Pese a que el Presidente Javier Milei asumió en diciembre de 2023 con la promesa de que su programa económico generaría un cambio de expectativas entre los sectores empresarios y motivaría nuevas inversiones para el país, en el último año más de una decena de multinacionales decidieron abandonar el país.
El fenómeno abarca a una multitud de sectores, que van desde el automotriz hasta el petrolero y configuran una tendencia preocupante, en un contexto de caída del consumo y un rumbo económico que parece cada vez más inestable.
Éxodo de las empresas automotrices
A fines de marzo se confirmó la noticia de que la empresa Nissan dejaría de fabricar vehículos en el país y optaría por convertirse en una importadora, una decisión que no solo afecta directamente las operaciones de su planta en Argentina, sino que además golpea directamente a los eslabones de proveedores.
En este caso, se trata tanto de grandes empresas como de PyMEs que se instalaron para abastecer a Nissan y que ahora ven con preocupación la situación que se abre a partir de su reconversión.
Por ejemplo, la proveedora de chasis Maxion Montich activó hace un mes el Procedimiento Preventivo de Crisis y un programa de retiros voluntarios ante la situación, lo que habla del impacto social venidero.
Si bien la decisión de Nissan está marcada por una situación internacional adversa (que incluye las agresivas políticas arancelarias de Donald Trump), a la que se suma una compleja situación financiera que la llevó a cerrar plantas y líneas productivas, no es casualidad que hayan decidido cerrar la planta de Córdoba y no otras unidades.
el presidente del Clúster Automotriz, Gerardo Acosta, explicó al respecto que “la decisión de Nissan de abandonar Córdoba y dejar de producir tiene varias aristas, algunas propias de Nissan a nivel internacional y otras propias de las complicaciones que tienen las terminales que producen en Argentina”.
“Para Córdoba es un impacto importante, por la envergadura de la empresa, es un jugador importante a nivel internacional”, remarcó, y advirtió que “va a haber un impacto social importante y después en algunos proveedores dependiendo de la relación con Nissan“.
“Me animo a decir que, sin dudas, la cadena automotriz argentina y la de Córdoba, están sometidas a fuertes presiones por la no competitividad del sector. Que tiene unas cuantas explicaciones para entenderla”, completó.
No fue la única automotriz que decidió reducir sus operaciones en el país. Mercedes-Benz cedió su operación local al Grupo ST, concentrando su producción en Brasil y dejando su unidad local para la comercialización y posventa de la marca.
Problemas en las petroleras
A esto se suman las intenciones de varias empresas de deshacerse de sus activos localizados en Vaca Muerta. Hasta el momento, son tres las grandes firmas que iniciaron un proceso de salida del país: la noruega Equinor, la malaya Petronas y la francesa Total.
El caso de Petronas es conocido por los bahienses. La empresa venía mostrando interés por participar en el proyecto para construir una planta de GNL junto a YPF en el Puerto de Bahía Blanca. Sin embargo, por decisión del Gobierno de Javier Milei y a través del titular de la petrolera argentina, Horacio Marín, se relocalizó el proyecto a Río Negro.
El Presidente y sus funcionarios habían argumentado que la relocalización había sido una consecuencia de que el Gobernador Axel Kicillof no aceptara el RIGI (Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones), algo que esto es falso ya que se trata de una ley nacional.
Más allá de eso, luego la propia empresa argentina desmintió esto al presentar un informe en el que no hizo mención alguna a este argumento, y para colmo, luego Petronas decidió salirse del proyecto ante el manoseo del Estado Nacional. La consultora Paspartú explicó que para la decisión final colaboraron varios factores:
“Si bien las condiciones macroeconómicas de Argentina y su ubicación en relación a los potenciales mercados, así como las disputas políticas alrededor de la localización del proyecto, podrían haber propiciado una pronta salida de Petronas, también es posible pensar en la incidencia de una serie de componentes propiamente ‘malayos’ en tal decisión”.
En cuanto a Total, su CEO global, Patrick Puyanné, comentó recientemente que “no estamos interesados en desarrollar petróleo no convencional por diferentes razones”. “Al mismo precio que uno de nuestros colegas (por Exxon), estoy dispuesto a vender mi licencia de producción de petróleo de esquisto en Argentina como parte de la desinversión”.
“Exxon se fue porque se focaliza en Permian (Estados Unidos), GNL y Guyana”, explicó Daniel Dreizzen (de la consultora Aleph Energy). “Los vecinos interpretaron que se puede salir por buena plata, porque Pluspetrol puso 1700 millones de dólares; entonces eso hizo que otros pongan en venta una parte de sus activos“.
En lo que respecta a Equinor, la noruega prefiere dedicarse a la explotación offshore y su estudio en suelo marplatense de 2024 no tuvo buenos resultados. Luego decidió vender sus activos en el sur del país a YPF y CGC, la empresa de Eduardo Eurnekian.
También cabe señalar el caso de Raízen, que inició un proceso de venta de sus activos en el país. La multinacional es del holding brasileño Cosan y la anglosajona Shell, y llamó a J.P. Morgan para valuar y liquidar sus activos.
En particular, quieren desprenderse de la refinería Dock Sud, que tiene una capacidad de procesamiento de 100 mil barriles diarios, a la que se suma una amplia red de estaciones de servicio que operan bajo la marca Shell.
La tendencia se observa en varios rubros
A ellas se suman varias empresas que ya decidieron abandonar el país. En marzo Clorox (dueña de marcas como Ayudín y Poett) vendió su división de consumo masivo al grupo Apex Capital, incluyendo sus plantas de producción locales.
Procter & Gamble (P&G), con marcas como Gillette y Pampers, vendió su operación local a Newsan. Este último caso refleja las dificultades por los altos costos de producción, caída del consumo y un mercado que dejó de ser atractivo para su estrategia global.
La tecnológica Xerox vendió su negocio en Argentina y Chile al grupo Datco. Internexa, un operador de conectividad, también cedió su operación local a Silica Networks (del mismo grupo Datco).
La agropecuaria Nutrien, líder en fertilizantes, abandonó su operación de retail en Argentina tras años de resultados negativos, enfocándose en Brasil. Prudential Financial Inc. vendió su operación local a una firma argentina, marcando el fin de la presencia de una de las principales aseguradoras a nivel mundial.
Incluso se registraron procesos de este estilo en el sector bancario. Por ejemplo, HSBC sorprendió al vender toda su operación local al Grupo Financiero Galicia por u$s550 millones, con la intención de concentrar sus esfuerzos en Asia.