El presidente Javier Milei y su triángulo de hierro ven con optimismo la posible candidatura de Cristina Fernández de Kirchner para las elecciones legislativas de 2025. Según fuentes cercanas al gobierno, la reaparición pública de la expresidenta podría beneficiar al oficialismo, dispersando la oferta opositora y abriendo la puerta a una incorporación de sectores del peronismo no kirchnerista a las filas libertarias.
La estrategia electoral del gobierno para el próximo año se basa en la idea de que la presencia de Cristina Kirchner en la contienda podría generar una división en el peronismo, similar a lo ocurrido en 2017.
En aquella ocasión, la expresidenta encabezó la lista de Unidad Ciudadana, mientras que Florencio Randazzo se presentó con el sello del PJ, obteniendo un 5,9% de los votos. Esta división resultó en una derrota del kirchnerismo frente a Cambiemos en las elecciones generales. Curiosamente, el “flaco” ya avisó que se desafilia del PJ si CFK es candidata.
El oficialismo ve en este escenario la oportunidad de ampliar su base electoral, especialmente en la provincia de Buenos Aires. La Casa Rosada ya ha comenzado a tender puentes con dirigentes peronistas bonaerenses que han quedado fuera de la estructura partidaria liderada por Máximo Kirchner.
Además creen que una candidatura de CFK obturaría el “juego” político del gobernador Axel Kicillof, cuya mesa política viene realizando un silencioso trabajo político para sumar dirigentes que no se ven contenidos por el sector de La Cámpora, y que debilitaría su posible candidatura presidencial para 2027.
Como muestra de esta apertura, se hizo pública una reunión entre funcionarios libertarios y figuras como Julio Zamora, intendente de Tigre, y Juan Zabaleta.
La estrategia de Milei parece ser doble: por un lado, busca incorporar elementos del peronismo no kirchnerista, y por otro, espera que algunos intendentes del conurbano, enfrentados al Instituto Patria, puedan armar listas por fuera del sello tradicional del PJ si Cristina Kirchner encabeza la oferta electoral.
A pesar del entusiasmo por una posible candidatura de Cristina Kirchner, en la Casa Rosada aún no están convencidos de que esto obligue a jugar su carta más fuerte: la candidatura de Karina Milei. La hermana del presidente y actual secretaria general de la Presidencia sigue manifestando en privado su rechazo a competir electoralmente.
Es notable que el presidente Milei evita confrontar directamente con Cristina Kirchner, salvo cuando la expresidenta habla de economía. En esos casos, Milei no duda en responder con dureza, como ocurrió recientemente cuando cuestionó los conocimientos económicos de la exmandataria en sus redes sociales.
Esta estrategia de permitir que Cristina Kirchner “juegue” políticamente, mientras se preparan para capitalizar una posible división en el peronismo, parece ser el eje central de la planificación electoral del gobierno de cara a 2025.