Ante la escalada inflacionaria, el gobierno nacional cerró exportación de la harina y el aceite de soja

Ante la escalada de precios internacionales y frente a una inflación impulsada en parte por los alimentos, el Gobierno nacional cerró las exportaciones de aceite y harina de soja y anunciará una suba de retenciones para ciertas materias primas con el objetivo de financiar a productores locales, en principio a panificadoras y fabricantes de fideos, y para desacoplar los precios locales del mercado internacional.

Estas son algunas de las medidas que se incluyen en el plan anti-inflacionario que el gobierno irá anunciando en los próximos días para poder aliviar el bolsillo de la población.

El cierre de las exportaciones de harina y aceite de soja se oficializó el domingo “hasta nuevo aviso”, según dice el comunicado oficial, firmado por el subsecretario de Mercados Agropecuarios – dentro de la órbita del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación- Javier Preciado Patiño.

En el caso de la suba de retenciones a la soja, la medida se toma con el objetivo de incrementar la recaudación, aprovechando el incremento que registró la cotización internacional del cultivo en las últimas semanas cuando a raíz de la guerra en Ucrania la tonelada se disparó por encima de los 600 dólares alcanzando su mayor valor desde 2012.

Actualmente el grano de soja tributa un 33 por ciento, mientras que el trigo y el maíz poseen una tasa del 12%. Sin embargo, la Ley de Solidaridad le da al Gobierno la facultad de subirla hasta el 15%. Además, en carnes se tributa un 9% y también se podría ampliar a un 15 por ciento. La leche en polvo está en 9% y también se podría incrementar, según la propuesta incluida en el presupuesto.

El conflicto con los terratenientes

En los primeros pasos del gobierno del Frente de Todos, allá por diciembre del 2019, se aprobó la Ley de Solidaridad N° 27.541, el Ejecutivo podía fijar los derechos de exportación y elevarlos hasta un tope del 33% para la soja y hasta el 15% para trigo, maíz y carne.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, había incluido en el Presupuesto 2022 un artículo para prorrogar hasta 2024 la facultad que le daba la norma. Pero todo esto quedó sin efecto luego que la oposición dejará sin presupuesto al país, bloqueando el proyecto en el Congreso. Y, más allá de que el Poder Ejecutivo prorrogó por decreto el presupuesto de 2021, lo cierto es que las facultades vencieron el 31 de diciembre pasado.

Ya que no se cuenta con un presupuesto aprobado por el Congreso, el Ejecutivo implementará por decreto una suba de retenciones en el marco de lo que establece la ley que se prorrogará al menos por otros dos años. Esto forma parte de un plan que el gobierno anunciará en los próximos días para reducir el precios de los alimentos y que es muy probable que provoque una resistencia entre el empresariado rural.

De hecho, desde las entidades ruralistas, encabezadas por la Sociedad Rural, ya habían exigido la eliminación de todas las retenciones argumentado que ante la ausencia de un presupuesto aprobado por el Congreso, este impuesto no tenía sustento legal.

Es por ello que, si el gobierno avanza con esta iniciativa, la pelea con el sector más rico y poderoso del “campo” no será fácil, aún si el gobierno disminuyó y eliminó casi todas las retenciones a las exportaciones de producciones regionales.

La medida responde a la importancia de estas materias primas en el comercio exterior del país. El 30% de las exportaciones de este año corresponden al complejo sojero, el mismo que en 2021 aportó 9 mil millones de dólares al fisco, y se estima que la eliminación del diferencial pueda redundar en otros 350-400 millones, aunque todo depende del volumen final de las exportaciones.

Argentina exporta el 52% de todo el aceite de soja que se comercia en el mundo y el 35% de la harina. En ambos casos, es el principal proveedor global.

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