Sin definiciones públicas por el momento, en Casa Rosada ya se analiza la reforma o eliminación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que el presidente Alberto Fernández podría anunciar en su primer discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso el próximo 1º de marzo.
Las PASO y el intento de Cambiemos de eliminarlas
Las PASO se encuentran deslegitimadas en grandes sectores del a sociedad por su costo de realización y por el hecho de que los partidos y frentes políticos no suelen utilizarlas para dirimir candidaturas. Esto último es cierto, pero no es menos cierto que el ballotage también es costoso y ningún sector político pide su eliminación.
Ya en 2018, circuló un anteproyecto para eliminar las PASO. A pesar del clamor del entonces oficialismo de Cambiemos, la iniciativa no se formalizó ni se trató, ya que ningún legislador quiso poner la firma.
En 2019 y a dos meses de las elecciones, al entonces Secretario de Asuntos Políticos, Adrían Pérez, se le prendió la lamparita y propuso suprimir las PASO. El espacio de Roberto Lavagna coqueteó con esta idea pero finalmente Macri cedió y envió a Rogelio Frigerio a calmar las aguas.
¿Qué postura tomaría la oposición hoy?
Resta ver que postura tomaría hoy la oposición si el gobierno avanzara con la eliminación de las PASO, especialmente Juntos por el Cambio, espacio que ha militado activamente por su supresión.
Hoy por hoy, con el Frente de Todos en el gobierno y con Cambiemos sumido en internas a partir de un vacío poder y falta de liderazgos políticos, la eliminación de las PASO sería un espaldarazo político para el oficialismo.
De una manera similar a 2017, cuando el peronismo compitió con tres denominaciones, Juntos por el Cambio podría partirse o ir con una lista de unidad que deje a varios sectores y dirigentes “afuera” de las listas o mal representados, algo que tendría como consecuencia lógica la fuga de votos.
La posible reforma de las PASO que analiza el oficialismo
Otra posibilidad, menos extrema y mucho más constructiva, es la reforma de la Ley de PASO para adecuarla al espíritu constitucionales y evitar distorsiones electorales.
La Constitución Nacional establece en su artículo 95 que la elección “se efectuará dentro de los dos meses anteriores a la conclusión del mandato del Presidente en ejercicio”, mientras que el artículo siguiente exige que el eventual ballotage se realice “dentro de los treinta días de celebrada la anterior” elección, es decir la general.
No obstante, las PASO se realizan dos meses antes de las generales, es decir, cuatro antes de la asunción presidencial. Esto no seriá una violación directa a la Constitución, en tanto las PASO no determinar la elección de candidatos sino de precandidatos. Es decir, se eligen candidaturas y no cargos.
Aún así, situaciones como el contundente triunfo electoral del Frente de Todos sobre Juntos por el Cambio en las PASO 2019, tuvieron como consecuencia inmediata que tanto Mauricio Macri como María Eugenia Vidal tuvieran que gobernar cuatro meses sabiendo que no serían reelectos.
Esta situación sí provocó una suerte de contradicción con el espíritu de la letra constitucional. Por esto mismo, en Presidencia analizan que desde el Poder Ejecutivo se promueva una reforma de la ley para reducir los plazos entre PASO y elecciones generales.
Volviendo al caso 2019, las elecciones generales fueron una suerte de ballotage anticipado, donde el actual oficialismo y el gobierno saliente crecieron en desmedro de las terceras fuerzas. Como en las generales también se eligen diputados y senadores, este efecto segunda vuelta anticipada distorsionó la voluntad de elector.
La solución que se analiza en Casa Rosada es acortar los tiempos entre las PASO y las generales, para reducir el periodo electoral y evitar que en las generales tomen una dinámica de un falso ballotage.