El portazo de un diputado santafecino pone en tela de juicio la conducción vertical de CFK

Un diputado santafesino abandonó el bloque de Unión por la Patria y abrió la puerta a la posibilidad de que otros legisladores peronistas sigan el mismo camino, en medio de cuestionamientos a la agenda “porteña” que impulsa la jefatura del bloque y la conducción del PJ nacional, en manos de Germán Martínez y Cristina Kirchner, respectivamente.

El Diputado Nacional por la Provincia de Santa Fe, Roberto Mirabella, anunció el jueves su salida del bloque Unión por la Patria a través de una extensa publicación en redes sociales, en la que se diferenció de la jefatura del bloque (en manos de Germán Martínez) y la conducción del Partido Justicialista a nivel nacional, que ostenta Cristina Fernández de Kirchner.

Soy opositor a Javier Milei mirando a mi provincia y no al PJ Nacional“, explicó el legislador, quien además indicó que “las diferencias en las prioridades y visiones con mi actual Bloque han llegado a un punto donde siento que, si continuo dentro del mismo, no cumpliría con el mandato que me otorgaron los santafesinos que es la defensa de Santa Fe”.

Además, denunció que “la agenda que se sigue es una agenda porteña” y “enfocada en liderazgos del pasado” -en una velada referencia a CFK-, argumentando que “se eligen como rivales para la tribuna, sin enfocarse en los temas que son urgentes”.

No soy un vocero de Buenos Aires en Santa Fe. Soy un vocero de Santa Fe en el Congreso de la Nación“, completó, por lo que “he decidido crear un bloque parlamentario santafesino y justicialista, opositor a Milei. Un bloque autónomo“, que llevará el nombre de “Defendamos Santa Fe“.

El detrás de escena de la salida de Mirabella

La salida de Mirabella deja al bloque de Unión por la Patria con 98 integrantes en la Cámara de Diputados, y el temor por la posibilidad de que abra las puertas a una seguidilla de salidas de otros legisladores federales.

Fuentes parlamentarias aseguraron que la decisión del santafesino “ya se veía venir” y advirtieron que “podría no ser el único”. Detrás de la decisión de Mirabella está el descontento con la agenda centralista que impulsa Cristina Kirchner con Martínez como su ejecutor.

Las tensiones con el jefe del bloque peronista se habrían profundizado en las últimas semanas y para mediados de diciembre ya eran 15 los diputados de Unión por la Patria que tenían reuniones por fuera de las convocatorias oficiales de las autoridades del bloque.

Es que Martínez es Vicepresidente 3° del PJ tras formar parte de la lista de la Expresidenta y actual titular del partido, y es considerado por más de uno como su principal representante en el ámbito de la cámara baja. “No nos representa a todos“, comenta uno de los integrantes de la bancada.

Los descontentos quedaron expuestos en la sesión que culminó con la ratificación de Martín Menem al frente de la Cámara de Diputados, cuando un grupo de legisladores peronistas criticó a la conducción por informar su postura a la prensa, pero no a sus compañeros de bloque.

En aquella oportunidad, las diputadas Cecilia Moreau y Paula Penacca impulsaban el voto a favor del riojano, pero varios integrantes del bloque rechazaron este posicionamiento y un gremialista adelantó que no apoyaría a Menem en la misma semana que la Marcha de la Resistencia a Plaza de Mayo.

La postura final del peronismo fue abstenerse, lo que en rigor fue una luz verde para la reelección de Menem, quien ya contaba con los votos de sus aliados, además de los de la bancada libertaria.

Roberto Mirabella

Tras enterarse de la noticia de Mirabella, otro integrante de la bancada aseguró que “un monobloque no sirve para nada. ¿Cuánto podrá impulsar para Santa Fe? Da la sensación que con Omar Perotti siguen los caminos de Osvaldo Jaldo”.

Cabe recordar que el santafesino llegó al Congreso en 2021 en la lista del Frente de Todos y con el apoyo del entonces gobernador Perotti. Sin embargo, el peronismo fue derrotado en 2023, por lo que a diferencia de los tucumanos o los catamarqueños, Mirabella no tiene gobernador a quien responder.

Ante todo, el Diputado aclaró que seguirá siendo opositor a Milei, aunque sus críticas dan a entender un agotamiento del modelo verticalista y disciplinador que tiene a Cristina como la “jefa” indiscutida e indiscutible, incluso para los más cercanos como Axel Kicillof que viene sufriendo los embates de su hijo y sus aliados desde que evitó pronunciarse sobre la interna del PJ.

En ese marco, cobran un nuevo sentido las palabras de la carta publicada por el mandatario bonaerense en octubre, al expresar que “la lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados” y que los “reclamos (…) “deben ser escuchados con humildad y de ninguna manera pueden ser descalificados como signos de traición”.

“El respeto y el acompañamiento a los pocos gobernadores que pudimos revalidar nuestras gestiones y que damos la batalla contra el plan destructivo de Milei es una pieza indispensable en ese camino” remarcó en aquella misiva y se preguntó “de lo contrario: ¿qué tipo de unidad podría darse en el PJ?” abriendo las puertas al sano debate interno y la búsqueda de un enfoque federal centrado en los intereses de las provincias y sus gobernadores.

En este contexto, cabe señalar que el mandatario provincial mejor posicionado como opositor al Gobierno Nacional es el bonaerense Axel Kicillof, situación que no lo exime de las zancadillas de La Cámpora y el destrato de la expresidenta.

¿Efecto dominó en Unión por la Patria?

La situación se agrava toda vez que incluso desde los sectores que apoyaron a Cristina Kirchner en la interna contra Ricardo Quintela reconocen que “el bloque está atado con alambre después de lo de Cristina y las autoridades de la Cámara“. Así lo indicó un legislador peronista.

En este contexto, el principal temor en la jefatura del bloque es que la decisión de Mirabella sea acompañada por una seguidilla de salidas por parte del “grupo federal” dentro de la bancada.

Entre los que pertenecen a este sector están los diputados Victoria Tolosa Paz (Buenos Aires), Liliana Paponet (Mendoza), Guillermo Snopek (Jujuy) y Eugenia Alianiello (Chubut), entre otros, que en conjunto llegaron a sumar 20 aliados cuando se discutió la inclusión de un impuesto al tabaco en la ley Bases.

Según algunas versiones, el sector analiza irse en febrero y Mirabella habría tenido diálogos con algunos de sus integrantes hasta estos días. Según el portal Letra P, uno de los legisladores apuntó que “el apuro de él por irse es porque en febrero tiene agenda con la reforma de la Constitución provincial y debía dar el paso. Nosotros podemos esperar”.

Otro de los federales, aseguró que “tal vez en una primera etapa seremos 10 o 12 y luego se sumen más“, todos representantes de provincias sin gobernadores peronistas, como Mendoza, San Juan, Chaco, Jujuy y Chubut.

Los federales quieren alcanzar lugares de poder que actualmente no se les otorgaron, algo que podría extenderse no solo a la búsqueda de comisiones, sino también en el cuadro de autoridades.

La CGT también piensa en las próximas elecciones

El grupo federal no es el único que mueve fichas. Con el comienzo del año electoral y la renovación de autoridades internas prevista para octubre de 2025, la conducción de la CGT también busca presionar para quedarse con el control de algunas bancas en los comicios legislativos.

El titular del sindicato de Taxistas, José Ibarra, apuntó que “hoy en el Congreso no estamos representados. Hay que trabajar en unidad para que haya compañeros que lleguen a ocupar lugares en las listas” durante una cena de fin de año de las 62 Organizaciones.

Cabe recordar que la CGT viene de sufrir la salida de Pablo Moyano, lo que derivó en un nuevo triunvirato conformado por: Héctor Daer, Octavio Argüello y Carlos Acuña. Los tres estuvieron presentes en el evento, al igual que Hugo Moyano y Gerardo Martínez.

De cara a 2025, buscan sostener la influencia sindical en las listas peronistas y terminar con lo que ellos perciben como una sobrerepresentación de dirigentes cercanos a Cristina Kirchner en las cámaras.

Dentro de la central miran con atención los movimientos de Kicillof, figura con la que muestran cada vez más sintonía mientras, en paralelo, marcan distancia de la titular del PJ. Cabe recordar que en su asunción en el partido, la plana mayor de la CGT no estuvo presente en el acto, al igual que los gobernadores peronistas.

La queja que se plantea desde la conducción de la central es que “si Cristina sigue manejando la lapicera, pierde el peronismo“. Otro pulgar hacia abajo para el modelo verticalista de la expresidenta.

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