Un agente de inteligencia nunca deja de serlo, sino que a lo sumo, pasa de ser “orgánico” a “inorgánico”. Antonio “Jaime” Stiuso es un caso concreto, que se alejó de la ex SIDE a fines de 2014 pero que ahora vuelve a la escena política a través del escándalo por la red de inteligencia ilegal investigada por Alejo Ramos Padilla.
Con la venia de Mauricio Macri, el titular de la AFI, Gustavo Arribas, le concedió la autorización para revelar información clasificada y poder declarar en la Causa de Dolores.
Es que los agentes orgánicos e inorgánicos están obligados por la ley de inteligencia a guardar “el más estricto secreto y confidencialidad” acerca de las operaciones que llevan adelante. Además, la ley reza que “el acceso a dicha información será autorizado en cada caso por el Presidente de la Nación o el funcionario en quien se delegue expresamente tal facultad, con las excepciones previstas”.
El juez federal Luis Rodríguez, de Comodoro Py, lo había citado hoy en el marco de la causa por la extorsión al empresario Gabriel Traficante, que en 2016 manifestó que D’Alessio le pedía dinero para evitar que figure en la causa de la Mafia de los Contenedores. No obstante, Stiuso eligió esperar hasta que se lo habilitara a declarar.
También el juez Alejo Ramos Padilla citó a Stiuso como testigo para el 19 de julio, en base a una presentación del mismo espía aduciendo que fue víctima de una red de espionaje político y judicial. En el escrito manifestó:
“La mayor parte de mi vida estuve en la función publica (Secretaría de Inteligencia — SI), hasta que debí renunciar en diciembre del 2014, siendo que el retiro formalmente se concretó a principios del 2015. Recordará Vuestra Señoría que en el mes de enero del 2015 fue víctima de homicidio el Fiscal Alberto Nisman y luego de ese hecho fui víctima de un ataque y persecución llevado a cabo por las autoridades entonces a cargo del Poder Ejecutivo Nacional, que derivó en la necesidad de irme del país, en un exilio provocado, que se concretó en febrero de ese año. Conmigo también se debieron exiliar mi mujer, mis hijas y un nieto”.
“Cuando a finales del 2015 cambiaron las autoridades del Poder Ejecutivo, entendí que estaban dadas las condiciones para que regrese al país, concretando ese regreso en febrero del 2016. Pero lo cierto es que me equivoqué. Muchos no estaban de acuerdo en que regrese. Así, casi en forma inmediata a mi regreso (incluso algunos episodios tuvieron lugar antes de que regrese al país), comencé a sufrir todo tipo de operaciones mediáticas y judiciales”.
En dicho escrito, Stiuso también apuntó contra la diputada Elisa Carrió, imputada en la causa de Dolores, a raíz de la sospecha de haber solicitado información de producción ilegal a Marcelo D’Alessio.