Las mujeres según Mauricio Macri, un presidente misógino y profundamente patriarcal

Trump dijo en Punta del Este, refiriéndose al líder de Cambiemos: “He is a good guy” (es un buen muchacho) y en seguida agregó: “cada vez que podemos vamos juntos a los prostíbulos de Nueva York”.

Tanto Donald Trump como Mauricio Macri fueron dejados por sus esposas luego de haber tenido varios hijos. Ivanna Trump tuvo que demandar a su ex esposo poder cobrar. Aunque parezca insólito, las ex de Mauricio se encontraron con un sujeto que en tribunales se declaró insolvente.

La ley 26.485 nos habla de las violencias -en plural- hacia la mujer y en el caso de Macri podemos reconocer virtualmente cada tipo. Desde la violencia psicológica de la que fue víctima su hermana Sandra, como también sus ex esposas, hasta la violencia económica, pasando por la violencia simbólica que parece que no registra: hace chistes machistas, asquerosos y de escaso recato para alguien que se dedica a la vida pública.

Por citar un ejemplo, cabe recordar que en campaña dijo burlonamente: “Una tintorería, un prostíbulo, una tintorería, un prostíbulo”,y agregó a continuación: “Estaría bueno”.

En un arrebato de inconsciente sinceridad se llamó a sí mismo “machista” cuando le preguntaron si Sandra sería ministra si él era presidente. Antes, públicamente ya se había quejado que Isabel Menditeguy, su entonces esponsa, no estaba en la casa como él quería.

Luego del divorcio con Menditeguy, en un casamiento típico estilo “Durán Barba Producciones”, en 2010, pasó la luna de miel con su nueva esposa, Juliana Awada,  que ya conocía de aquellos años 90, cuando él acostumbraba ser parte del entorno del presidente Carlos Menem.

Awada era adolescente cuando el amigo de su padre toma la presidencia de la Argentina. Juliana era muy amiga de Zulemita, pero cuatro años menor. En todos los eventos políticos y sociales de los 90 estaba presente Zulemita junto con Carlos Menem, así como sus amigos y amigas, entre ellas Juliana Awada. Basta chequear las revistas de época sobre los veranos 90 en Punta del Este para ver las fotos donde aparecen los Menem, los Awada y los Macri en las fiestas en Punta del Este.

En aquellos años 90 de supuesta opulencia, pizza y champagne, después de candidatearse varias veces en Boca, Mauricio gana la presidencia del club. ¿Cómo festejó? Prostíbulo, fiesta con Gabriel Conde y el Peque García, sus amigos, festejo estilo Mauricio. ¿De quién es el prostíbulo? Obvio, de sus amigos Raúl Martins y Gabriel Conde. Fotos con el Peque García y otros llamados “empresarios de la noche”.

Otras situaciones que a nadie se le escapan son cuando Macri dijo: “A todas las minas les gusta que les miren el culo”. “Ya te vas a aflojar” (a la nena que vendía rosas). Cuando estaba con un sombrero amarillo estilo Olmedo y festejando con una chica con biquini amarilla (siempre le gustó el amarillo), haciendo gestos dignos de un capo cómico de revista de la Avenida Corrientes sobre el trasero de la chica, en la inauguración de la playas de la Ciudad. Ese es el verdadero Mauricio. Ese no se traba, no tiene furcios, no se equivoca, no tartamudea, porque es él. Su personalidad es la del cliente de burdel.

Menem también fue un alto exponente del machismo, pero cuidaba más su imagen y sus dichos públicamente. La impunidad con la que Mauricio Macri se mueve lo lleva a utilizar, el lenguaje prostibulario así como actuar con el mínimo recato posible.

¿Quién va de luna de miel a la casa de un condenado por corrupción de menores en México? Macri. ¿Quién dice que si mueren chicos en un taller clandestino es culpa de sus madres bolivianas? Macri.

Es evidente que la crisis más grande que está sufriendo la Argentina es ética y moral. De otro modo, jamás un personaje de estas características hubiera llegado a ser presidente.

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