Desde las escalinatas del Congreso de la Nación, Javier Milei emitió su primer discurso oficial como Presidente, en el que adelantó que llevará adelante una política de shock. “No hay solución alternativa al ajuste“, remarcó, al tiempo que indicó que habrá un periodo de estanflación.
Tras llevarse adelante el acto formal de asunción, pasado el mediodía el Presidente Javier Milei dio su primer discurso oficial desde las escalinatas del Congreso de la Nación.
Asimismo, el protocolo de seguridad implicó la prohibición del uso de drones en las inmediaciones del edificio. Entre tanto, la Plaza del Congreso contó con una ocupación de alrededor del 50%. En este contexto, emitió sus primeras palabras:
“Hoy comienza una nueva era en Argentina, hoy damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive, y comenzamos el camino de la reconstrucción de nuestro país“.
“Enterramos décadas de fracaso, peleas intestinas y disputas sin sentido“, continuó, “peleas que lo único que han logrado es destruir nuestro querido país y dejarnos en la ruina”. Además, apuntó a la sanción de la constitución de 1853:
“Luego de 40 años de haber declarado la Independencia, bajo el auspicio de un pequeño grupo de jóvenes idealistas que hoy conocemos como la generación del 37, decidimos abrazar las ideas de la libertad“.
Según el mandatario, “de ser un país de bárbaros enfrascados en una guerra sin cuartel, pasamos a ser la primera potencia mundial“. En este sentido, también aseguró que en ese período “éramos el faro de luz de occidente“. Sin embargo:
“Lamentablemente nuestra dirigencia decidió abandonar el modelo que nos había hecho rico y abrazaron las ideas empobrecedoras del colectivismo”.
“Mucho se ha hablado de la herencia que vamos a recibir”
A continuación, Milei se expresó sobre “la herencia que vamos a recibir” y aseguró que “ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”.
En este contexto, apuntó al déficit, que según señaló, ascendería a 17 puntos del PBI. “15 corresponden al Tesoro y el Banco Central, por lo tanto, la única opción viable es la que se dedique a atacar el déficit fiscal“.
“La solución implica por un lado un ajuste fiscal en el sector público nacional de 5 puntos del PBI“, continuó, pero remarcó que tal ajuste “caerá casi totalmente sobre el Estado, y no sobre el sector privado“.
“Por el otro es necesario limpiar los pasivos remunerados del Banco Central“, agregó, de modo que “se pondría fin a la emisión de dinero, y con ello a la única causa de la inflación válida en términos teóricos”.
Sin embargo, adelantó que esto tomaría entre “18 y 24 meses“, e indicó que “aun cuando hoy dejemos de emitir dinero, estamos pagando los costos del desmadre monetario“. Según Milei:
“Se podría cuadruplicar la cantidad de dinero y con eso llevar a la inflación a niveles del 15.000% anual”.
“Esta es la herencia que nos dejan”, manifestó, al tiempo que remarcó que: “No hay alternativa posible al ajuste“. También se refirió a los vencimientos de deuda que debe enfrentar el Gobierno, aunque apuntó únicamente al gobierno saliente.
“No hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo”
Más adelante, insistió en que “no hay alternativa posible al ajuste, tampoco hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo“. En ese sentido, manifestó que “todos los programas gradualistas terminaron mal“, “mientras que todos los programas de shock, salvo el de 1959, fueron exitosos“.
“Desde el punto de vista teórico, si un país carece de reputación los empresarios no invertirán hasta que vean el ajuste fiscal, haciendo que el mismo sea recesivo“, adelantó.
Además, repitió que “no hay plata” para llevar adelante un ajuste gradual. Al respecto, admitió que la política de shock:
“Impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a los que ha pasado en los últimos 12 años”.
“Hace más de una década vivimos en estanflación, por lo tanto, este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina“, aseguró, al tiempo que comentó que “habrá luz al final del camino”.
“En el caso alternativo, la respuesta progresista, cuya única fuente de financiamiento es la emisión de dinero”, continuó, “derivará en una hiperinflación que llevará al país a la peor crisis de su historia“.
Reivindicación a Roca
“Sabemos que será duro“, manifestó, “por eso quiero también traerles una frase sobresaliente de uno de los mejores presidentes de la historia argentina, que fue Julio Argentino Roca“.
“Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo cuando se trata de la libertad de los hombres y del engrandecimiento de los pueblos si no es a costa de supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios”, citó.
Por otro lado, indicó que “el nivel de deterioro de nuestro país es tal que abarca todas las esferas de la vida en comunidad”.
“En materia de seguridad, Argentina se ha convertido en un baño de sangre“, dijo, y consideró que “los delincuentes caminan libres, mientras los argentinos de bien se encierran tras las rejas”.
“Nuestras fuerzas de seguridad han sido humilladas y maltratadas durante décadas”, comentó.
Además, indicó que “lo mismo ocurre en materia educativa“, y puntualizó que “el 84% de nuestros chicos no termina la escuela en tiempo y forma”. “Si se levantara Sarmiento y viera qué hicieron de la educación” agregó.
Por otro lado, expresó que “en materia de salud, el sistema se encuentra completamente colapsado”. “Los hospitales están destruidos, los médicos cobran miseria y los argentinos no tienen acceso a salud básica”, dijo, “ese es el Estado presente del que los políticos tanto hablan”.
“No tenemos alternativas y tampoco tenemos tiempo. No tenemos margen para discusiones estériles. Nuestro país exige acción y una acción inmediata”, completó.
“Sabemos que de corto plazo la situación empeorará”
El Presidente también adelantó que “de corto plazo la situación empeorará“, pero “luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo”. Al respecto, indicó:
“Hoy empezamos a desandar el camino de la decadencia y comenzamos a transitar el camino de la prosperidad”.
“Hoy volvemos a abrazar las ideas de la libertad“, subrayó, y citó a “nuestro máximo prócer de las ideas de la libertad, el profesor Alberto Venegas Lynch”. “El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo“, dijo.
En esa frase “está resumida la esencia del nuevo contrato social que eligieron los argentinos”, agregó, al tiempo que explicó que:
“Este nuevo contrato social nos propone un país distinto, un país en el que el Estado no dirija nuestras vidas, sino que vele por nuestros derechos, un país en el que el que las hace, las paga”.
También adelantó sus intenciones de castigar las protestas sociales, y señaló que “quien corta la calle, violando los derechos de sus conciudadanos, no recibe la asistencia de la sociedad. Puesto en nuestros términos, el que corta, no cobra“. Se trata de:
“Un país que dentro de la ley permite todo, pero fuera de la ley no permite nada”.
“Que las fuerzas del cielo nos acompañen en este desafío”
Finalmente, le habló a “la clase política argentina”. “Quiero decirles que no venimos a perseguir a nadie, no venimos a saldar viejas vendetas, ni a discutir espacio de poder”, comentó, y expresó:
“A todos aquellos dirigentes políticos, sindicales y empresariales que quieran sumarse a la nueva Argentina, los recibimos con los brazos abiertos”.
En este contexto, comentó que “aquellos que quieren utilizar la violencia o la extorsión para autorizar el cambio”, “se van a encontrar con un presidente de convicciones inamovibles”.
“Por lo tanto, Dios bendiga a los argentinos, y que las fuerzas del cielo nos acompañen en este desafío“, dijo, y concluyó:
“Muchas gracias, será difícil, pero lo vamos a lograr. ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! A ponerse de pie que vamos a salir”.