La idea de competir el año próximo por la Provincia de Buenos Aires aterra a la ex gobernadora María Eugenia Vidal, que teme que una segunda derrota la jubile de la política. Por el contrario, analiza la propuesta de Horacio Rodríguez Larreta para volver a CABA, y de este modo, bloquear un posible desembarco de Mauricio Macri como candidato.
En privado, Mariu dice que no y que aunque le insistan no volverá a competir en territorio bonaerense, a pesar de que hace poco menos de una año era la provincia que gobernaba. “Ya le dí todo lo que tengo a la Provincia” repite cuando le insisten.
A Larreta la maniobra le viene como anillo al dedo, ya que con Vidal como cabeza de lista en la Ciudad, el jefe de gobierno porteño bloquearía el desembarco de Macri o incluso de Bullrich, cuya candidatura podría ser impulsada por el propio ex presidente.
El lado negativo implica perder una candidatura fuerte en la Provincia donde Macri impulsa a Miguel Ángel Pichetto, un candidato que rompe con el dialoguismo y la moderación en el discurso que propicia Larreta.
A nadie escapa que un triunfo del PRO en territorio bonaerense dejaría al alcade porteño muy bien posicionado para pelear las presidenciales de 2023, por lo que el jefe de gobierno porteño podría pedirle a Vidal jugar en Provincia en 2021, y recién volver a CABA en 2023.
En caso de que no fuera Vidal la candidata en Provincia, Larreta impulsa la candidatura de su vicejefe de gobierno, Diego Santilli, quien viene creciendo en visibilidad y en las encuestas.
Otro punto negativo del regreso de Vidal al territorio que la vio hacer carrera política es que tensaría su alianza con Martín Lousteau. En el radicalismo creen que el camino para 2023 está allanado y desde el PRO temen que el regreso de Vidal fuerce el lanzamiento de Lousteau como candidato presidencial, para negociar con Larreta a cambio de bajar su candidatura.
