Ante la disparada de los precios el gobierno promete hacerle la "guerra" a la inflación

El Indec informó que la inflación de febrero se disparó al 4,7%, la más alta del último año. El presidente Alberto Fernández anticipo que “el viernes empieza la guerra contra la inflación en la Argentina“. Como ejemplo de la complicada situación inflacionaria, el rubro de alimentos y bebidas mostró el mayor incremento desde el estallido de la convertibilidad (2001), con un 7,5% de aumento.

Diversas áreas del gobierno están trabajando intensamente para llegar a conformar un paquete de medidas con el propósito de atacar la inflación. Tanto en los ministerios de Producción como en la Secretaria de Comercio hubo diversas reuniones con empresas para analizar la situación de los precios.

El índice de precios que elabora el Indec mostró una suba de los precios de alimentos de 7,5% a nivel general pero que, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires llegó al 8,6%. Con una inflación núcleo del 4,5% ya se estima que marzo tendrá un índice no inferior al 4,7% que fue el registro febrero.

A este escenario se suma que la guerra en Ucrania mantendrá altos los precios de los granos. Desde la Casa Rosada no niegan la preocupación por esta situación internacional.

Mientras los precios internacionales de hidrocarburos, metales y alimentos van a seguir presionando sobre los valores locales, la meta de reducción del déficit fiscal acordada con el FMI tampoco ayuda ya que obliga a subas tarifarias y limita la intervención estatal con subsidios o compensaciones que puedan suavizar el impacto sobre los precios internos.

Para marzo, impactan en la inflación el aumento de tarifas, la suba de la nafta y el incremento de las prepagas. Además hay fuerte presión de precios en harina y derivados y estacionalidad en el rubro educación.

Desde el gobierno nacional argumentan que no es lo mismo inflación muy alta con crecimiento del 10 por ciento y creación de empleo, como se dio el año pasado, que con una caída del 2 por ciento o del 2,6 por ciento, como pasó en 2019 y 2018, respectivamente -durante la segunda mitad del mandato de Mauricio Macri-.

No obstante, la inflación persistente y en particular la suba muy por encima del promedio general de parte de alimentos y bebidas, que define la línea de indigencia, viene erosionando el capital político del Gobierno y, sobre todo, se convirtió hace rato en la primera preocupación de la sociedad argentina.

Las medidas anti inflacionarias

En el paquete de medidas de la “guerra a la inflación” proclamada por Fernández, se está contemplando la ampliación de fideicomisos ya que, en el sector privado rescatan que ha sido efectiva. Desde el sector privado rescatan que el fideicomiso del aceite “logró que el aceite cueste la mitad”, explican.

La idea oficial sería crear con fondos públicos un fideicomiso para subsidiar la harina para entregar a los panaderos. En caso de ser fondos públicos aún no está descartado que se suba un par de puntos a las exportaciones de aceite y harina de soja para financiar este fideicomiso para la harina.

Otra de las medidas que está en estudio es cómo regular algunos precios de los productos frescos. Cabe señalar que tanto verduras como frutas tuvieron en febrero una fuerte suba de precios por diferentes causas, tal fue el caso de la lechuga: 72,7%; el tomate redondo: 40,8%, cebolla: 30,8%, limón: 27%, naranja: 19,8% y papa 16,3%.

Lo que si ya comenzó a pasar es que se incentivaron los controles en las grandes cadenas de supermercados para verificar que haya existencia de los productos contenidos en Precios Cuidados.

Tampoco se descarta que se establezca precios fijos para algunos productos de la canasta familiar como, por ejemplo, fideos y harina.

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