clarín adelantó que “puede ser que Petronas se vaya. Pero si eso ocurre hay otras alternativas. La inversión sigue“, según un alto funcionario de YPF. “En dos meses se definen los inversores. Por ahora Petronas tiene prioridad”. Horacio Marín el capo de YPF esta en negociaciones permanentes y confidenciales para evitar el amargo traspié”, comentó Bonelli al respecto.
El exTechint venía intentando amortiguar el impacto de la situación a través de algunos contactos en off. Es que la salida de Petronas implicaría un duro revés para el Gobierno Nacional, que la utilizó como caballito de batalla para justificar la creación del cuestionado RIGI.
Lo cierto es que a medida que crecieron los rumores, Marín debió salir a ponerle la cara al desplante e intentar llevar tranquilidad al sector energético, aunque ni él ni el mandatario rionegrino desmintieron las versiones. Sobre el tema, indicó que:
“En ese momento, Petronas tiene la opción de continuar o no con el proyecto. Hay que desdramatizar la situación, son decisiones empresarias. Yo no tengo información sobre cuál sería la decisión de Petronas. Es una de las mejores empresas de GNL del mundo y estamos trabajando muy bien con ellos”.
“Si Petronas no continua YPF va a seguir adelante“, aseguró, “es un proyecto que tiene mucho interés. El proyecto no depende exclusivamente de Petronas. Pueden ingresar otras compañías”.
Poco antes el Gobernador rionegrino se había expresado de forma similar, señalando que “no tengo dudas que la planta de GNL se va a hacer“. “Después veremos si es con Petronas o no y veremos los cronogramas de inversión. Es una discusión empresarial, comercial y financiera, pero no está en riesgo el proyecto”, completó.
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Las razones de la decisión de Petronas
La empresa malaya y la administración argentina vienen acumulando roces y desacuerdos desde la llegada del libertario al poder. Hace unas semanas trascendió la voluntad de YPF de incorporar otros socios al megaproyecto exportador.
En este aspecto, cabe resaltar que en los últimos días Casa Rosada publicó una foto del encuentro entre Milei y el CEO de Total Energies, Patrick Pouyanne, del que también participaron otros directivos de la compañía.
Entre tanto, especialistas indican que “el proyecto requiere mucho mas que un régimen de incentivo a las inversiones. Sea el nacional o el bonaerense. El financiamiento internacional depende del riesgo país, de la estabilidad política, y Argentina tiene muchas señales pendientes en ese sentido“.
“Una fantástica colección de incomprobables que soslayan un dato crucial para Malasia: la Argentina está alineada con Israel. No hay país del sudeste asiático más militante en contra del estadio judío“, observó otro experto.
A esto se suman las idas y vueltas del Gobierno Nacional. Es que la iniciativa había comenzado a tomar forma durante la gestión de Pablo Gonzalez al frente de la petrolera argentina, en el marco del gobierno de Alberto Fernández. Por su parte, en 2022 Cristina Kirchner la había presentado como “la obra más importante de las últimas décadas”.
En 2023, el proyecto de ley dedicado a aportar el marco normativo para la inversión obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados, aunque para el final del mandato peronista no se alcanzó a sancionarlo en el Senado.
Con el cambio de administración Petronas congeló el proyecto a la espera de que se sancionara el RIGI y se acordaran garantías para la empresa. La expectativa era que una vez establecidos los marcos normativos, la firma aportara los 50 mil millones de dólares que supone la inversión.
Sin embargo, una vez aprobado el RIGI, YPF decidió trasladar el destino de la inversión a Punta Colorada, desestimando el Puerto de Bahía Blanca. “Fue un papelón internacional“, reveló un especialista.
“En el proyecto original entre YPF y Petronas, el puerto siempre fue el de Bahía Blanca“, continuó, “la modificación fue una decisión política contra la provincia de Buenos Aires y lo dijo con todas las letras el Presidente“.
“Se trata de un grado de irresponsabilidad muy grande, porque YPF quedo subordinada a la decisión del gobierno quedando expuesta en la causa por la estatización donde los buitres piden los activos de la petrolera“, expresó.
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¿Por qué Bahía Blanca era el destino ideal para la inversión?
Las razones oficiales para el cambio de ubicación respondieron, según la petrolera argentina, a las cualidades del puerto rionegrino para el acceso de buques de gran tamaño, con una profundidad de 40 metros a siete kilómetros de la costa, así como la accesibilidad con la Ruta Nacional N° 3 y el Aeropuerto de San Antonio Oeste.
Sin embargo, Punta Colorada carece del desarrollo infraestructural con el que cuenta el Puerto de Bahía Blanca. Según había indicado el Intendente bahiense Federico Susbielles, “en términos de infraestructura, el Puerto contiene accesibilidad náutica, no existe requerimiento de obras de abrigo ni restricciones climáticas”.
Además, “opera prácticamente todos los días del año, a diferencia de la alternativa rionegrina que operara entre un 30 y un 40% menos”. A esto se suma la a conectividad vial superior de Bahía Blanca, con cuatro accesos por rutas nacionales y tres por rutas provinciales.
Susbielles había resaltado el perfil industrial de la ciudad y su capacidad para agregar valor a los derivados del gas. Bahía Blanca cuenta con “la superficie necesaria, compatibilidad con los usos de suelo, terminales especializadas y experiencia en el sector de oil & gas”, había dicho.
En comparación, la localidad rionegrina de Sierra Grande requiere una puesta en valor y modernización de su puerto, que actualmente se encuentra en desuso, algo que complica cumplir con la fecha proyectada para la finalización del proyecto en 2030.