Una vez más resuena el nombre del ex agente de inteligencia, Antonio “Jaime” Stiuso. El ex jefe de Contrainteligencia de la SIDE busca ser querellante en la Causa de Dolores, en la que se investiga una red de espionaje ilegal, aduciendo que fue víctima en el caso Traficante.
En los últimos días, Stiuso realizó dos presentaciones judiciales, una en Dolores y otra en Comorodo Py. Por esta última fue citado por el juez federal Luis Rodríguez el día 4 de julio, para prestar declaración testimonial. Por su parte, el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, aún debe decidir sobre una solicitud similar.
En la presentación que Stiuso realizó para ser tenido como querellante, indica que desde que dejó la función pública fue “víctima de constantes operaciones”. Se refirió a un “exilio” durante el kirchnerismo y que tras el cambio de gobierno decidió volver. “Entendí que estaban dadas las condiciones para que regrese al país”, dijo, “pero lo cierto es que me equivoqué”, apuntando contra la diputada Elisa Carrió y contra el periodista Daniel Santoro.
“A la luz de lo que se está revelando, tanto en este expediente, como el que tramita ante el juzgado federal de Dolores, advierto que surgen elementos comunes, que no solo justifican esta presentación, sino que permitirán trazar líneas o cauces de investigación
La labor de ciertos agentes (orgánicos o inorgánicos) vinculados a la AFI (o a otros organismos de seguridad u organismos públicos en general), como así también relacionados con periodistas e incluso políticos (algunos en funciones legislativas), permiten dar cabida a la investigación que propicio”.
En su relato, ocupa el lugar de víctima ya que refiere que “de forma inmediata a su regreso” comenzó “a sufrir todo tipo de operaciones mediáticas y judiciales”.
Concretamente, se refiere a la denuncia que hizo el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich contra el entonces Director General de Aduanas, el excarapintada y ahora precandidato presidencial, Juan José Gómez Centurión. En relación a eso destaca que “en el marco de esa causa, de manera cuanto menos suspicaz o inexplicable, se presentó la diputada Elisa Carrió”, quien hizo “una encendida defensa del funcionario nacional que había sido denunciado por el mismo Gobierno”.
El exespía señaló que Carrió, imputada en la causa de Dolores, lo denunció por contrabando, y que desde allí comenzó “una profusa campaña de prensa, en una curiosa similitud con el tenor del hecho o el mismo modus operandi que VS investiga”.
Además se refirió a la AFI trucha de D’Alessio como “grupo de inteligencia paralela” y manifestó que trataron de involucrarlo en la causa conocida como mafia de los Contenedores, comparando su caso al de Traficante.
El caso de Traficante se trata de una extorsión presuntamente realizada por D’Alessio y su banda al empresario aduanero Gabriel Traficante y que se investiga en Comodoro Py y en Dolores. La supuesta extorsión se refiere al intento de involucrar a Traficante en en la causa conocida como “mafia de los contenedores”. D’Alessio le pidió un importante suma de dinero, al tiempo que aparecieron notas firmadas por Daniel Santoro, con información errónea destinada a encuadrarlo en el caso en cuestión.
Mientras que en Capital Federal se analiza el hecho puntual, en el juzgado de Ramos Padilla se investiga el caso en el contexto de un panorama más amplio. Finalmente, uno de los dos juzgados terminará absorbiendo la investigación del otro y las causas se unificarán.
Ramos Padilla le había solicitado a Rodríguez que se inhiba de seguir interviniendo en el caso Traficante porque él también estaba con la investigación, pero el dilema aún no fue resuelto, por lo que la trama se instruye en dos juzgados. Stiuso se presentó en ambos.
Stiuso se presenta ahora, tres años después de iniciada la investigación en Comorodo Py, en sintonía con un movimiento clave para el futuro del caso que se investiga en Dolores. El último fallo de la Cámara Federal de Casación Penal sobre la competencia, atribuye la competencia de la causa al juzgado de Dolores de forma provisoria. Podría dejar de estar en manos de Ramos Padilla en un plazo no muy lejano.
La decisión de la sala II de la Casación fue casi en simultáneo con el desplazamiento del juez Alejandro Slokar. Sus colegas, los camaristas Guillermo Yacobucci y Angela Ledesma, le dieron la derecha a la imputada Elisa Carrió, quien lo había recusado. De esta forma, el Gobierno sacarse de encima a un juez que le resultaba molesto en la causa.