Mariano Cúneo Libarona confirmó que presentará oficialmente su renuncia al Ministerio de Justicia luego de las elecciones del 26 de octubre, tras una gestión marcada por el ajuste a las áreas de Derechos Humanos y la eliminación de programas contra la violencia de Género.
Mariano Cúneo Libarona dejará su cargo como ministro de Justicia una vez concluidas las elecciones legislativas del próximo domingo. La confirmación llegó del propio funcionario en diálogo con medios de comunicación, apenas días después de conocerse la renuncia del canciller Gerardo Werthein, sumando así una nueva baja al gabinete de Javier Milei.
“Me voy muy feliz. Dejé la vida en la gestión. Más que por la salud, es por la necesidad de recuperar mis afectos. De acá en adelante voy a ayudar gratis en lo que el Gobierno precise”, manifestó el ministro saliente. Lo cierto es que Casa Rosada ya había adelantado que tenía en agenda un fuerte recambio del gabinete.
La renuncia formal será presentada el próximo lunes, según lo acordado con la mesa chica de Casa Rosada, aunque la decisión ya había sido conversada con los principales representantes del Gobierno semanas atrás.
El presidente Milei aún debe determinar si acepta la dimisión y definir quién ocupará el lugar de Cúneo Libarona. Entre los nombres que suenan para sucederlo aparece Guillermo Montenegro, actual intendente de General Pueyrredón, exjuez federal y quien se desempeñó como ministro de Justicia y Seguridad durante la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires.
Montenegro fue uno de los primeros dirigentes del PRO en fotografiarse junto a Milei con el característico buzo violeta de la tropa libertaria y se plegó al discurso violento del gobierno nacional para presentar su agenda de seguridad. También circula en algunos círculos la posibilidad de que Manuel García-Mansilla, juez de facto de la Corte Suprema, asuma el cargo.
La salida de Cúneo Libarona forma parte de una sangría de funcionarios de primera línea que el oficialismo experimentará en las próximas semanas. Además del canciller Werthein, dejarán sus cargos la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el ministro de Defensa Luis Petri, quienes competirán como candidatos en las elecciones.
Bullrich busca ser electa como senadora nacional por la Ciudad de Buenos Aires (tanto en su caso como en el de Petri, es seguro que serán electos para los cargos para los que se postulan), mientras que el vocero presidencial Manuel Adorni también abandonará su puesto por su candidatura.
Una posibilidad alarmante que se mencionó en los últimos días es la posibilidad de fusionar los ministerios de Justicia y Seguridad, aunque esto generaría tensiones internas, porque incluso Bullrich estaría en contra.
Sea como fuere, si Montenegro asumiera ambas carteras, o alguna de ellas, debería aceptar que la injerencia en ambas áreas seguiría en manos de Santiago Caputo y Bullrich, respectivamente.
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Los escándalos de Cúneo Libarona
La gestión de Cúneo Libarona estuvo marcada por controversias y un progresivo vaciamiento de poder. El ministro acumuló pedidos de juicio político y denuncias penales luego de que el canal C5N difundiera la grabación de un encuentro que mantuvo con Timothy “Tim” Ballard en Estados Unidos.
En esa reunión, el funcionario ofreció diversas alternativas para resolver un “malentendido”, incluyendo la posibilidad de entregar una ley a medida y facilitar el contacto con jueces y periodistas.
Ballard se presenta como exagente de inteligencia y activista contra la trata, aunque integra redes de ultraderecha. En febrero se fotografió junto al presidente Milei en Washington durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC).
Posteriormente viajó a Buenos Aires para ofrecer tecnología al Gobierno, pero Bullrich bloqueó la reunión que buscaba concretar con el mandatario y lo acusó públicamente de ser un “abusador” con más de 23 denuncias en su contra.
Tras conocerse los fragmentos del video, la ministra de Seguridad le reprochó a Cúneo Libarona no prestar atención a las posturas de otros integrantes del gabinete. Nunca quedó esclarecido si el encuentro fue a título personal o como enviado oficial.
Además, el periodista Carlos Pagni denunció que Mariano Cúneo Libarona se desempeñó como abogado del reconocido narcotraficante “Mameluco” Villalba, quien actualmente enfrenta un juicio oral desde la cárcel.
La relación entre Cúneo Libarona y el proyecto libertario comenzó en los albores de la campaña presidencial de 2023, cuando el abogado penalista aceptó sumarse al futuro gabinete. Sin embargo, desde el inicio asumió con una estructura de poder compartido.
El secretario de Justicia Sebastián Amerio, hombre de confianza de Santiago Caputo, ejercía un rol de contralor. La lógica establecida era que el ministro se ocupara de las reformas técnicas, mientras que el alfil caputista se encargaría de la estrategia judicial del Gobierno y la capacidad de proponer candidaturas libertarias en juzgados federales.
Con el transcurso de los meses, el papel de Cúneo Libarona terminó reduciéndose al de una figura protocolar. El verdadero poder de la cartera pasó a manos de Amerio, quien mantiene línea directa con el asesor presidencial.
En el entorno de Milei ya lo consideraban un funcionario de paso desde el año pasado, anticipando que probablemente no completaría su mandato hasta 2027. El ministro estuvo a punto de renunciar en abril, pero continuó tras dialogarlo con el círculo libertario.
Las primeras conversaciones sobre su salida se produjeron semanas atrás con Santiago Caputo y el jefe de Gabinete Guillermo Francos. Sin embargo, resulta sorpresivo que adelantara su decisión a los medios a poco de las elecciones.
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Un ministro contra los Derechos Humanos
Durante su gestión, el Ministerio de Justicia implementó un fuerte ajuste con despidos masivos y la eliminación de áreas clave como el INADI. También se produjo la reducción de oficinas vinculadas a los derechos humanos y la eliminación de varias normativas dedicadas a defender a las mujeres y diversidades sexuales.
Otro aspecto polémico fue el nombramiento de jueces de la Corte Suprema por decreto presidencial. Además, varias de las reformas promocionadas quedaron inconclusas, entre ellas la implementación completa del Código Procesal Penal Federal (CPPF) en las distintas justicias federales a nivel nacional.
Incluso se especula que el mismo lunes de su renuncia formal podría reunirse con responsables superiores para determinar si se prorroga o no el plazo de aplicación del código acusatorio en Comodoro Py, una de las últimas medidas que buscaba implementar.
El pasado del ministro como abogado defensor de personas acusadas de narcotráfico también generó cuestionamientos sobre su idoneidad para ocupar la cartera de Justicia, alimentando debates sobre posibles conflictos de interés.
Cúneo Libarona también desarticuló 13 programas dedicados a proteger y garantizar los derechos de mujeres y diversidades sexuales bajo la insólita excusa de que eran “ideológicos” y fueron “creados por el kirchnerismo“. Uno de ellos garantizaba asistencia inmediata ante casos de violencia extrema.

