El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, le negó el pedido de prisión domiciliaria al detenido y procesado Marcelo D’Alessio aduciendo que dada su conexión con la ex ministro de Seguridad, Patricia Bullrich, podría entorpecer la investigación.
Además, Ramos Padilla explica que D’Alessio no se encuentra en una situación de encierro que suponga la vulneración de “de sus derechos esenciales como la vida, salud, integridad física o la dignidad” ni tampoco sufre “afecciones psíquicas o físicas que no pueda ser tratadas por los profesionales del Servicio Penitenciario Federal”.
No obstante, el argumento de mayor peso es que existen “riesgos procesales” ratificados por la Cámara Federal de Mar del Plata. Luego de repasar una serie de extorsiones realizadas por el abogado trucho, el magistrado de Dolores se detiene en su relación con la ex ministro Bullrich, en la que le ofrece una escucha ilegal ligada a la banda narco Los Monos. D’Alessio trabajaba de manera inorgánica para el Ministerio de Seguridad.
También hay contactos con otros funcionarios, miembros del sistema judicial y medios, así como una llamativa conversación con “Sergio del Servicio Penitenciario” en el que solicita documentos truchos para dos colombianos que llegarían a Argentina.
Además está el caso del Grupo Buenos Aires; D’Alessio “movía” plata negra a destinos internacionales. De eso no contó nada cuando intentó convertirse en arrepentido.
Cabe recordar además que durante su allanamiento, D’Alessio confundió a Alejo Ramos Padilla con el juez Villenas de Lomas de Zamora y lo apuró aduciendo que debía consultarle a Arribas, Bullrich o Macri antes de secuestrar información clasificada.
“D’Alessio podría contar, tanto en Argentina como en el exterior, con fondos económicos suficientes que le permitirían profugarse sin mayores dificultades” señala el juez de Dolores y agrega:
“No puede soslayarse que D’alessio, además de conocimientos específicos en diversas temáticas y actividades ilícitas de variada índole que le permitieron vincularse con todo tipo de actores, en particular, corresponde aquí destacar que posee vinculación con distintos estamentos de los poderes políticos y de las fuerzas de seguridad e inteligencia, lo que torna inseguro per se el cumplimiento de su detención en un domicilio particular…”
D’Alessio tenía la facilidad para utilizar títulos falsos, acceso a armas sofisticadas así como cámaras y elementos de espionaje de avanzada. Era un agente inorgánico de la AFI que reportaba a Ricardo Bogoliuk y sus operaciones estaban vinculadas con la actividad de sectores del poder judicial o de los ministerios públicos fiscales. Sobre esto último, cabe recordar que tanto los fiscales Bidone como Stornelli se encuentran procesados por complicidad con su accionar ilegal.
En uno de los chats con Patricia Bullrich le habla con un nivel de confianza que asusta:
–Hola Patricia, espero estés bien! Vengo de Rosario. Tengo una escucha para darte. Y un arrepentido por los disparos a los integrantes de la cámara. Cuando quieras nos vemos. Un beso.
La respuesta de Bullrich ratifica que D’Alessio colaboraba con el Ministerio que conducía: “Ok. Podés reunirte con Bonini? Y le das el material y después nos vemos nosotros”.
Rodrigo Bonini fue Director Nacional de Investigaciones durante la gestión de Bullrich. La exministro había dicho que el celular en cuestión estaba en posesión de su nieto.
De este modo, no sólo D’Alessio es el principal perjudicado por el no otorgamiento de la prisión domiciliaria. La hoy presidenta del PRO, partido fundado por Mauricio Macri, podría ser llamada a indagatoria en los próximos días para aclarar estas comunicaciones.