El nuevo presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, manifestó que el objetivo de su gestión será bajar la inflación a un dígito para finales de 2021. Además, destacó la importancia de alcanzar superávit gemelos, comercial y fiscal y lograr acumular de reservas “como instrumentos de consolidación macroeconómica”.
“Podemos pensar en una inflación de un dígito para finales de 2021” afirmó Pesce en una entrevista con Perfil. En redes sociales la noticia fue recibida, recordando el fallido pronóstico de la dupla que Mauricio Macri impuso al frente del Banco Central en 2015, integrada por Federico Sturzenegger y Lucas Llach.
El dúo macrista había pronosticado entonces un ainflación de 10 puntos para 2018. No obstante, ese año terminó con un índice de precios cercano al 50 por ciento.
Volviendo a Pesce, el flamante titular del Banco Central, remarcó que Alberto Fernández “planteó el superávit fiscal, el externo y la acumulación de reservas como instrumentos de consolidación macroeconómica. Sería una muy buena señal de consolidación”.
“Necesitamos incrementar nuestras exportaciones para poder tener un saldo de balanza comercial que nos permita atender el déficit en servicios. Siempre fuimos deficitarios en el rubro servicios de la balanza de pago, los servicios de deuda y eventualmente en la formación de activos externos”.
“Hay mucha esperanza con respecto a lo que va a ocurrir con la exportación de hidrocarburos: petróleo más en el corto plazo; gas, en el largo. Algo que tiene su foco en Vaca Muerta, pero que no es solo ese yacimiento. Si sucede lo que vaticinan las empresas del sector, estaríamos hablando de duplicar las exportaciones de hidrocarburos, y sería ya una cifra interesante de exportación”.
Finalmente, en referencia a los adelantos transitorios que el Banco Central podría entregar al Tesoro en 2020, adelantó que “serán los necesarios para el desempeño del Estado, que se concentrará también en mejorar los niveles de ingreso de la base de la pirámide, lo que alude a aumentos en jubilaciones, la asignación universal por hijo, al proyecto de una tarjeta alimentaria para los sectores más desprotegidos”.
“Esperamos que sean los menos posibles pero los necesarios para poder atender las necesidades del Estado y los requerimientos sociales urgentes”, concluyó.