Denunciaron a Fernando Cerimedo, el estratega digital de Javier Milei, por atacar de forma sistemática y coordinada a figuras públicas utilizando trolls y noticias falsas, en una denuncia similar a la que enfrenta en Brasil por el intento de golpe de estado contra Lula Da Silva.
El estratega digital de Javier Milei, Fernando Cerimedo, fue denunciado por el manejo de milicias digitales y se lo acusa de dirigir un mecanismo de ataque coordinado y sistematizado contra figuras públicas a través de trolls y noticias falsas.
La denuncia ante la justicia argentina fue realizada por Malena Galmarini y está en manos del juez Ariel Lijo, postulado por el libertario para ocupar un lugar en la Corte Suprema de Justicia.
Cerimedo no solo tuvo un lugar fundamental en la campaña presidencial argentina, sino que previamente también había sido denunciado ante los tribunales de Brasil por dirigir milicias digitales de Jair Bolsonaro en el intento de golpe de Estado contra el presidente Lula Da Silva.
La denuncia presentada por la esposa de Sergio Massa acusa al dirigente libertario de organizar un sistema de hostigamiento contra dirigentes, artistas, famosos, periodistas y ciudadanos opositores al gobierno de Milei.
Según detalla la presentación, Cerimedo cuenta con un equipo en redes sociales dedicado a atacar a dirigentes de la oposición e instalar noticias falsas para calumniarlos, así como emitir amenazas e insultos contra otros usuarios.
Para Galmarini, el estratega digital de Milei puso en funcionamiento una “verdadera organización criminal” y abre las puertas a la posibilidad de que Cerimedo sea investigado por asociación ilícita.
Según consignó el portal LPO, el escrito indica que “ahora parece haberse implementado una estrategia mucho más violenta, cuando no directamente delictiva, que incluye amenazas coordinadas o la exposición de datos personales (“doxeo”) con la finalidad de fomentar que otros usuarios más espontáneos adhieran o repliquen la amenaza o el insulto”.
La acusación también se extiende a otros funcionarios oficialistas, como el diputado bonaerense, Agustín Romo, y el director de comunicación digital (y socio de Cerimedo en La Derechoa Diario), Juan Pablo Carreria.
Se trata de figuras vinculadas a Santiago Caputo. El asesor presidencial es señalado como el coordinador de la SIDE y principal impulsor de las medidas que buscan nutrir al organismo de inteligencia con más fondos del Estado.
Cabe señalar que es justamente Caputo quien empuja la designación de Lijo, lo que pone al juez en una situación incómoda y seguramente sea la principal razón por la que evita avanzar en la causa. “Desde que Lijo fue propuesto para la Corte Suprema, la causa de Galmarini contra Cerimedo no tuvo mayores movimientos“, explicó un conocedor del tema.
Sin embargo, en el juzgado aseguran que lo que ocurre es que la causa se tramita bajo secreto de sumario. En cualquier caso, Lijo ya conoce al grupo, ya que hace 13 años fue parte de la investigación contra dos socios de Caputo: Rodrigo Lugones y Guillermo Garat.
Se trata de una denuncia del peronista Juan Manuel Olmos, quien los señalaba como responsables de los ataques y calumnias que recibió Daniel Filmus en redes sociales durante su campaña como candidato a Jefe de Gobierno, contra Mauricio Macri.
Los trolls de Cerimedo
El documento menciona a varios usuarios de X (ex twitter) vinculados a la maquinaria comunicacional del Gobierno en redes. Uno de ellos es el propio Carreira, quien se apoda “Juan Doe” en redes sociales.
A él se suman otras cuentas cercanas a Caputo, como “El Gordo Dan“, cuyo nombre real es Daniel Parisini. Se trata de un camillero del Hospital Rivadavia y forma parte del canal de streaming libertario “Carajo“.
Sin embargo, Parisini es más conocido por actuar en tandem con Caputo para disciplinar a los funcionarios oficialistas que se despegan de la posición de Milei. Un ejemplo de esto fue la salida de Julio Garro de la Subsecretaría de Deportes, que ocurrió poco después de la confrontación del macrista con el troll libertario.
Por otro lado, se menciona a “Pregonero” y “El Trumpista”. Este último resultó ser un uruguayo de nombre Luciano Cabrera. Esta revelación surgió a partir de una nota de La Nación, que rápidamente recibió ataques de Caputo y Parisini.
También se menciona a “Traductor” (al alias de Esteban Glavinich, hijo de Raúl Glavinich, accionista de Mirgor, la empresa de Nicolás “Nicky” Caputo) y a “El Buni” (Franco Buoniconto, quien estuvo en el búnker de Milei durante su victoria electoral).
Más adelante, Galmarini hace referencia a Numen y Madero Group, dos empresas de Cerimedo que incluyen a varios trolls como accionistas. Por ejemplo, el 10% de Madero es de Tomás Federico Beltrame (dueño de una fiambrería en Vicente López) y otro 2,5% está en manos de Ezequiel Ismael Acuña (cuyo alias en redes es “elpasanteok“).
Lo cierto es que Madero Group SRL fue registrada a nombre de la pareja de Cerimedo, Natalia Basil, quien casualmente también se convirtió en directora en la Agencia Nacional de Discapacidad tras la asunción de Milei, a pesar de no tener experiencia en el área (algo que exige la ley).
“Según algunos exempleados que pasaron por Numen y Madero Group en tareas relacionadas con webs y landings“, indica el texto, “Madero Group no tenía a sus trabajadores en blanco ni con cargas sociales y los despedía sin causa y en cualquier momento, sin pagarles siquiera una mínima indemnización, por lo que tiene varios juicios laborales en curso“.
En cuanto a Cerimedo, si bien figura como trabajador “ad honorem” de Milei desde hace años, durante su campaña presidencial fue un contribuyente constante para La Libertad Avanza. Así lo indica la denuncia:
“Solo como un ejemplo, en la semana del 23 al 31 de agosto de 2023, aportó 6.186.097 de pesos en trece fragmentos de montos aleatorios y ni siquiera redondos: 2.009.226, 70.889, 731.570 y contando. Ningún aporte fue bancarizado tal como exige la ley, por lo que no se sabrá nunca ni su origen ni sentido”.
El estratega digital también había sido condenado por estafa tras vender un mismo departamento en Mar del Plata a dos personas diferentes. Fue sentenciado a dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional por el Juzgado en lo Correccional N°3.
Elon Musk y su derrota en Brasil
Cerimedo enfrenta una causa similar a esta en Brasil, donde también es acusado de manejar las milicias digitales de Jair Bolsonaro. El país gobernador por Lula Da Silva tampoco le dio buenas noticias, ya que el magnate Elon Musk decidió acatar los requerimientos del juez Alexandre de Moraes para que su red social no sea bloqueada en el territorio.
La rendición de Musk afecta el relato libertario en general, y complica la situación judicial de Cerimedo. El empresario no solo deberá pagar 3 millones de dólares de multas, sino que además debió nombrar un abogado para el juicio en el que se investiga la participación de la red social en el intento de golpe de Estado.
Musk había intentado presionar al Estado brasileño hasta las últimas consecuencias, suponiendo que cedería ante la presión. Finalmente, esto no ocurrió. La derrota del sudafricano fue seguida de cerca por Australia y Europa, donde X (ex Twitter) podría enfrentar sanciones similares.
Para Cerimedo, el problema es que el dueño de Tesla deberá acceder a brindar información sobre las cuentas relacionadas con la campaña contra el sistema electoral brasileño y los asaltos al Palacio del Planalto y al Congreso.
Por lo pronto, De Moraes exigió los datos de las cuentas involucradas, lo que incluye el nombre, mail, dirección de IP y número de celular de los implicados. Cerimedo viene siendo apuntado por la Policía Federal brasileña en la causa a partir de la confesión del secretario privado de Bolsonaro, el teniente Mauro Cid.
Por lo pronto, la Corte le dio un plazo de cinco días al dueño de Tesla para cumplir con los requerimientos pendientes, luego de lo que se rehabilitará la red X. Es que Musk compró la red por más de 50 mil millones de dólares y aún no puede recuperar la inversión, y ciertamente perder el mercado brasileño no le ayuda.