En el marco de un nuevo aniversario del hundimiento del crucero ARA “General Belgrano“, veteranos sobrevivientes embarcaron este domingo por la tarde en el rompehielos “Almirante Irizar” para navegar rumbo al punto del Atlántico Sur en el que ese buque fue torpedeado y hundido por un submarino británico el 2 de mayo de 1982, durante la Guerra de Malvinas.
La comitiva de veteranos, militares y funcionarios encabezada por el ministro de Defensa, Jorge Taiana, embarcó en el rompehielos “Almirante Irizar” este domingo pasadas las 15 en la ciudad fueguina de Ushuaia con el objetivo de llegar al punto 55°24′S 61°32′O, a unos 160 kilómetros al sur de la Isla de los Estados, el lunes antes de las 16, horario en el que se cumplirían 40 años del impacto de los torpedos británicos en el buque argentino.
El ataque al crucero permitió a los británicos tener la superioridad naval en la zona y generó una polémica en ambos países, al haberse producido fuera del área de exclusión establecida por el gobierno inglés alrededor de las Islas Malvinas.
A bordo del Irizar navegaremos hasta llegar al lugar del hundimiento del Crucero General Belgrano para rendirle homenaje a los 323 caídos en ese ataque británico. pic.twitter.com/7fdaHbV3Uq
— Jorge Taiana (@JorgeTaiana) May 1, 2022
La entonces primera ministra británica, Margaret Thatcher, fue acusada en ese entonces por la oposición de su país de realizar la acción de guerra con fines electorales. Por su parte, del lado argentino y del Secretario de Estado norteamericano Alexander Haig, se asegura que la iniciativa bélica junto con el hundimiento, sumergió la propuesta de paz peruana. Thatcher aseguró que:
“Ordené atacar el Belgrano porque el crucero suponía una amenaza para nuestra fuerza de choque, y mi obligación como primera ministra es, antes que nada, defender la vida de nuestros soldados”.
Fue el 2 de mayo a las 16.02 cuando el primer torpedo del submarino inglés HMS “Conqueror” impactó en la sala de máquinas del “Belgrano”; el segundo le destruyó la proa y el buque comenzó a irse a pique. A las 16:23, el Comandante dio la más triste y dolorosa orden que un comandante le puede dar a su tripulación, la de abandonar el buque.
El crucero tardó una hora en irse a pique a 4.200 metros bajo el mar, en el fondo de la cuenca de Los Yaganes, al sur de las Malvinas. Fue la mayor tragedia naval de la historia de la Armada Argentina.
Una vez que la noticia del hundimiento de la nave llegó al continente, se dispuso un operativo de rescate que se extendió hasta el día 9 de mayo, verificando la imposibilidad de que quedaran más supervivientes o cadáveres en la zona.
Los buques recogieron un total de 793 de los 1.093 tripulantes, de los que resultaban 23 fallecidos en las balsas, y otros 300 en el propio naufragio.