Juntos por el Cambio finalmente se rompió en Tucumán. Este lunes venció el plazo para inscribir las alianzas electorales que participarán de las elecciones del 14 de mayo y no hubo acuerdo entre los principales socios de la alianza. ¿Cuál fue el rol de Mauricio Macri en la ruptura?
Germán Alfaro, el intendente de San Miguel, titular del Partido por la Justicia Social y aliado al PRO aspira a ser el candidato único a gobernador de Juntos por el Cambio. Pero Lo mismo pretende el diputado nacional Roberto Sánchez, de la Unión Cívica Radical (UCR).

Ambos se reunieron en la tarde del lunes en un hotel, pero no lograron ponerse de acuerdo. Ninguno de los dos quiere ceder el primer lugar en la boleta.
La fallida reunión
En el encuentro, Alfaro estuvo acompañado por su secretario de Gobierno, Rodolfo Ocaranza, mientras que Sánchez estuvo junto a sus pares boinas blancas José Cano, exdiputado nacional; Mariano Campero y Sebastián Salazar, intendentes de los municipios de Yerba Buena y Bella Vista.
De parte del PRO estuvieron Marcelo Wechsler y Eduardo Machiavelli, enviados por Horacio Rodríguez Larreta y también participó Pablo Walter, uno de los interventores del PRO, designado hace dos semanas por Patricia Bullrich y hombre de confianza del expresidente Mauricio Macri.
La reunión tuvo un clima de fuerte tensión y terminó mal. Alfaro propuso definir el candidato a gobernador por encuestas, pero Sánchez se negó. El intendente de San Miguel reprochó a los radicales por haber armado el frente sin consultar y Sánchez permaneció callado.
Sánchez, ex intendente de Concepción, pidió que el vicegobernador fuera radical y pusiera el candidato a intendente de la capital. Alfaro también se negó a esta idea.
La discusión se complicó porque Cano quiere ser el candidato en San Miguel con la boleta de Alfaro gobernador, pero Sánchez no quiere que el PRO le presente candidato en su ciudad.
Para evitar que naufragara la reunión, Alfaro propuso utilizar encuestas para medir a los candidatos para la gobernación y la intendencia. Pero Sánchez dijo que no y el candidato de Larreta y Bullrich se retiró del encuentro indignado.
Fueron cinco los frentes que finalmente se inscribieron en la Justicia Electoral Provincial (JEP). El primero fue el oficialista Frente de Todos por Tucumán, que propone a la fórmula integrada por Osvaldo Jaldo y Juan Manzur, como gobernador y vice.
El segundo fue Juntos por el Cambio, que inscribieron el radicalismo y Propuesta Ciudadana; y el tercero fue el Frente Juntos para Cambiar Tucumán, que presentó el partido Compromiso Ciudadano Independiente, cercano a Alfaro.
Este lunes se sumó el Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad, que integran el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y el Partido Obrero.
El último fue el Frente Compromiso PRO Tucumán, cuya inscripción fue presentada por los partidos PRO y Compromiso por Tucumán. Llamó la atención que en ninguno de los sellos estuviera presente el Partido por la Justicia Social (PJS), cuyo presidente es Alfaro. Esto implica que está imposibilitado de integrar una alianza, pero sí puede llevar candidato a la gobernación, aunque en soledad.
El Frente Compromiso PRO Tucumán definió que, hasta que se resuelva la interna en la alianza, sólo presentará candidatos legislativos y ejecutivos municipales.
El rol de Macri
Uno de los protagonistas de la ruptura en Tucumán fue el expresidente Macri, quien se encuentra en Europa para cumplir funciones en la Fundación FIFA -y luego planea tomarse nuevamente vacaciones-.
El fundador del PRO se erigió a sí mismo como el gran elector del partido amarillo, manteniendo un tenso equilibrio entre los tres principales postulantes para la presidencia, Larreta, Bullrich y María Eugenia Vidal. No obstante, de los tres, parece ser el alcalde porteño a quien Macri menos ayuda.
Es de público conocimiento el enfrentamiento creciente que el expresidente viene protagonizando con la UCR. Cabe recordar cuando en junio del año pasado tildó al ex líder radical Hipólito Yrigoyen como el primer “populista“, generando un profundo malestar en el partido centenario.
Además, la UCR no piensa aceptar volver al rol pasivo que tuvo durante la gestión de Cambiemos (2015-2019), y no sólo aspira a tener mayor protagonismo en la alianza, sino directamente busca liderarla.
Con respecto al episodio tucumano de la interna opositora, Macri intentó interceder para resolver el conflicto, aunque en verdad sólo lo exacerbó.
Macri, que considera que ayudó mucho a Roberto Sánchez desde la Rosada cuando el radical era intendente, llamó al diputado desde Europa y le quiso ordenar que se baje de sus aspiraciones electorales.
“Tucumán es Tucumán, y no estamos para una aventura, así que bajate y va a Alfaro“, le había dicho el ex presidente -según reveló José Cano-.
“No, queremos poner el candidato a intendente de capital“, le habría respondido Sánchez. Macri dijo que el candidato de la capital lo iba a poner él y Sánchez le explicó que tenía compromisos con Cano y Silvia Elías de Pérez.
“Lamento mucho que me digas eso“, dijo Macri y cortó, avivando aún más el conflicto.
En respuesta, ahora el Frente Compromiso PRO quiere plantar candidatos en todos los municipios gobernados por la UCR a la espera que los radicales declinen sus aspiraciones.
Entre acusaciones cruzadas sobre las responsabilidades respecto al quiebre, Juntos por el Cambio suma una nueva provincia donde las elecciones 2023 los encuentran divididos. Previamente ya se habían fracturado en Río Negro y en Neuquén; y además resta saber cuál será el desenlace del conflicto en Mendoza que tiene al ex armador larretista Omar de Marchi de protagonista, enfrentando a los radicales Alfredo Cornejo y Rodolfo Suárez.