Las primeras medidas que tomará el gobierno de Alberto Fernández

primeras medidas de Alberto Fernández

Alberto Fernández y su equipo de ministros ya tienen preparadas una batería de medidas que impulsarán tras asumir en el gobierno.

El objetivo principal del gobierno entrante será volver a reactivar la economía, para recuperar el consumo popular y detener la destrucción del mercado interno.

Sin embargo,  también será necesario renegociar la deuda para evitar la asfixia por falta de dólares, así como mantener y aumentar la base de sustentación política.

Para este último punto será fundamental atender al mapa de medios y fomentar las nuevas experiencias comuncacionales que han florecido en estos cuatro años de resistencia al gobierno neoliberal de Mauricio Macri.

Recuperación del mercado interno y el consumo popular

Una de las primeras medidas que tomará Alberto será el aumento de las jubilaciones y pensiones, de la Asignación Universal por Hijo, así como de los salario públicos y privados.

Además, ya se trabaja en una canasta básica alimentaria que rondaría en los 200 productos, con precios rebajados y controlados por el estado, así como en la tarjeta alimentaria para aproximadamente 2 millones de personas. En este programa se invertirán 40 mil millones de pesos.

También está previsto que los medicamentos vuelvan a ser gratis para las y los jubilados y beneficiarios del plan Remediar.

Otro punto sensible que se atacará de inmediato es el cuadro tarifario que en principio sería congelado por seis meses y se sumarían más personas a la tarifa social.

Todas estas medidas buscan recomponer elos ingresos directos e indirectos de la población argentina, para lograr un repunte del consumo, el empleo y la producción, que vienen en caída vertiginosa, especialmente en los últimos dos años.

Renegociación de la deuda y equilibrio fiscal

Alberto Fernández no sacará el ojo de la cuestión económica, aunque delegará las decisiones cotidianas a su equipo económico integrado por Matías Kulfas, Cecilia Todesca y Mercedes Marcó del Pont.

Uno de los objetivos será eliminar el déficit fiscal sin que ello redunde en ajuste. Para lograr esto último, Santiago Cafiero tendrá como tarea impulsar la expansión económica mantiendo la disciplina fiscal, y sobre todo la transparencia.

Para poder lograr crecimiento de la inversión pública y mantener el equilibro fiscal, el gobierno entrante se financiará en base a los sectores privilegiados de estos cuatro años de gobierno de Mauricio Macri.

En cuanto a la deuda, la elección de Martín Guzman implica que se pagará la deuda evitando el ajuste y la recesión tal como supone seguir la recetas armadas, probadas y fallidas del Fondo Monetario Internacional.

Para lograrlo, propondrá a los acreedores privados eliminar los pagos de los primeros 4 años años para poder reconstruir la economía nacional y luego, poder pagar como corresponde.

Será fundamental la sinergía entre las gestiones de Guzmán y Kulfas, en tanto éste último, a cargo del Ministerio de Desarrollo Productivo, deberá aprovechar el impasse en los pagos de deuda externa para conseguir dólares y evitar la restricción externa.

Si bien el plan A es lograrlo a través de la exportación de productos industriales, se descuenta que el grueso de dólares frescos provendrán de la exportación de energía.

Ahí entra Sergio Lanziani, Secretario de Energía, que deberá conseguir captar inversiones, aumentar la producción y las exportaciones para conseguir divisas. En cuanto a las inversiones, deberá trabajar codo a codo con el Canciller Felipe Solá.

En ese contexto macroeconómico será fácil mantener al dólar relativamente planchado y frenar la inflación. No obstante, se mantendrá un dólar competitivo para las exportaciones y que permita cobrar retenciones al agro sin que los productores sientan un gran impacto en el bolsillo.

Para que todo esto sea factible, será necesario que la renegociación de la deuda se haga de manera rápida y exitosa. Lo primeros meses serán clave.

Ampliar la base electoral y convertirla en apoyo político

Después del regreso de los gobiernos neoliberales a la región, Argentina se transformará en un país pionero, en tanto un gobierno popular vuelve a la presidencia, del mismo modo que lo dejó, por los votos.

En ese contexto politico será necesario mantener la apertura política, logrando consensos y ampliando la base de apoyo político. Ahí cobra un rol fundamental el Ministro del Interior, Wado de Pedro, que será el interlocutor con gobernadores, intendentes, entre otros.

Por el contrario, la alianza de sectores nacionales con Estados Unidos en el marco de la disputa contra China, significará que las principales amenazas a la unidad nacional serán el mal llamado “campo” y los medios de comunicación hegemónicos. O por lo menos, es lo que se avizora al momento.

El mapa de medios

Cuando Alberto asuma el 10 de diciembre, la mayoría de los medios de comunicación masivos jugarán para el lado de la oposición. Grupo Clarín y Grupo Saguier (La Nación) ya juegan a enfrentar a Alberto y a Cristina. Ambos impulsaron a Cambiemos en su llegada a Casa Rosada y juegan a pedido de la Embajada de Estados Unidos.

El Grupo América ya prendió el guiño y parece que quiere doblar a la izquierda. Por su parte Canal 9 tejió una alianza con el Grupo Octubre de Victor Santa María (Página 12).

Más atrás pero con un rápido crecimiento vienen el Grupo Indalo (C5N) que viene superando en ráting a TN y la novísima propuesta de Roberto Navaro (El Destape Web). 

No obstante, ya se avisora también que el gobierno entrante se apoyará en los medios alternativos o independientes (es decir, de gestión no empresarial).

En Bahía Blanca es incuestionable el crecimiento de El Ágora Digital, que si bien mantendrá su independencia de los partidos políticos, reforzará su línea editorial ciudadana para defender los derechos de todas y todos, buscando consolidarse como el tercer medio de mayor audiencia en la capital del sur bonaerense.

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