Después de meses en rebeldía, la suerte de Carlos Stornelli cambió junto con la de Mauricio Macri, quien le brindaba protección política. Tras anunciar que se presentaría a declarar en la causa de Dolores, el juez federal Alejo Ramos Padilla lo citó a prestar declaración indagatoria el próximo viernes a las 11 de la mañana. Se trata del séptimo llamado, en tanto Stornelli pegó el faltazo a los seis anteriores.
Carlos Stornelli defiende su estado de rebeldía aduciendo que lo hace para proteger la causa de las fotocopias de los cuadernos y manifiesta que la causa que se tramita en Dolores, y que lo tiene como imputado, es poco más que una “maniobra K” para hacer caer una causa que se viene deshilanchando por el peso de sus propias inconsistencias.
La indagatoria del viernes será el primer acto de defensa que tiene Stornelli en su calidad de imputado. Allí deberá explicar su rol en una serie de hechos que lo ponen en el ojo de la justicia. Es un secreto a voces que el fiscal de la causa cuadernos saldrá procesado del juzgado de Dolores.
Las situaciones que involucran a Stornelli son 8, a saber: su participación en el caso de Gonzalo Brusa Dovat, ejecutivo de PDVSA extorsionado y coaccionado por la banda de Marcelo D’Alessio; el intento de realizar cámaras ocultas a los abogados José Manuel Ubeira y Javier Landaburu; el espionaje al ex de su pareja, el piloto Jorge Christian Castanon; haber alentado el espionaje ilegal contra Victoria Munin; el caso de la delegación iraní en Uruguay; la intimidación al exsecretario presidencial, Pablo Barreiro; y el caso del empresario Pedro Etchebest, que fue el que desencadenó la investigación en
Dolores.