María Eugenia Vidal se alió a Patricia Bullrich y Elisa Carrió para reclamar la presidencia de la Cámara de Diputados en diciembre, cuando deben renovarse las autoridades de la cámara baja que actualmente preside Sergio Massa. El cargo se encuentra en la línea de sucesión presidencial y es tradicional que lo ocupe el oficialismo. La propia Vidal reconoce la iniciativa como un intento de poner trabas a la gobernabilidad, afirmando que así podrán “frenar todas las locuras” (sic) del gobierno.
La titular del PRO y la líder de la Coalición Cívica, que no compiten en estas elecciones y seguirán la actividad legislativa desde afuera del palacio, trabajan para construir una mayoría y quedarse con el control pleno de la Cámara baja.
En una entrevista por Twitch junto a Horacio Rodríguez Larreta, Vidal se subió a la aventura:
“Ahora la oportunidad es frenar el quórum en ambas cámaras y tener la presidencia de la Cámara de Diputados. Eso hace la diferencia y ninguna otra fuerza política lo puede lograr en el Congreso”, sostuvo.
E insistió:
“No queremos esperar dos años. La democracia, la herramienta que nos da es que no tengan el manejo del Congreso, para que podamos frenar todas las locuras y los disparates como pasó el último año y medio”, dijo, afirmando así la vocación de JxC de poner todas las trabas posibles a la gobernabilidad argentina.
Su frase sorprendió a los referentes oficialistas que esperaban una postura más acuerdista de Vidal y Larreta, sobre todo porque hay una tradición del Congreso que le otorga al gobierno de turno la presidencia de la Cámara de Diputados, tenga o no el bloque mayoritario.
De hecho, uno de los últimos que aprovechó ese uso y costumbre fue Emilio Monzó, quien presidió la Cámara entre 2015 y 2019 sin que el PRO o Cambiemos dominaran por sí mismos el recinto.
Carrió no lo entendió así y en una entrevista con TN le pidió a los candidatos de Juntos que:
“Se preparen y estudien porque asumen en diciembre. Si se confirman las primarias, Massa tiene perdida la presidencia de la Cámara de Diputados porque le corresponde a la primer minoría”.
A través de su mano derecha Gerardo Milman, que tendrá una banca en diciembre, Bullrich se sumó a la embestida y ahora Vidal y Larreta parecen estar en sintonía. Mientras que Monzó todavía no habló y cuenta con no menos de ocho votos propios desde diciembre, suficiente para torcer la mayoría.
De todas maneras, la mayoría del recinto la definirán los partidos provinciales de Misiones, Neuquén y Río Negro (que tendrían al menos dos votos cada uno) y los cuatro del frente de izquierda.
Además de los nueve federales, un grupo que integrarán socialistas santafesinos, cordobeses, lavagnistas (Graciela Camaño y Alejandro Rodríguez) y Florencio Randazzo. El poroteo empezará el 15 de noviembre.
El Jefe del bloque de diputados de la CC Juan Manuel López avaló el planteo de Vidal desde su cuenta de Twitter donde volvió a confesar la intención de la oposición de imposibilitar la gobernabilidad:
“La composición del Congreso y la presidencia de Diputados serían el fruto del resultado de una elección libre y disputada de mitad de mandato. La división de poderes necesita un sistema de frenos y contrapesos entre el Ejecutivo, el Judicial y el Legislativo”.